90 participantes se reúnen en la III Asamblea Provincial de Misión, en Valladolid
Noventa maristas se reunieron en Valladolid para hablar de la identidad del marista en la III Asamblea Provincial de Misión de Compostela, celebrada del 24 al 26 de septiembre.
La primera jornada incluyó una charla del Vicario general, hermano Joe McKee, sobre ser “nuevos” maristas, y sobre los “laicos en un espíritu nuevo de comunión”, abarcando el período de la década de los 60 hasta el día de hoy.
“Representa una relación de igual a igual, no de superior a inferior”, comentó al inicio.
“Hay confusión para algunos hermanos sobre su identidad, quizás porque no entienden el Concilio Vaticano II en el que estamos todos llamados a seguir radicalmente a Jesús”, añadió.
El H. Joe hizo referencia al carisma marista, describiéndolo como algo que no está escrito en piedra. Contó cómo cuando estaba en Pakistán, algunas escuelas tenían una mayoría de estudiantes musulmanes pero que “curiosamente tenían un espíritu marista”.
Después, un grupo de seis jóvenes transmitió lo que significa ser marista a los 30 años y sus preocupaciones. Destacaron la presencia, la fraternidad y la familia como los pilares fundamentales de su experiencia marista.
El 25 de septiembre, otros laicos participantes expusieron sus experiencias y sentimientos sobre la formación conjunta y los grupos de espiritualidad.
El Consejero general, hermano Antonio Ramalho, presentó el proyecto “Nuevos modelos de animación, gobernanza y gestión” centrándose en los principios y directrices clave maristas que dan sentido al proyecto.
Subrayó que “el hecho de que existan más laicos que hermanos es una oportunidad para el Instituto”.
Ignacio Gerbolés expuso ante los participantes los resultados de una encuesta hecha a los profesores, alumnos y padres sobre cómo pueden los maristas mejorar sus obras educativas.
El encuentro terminó con propuestas de los participantes que serán llevadas al capítulo provincial de la Provincia Compostela en diciembre.
El hermano Óscar Martín, Provincial de Compostela, termina el encuentro con una carta dirigida a los participantes en la que, según un comunicado a la Provincia, “nos invita a ser valientes, pues desplegando los retos que se nos plantean es como realmente seremos maristas. Y resalta que ser marista es un camino de Vida y plenitud”.
El encuentro se clausuró con una celebración eucarística que fue “una celebración familiar y compartida entorno a la mesa que resumió lo que allí se había vivido en esos días”.