18 de agosto de 2015 ESPAñA

Abrazar el futuro con esperanza

Del 8 al 11 de agosto, en la casa de espiritualidad marista de El Escorial, se celebró la segunda reunión de hermanos y laicos de la red de comunidades de Europa. Estuvieron presentes 37 Hermanos de las cinco provincias europeas y 3 parejas, de Rumanía, España e Italia. También participaron los hermanos Antonio Ramalho, Consejero General y Maurice Berquet, Provincial de l’Hermitage.

El tema general del encuentro fue “Celebrar la alegría de ser hermanos y laicos en un Instituto internacional”. Este tema general contenía tres objetivos específicos: 1) la alegría de celebrar y compartir la vida de nuestras comunidades a través de experiencias vividas; 2) profundizar en los temas de profecía, mística y comunión (seguimiento de la reflexión hecha en la II Asamblea Internacional de la Misión Marista de Nairobi) 3) reflexionar sobre algunas pistas de la nueva forma de ser maristas hoy, a nivel personal, comunitario y provincial.

Además, como trasfondo del encuentro, se encontraba la tríada del Papa Francisco: “mirar al pasado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza”.

Se dividió a las comunidades en tres grupos para que presentasen, con testimonios vivos y profundos, la propia realidad a la luz de cada uno de los temas: Profecía, Mística, Comunión. Después, cada participante compartió, en pequeños grupos, sus reflexiones sobre cada uno de los temas.

Las ideas acerca de la Profecía se presentaron en la Asamblea mediante el símbolo de un gran queso:

·         Estamos llamados a una presencia cada vez más significativa entre los jóvenes más necesitados. Esta presencia es una presencia fraterna, donde nos vean como hermanos y donde los acogemos como a hermanos.

·         Una presencia creativa y amiga, que presta atención a sus problemas y situaciones de vulnerabilidad.

·         Una presencia orante: la Biblia nos enseña que una parte de la misión del profeta es orar por su pueblo.

·         Finalmente manifiestan que el profeta es un hombre valiente, que no tiene miedo para desplazarse hacia “las periferias existenciales y geográficas” de las que habla el Papa Francisco. Al lado de estos niños en necesidad donde deben estar los maristas de Champagnat.

Las ideas acerca de la Mística se presentaron en la Asamblea mediante el símbolo de una llama, imitando la hoguera de Nairobi:

·         Los maristas de Champagnat están llamados a una presencia más atenta al Señor en sus vidas a través de la oración, la contemplación, la meditación de la Palabra de Dios.

·         Están llamado a crecer y desarrollar en sí mismos una sed de amor que se nutre y alimenta en las fuentes de agua viva y el pan de vida que es el Señor, como nos recuerda nuestro documento “el Agua de la Roca”.

·         El silencio contemplativo nos llama y hace que estemos atentos a la voz del Señor. Es el camino que conduce a la ternura y la compasión que debemos expresar a los que son objeto preferido de nuestra misión: los más necesitados.

·         Estamos llamados a un retorno o a una profundización de la interioridad que manifestamos al acoger en nosotros el espíritu del Señor, fuente de la profecía y de la mística.

El tema de la Comunión se presentó con un símbolo que representa la mesa de La Valla:

·         En un mundo dividido y fragmentado, los maristas de Champagnat son constructores de comunión acogiendo en su seno a los niños de diversos orígenes sociales, culturales o religiosos.

·         El sentido de comunión se muestra en actitudes que deben ser distintivo de todo marista de Champagnat: actitudes de acogida, de apertura, de compartir la vida.

·         Los hermanos y los laicos maristas están llamados a crear y desarrollar, en sus relaciones, una actitud de corresponsabilidad en los varios niveles de vida marista.

·         Estamos llamados a fortalecer y hacer visibles en la iglesia el espíritu de familia, piedra angular de nuestra tradición. El rostro mariano de la iglesia, que estamos llamados a construir, tiene mucho que ver con el espíritu de familia, de acogida y de ternura, elementos clave para vivir la comunión entre todos.

El encuentro favoreció en sus oraciones el estilo silencioso y contemplativo, al modo de Taizé y los momentos del compartir.

El Hermano Antonio Ramalho ofreció al grupo una síntesis de lo que ha sido la vida del Instituto en los últimos años, sus diversos procesos de camino y convergencia: una “contextualización” que motiva al Instituto a vivir la celebración del Bicentenario, en 2017, como un nuevo comienzo.

También hizo referencia a hechos significativos que han contribuido a la creación de esta mentalidad: la Conferencia de Provinciales de 2013; la Asamblea Internacional de Misión de Nairobi y la Asamblea Europea de Misión, en el Hermitage; y el significado experiencial de la renovación de las casas del Hermitage y La Valla. Todo ello, son elementos que están ayudando a nacer la nueva aurora.

En la última sesión plenaria, después de una reunión por provincias, hubo un intercambio de sugerencias sobre cómo mantener el espíritu de la red. La reunión finalizó con la Eucaristía y una cena de confraternidad al aire libre.

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