
?Acercándose a brasas ardientes?
Un cordial saludo, amigos de la gran Familia Marista, desde Los Chiles, Costa Rica. Hoy abrimos las ventanas de nuestra comunidad para respirar junto a Uds. los aires festivos de la presencia de Marcelino en esta frontera TICA-NICA (costarricense-nicaragüense), a través de nuestras manos, de nuestras ilusiones y de nuestros corazones que desean arder, acercándose un poco más a esas “Brasas ardientes” de que nos habla nuestro Superior General, Hno. Emili Turú.
Marcelino ya no es sólo el santo vestido de ropa de casa y con chancletas de quedarse en casa; este año le compramos zapatos nuevos y lo llevamos a pasear por la plaza del pueblo, presentándolo a la comunidad parroquial.
El día 8 de junio, sábado, a las 7:00pm. los tres frailes franciscanos de la parroquia concelebraban una bella eucaristía en honor de nuestro Fundador, nunca mejor acompañado por numeroso público y muchos niños de la catequesis.
Todo en la celebración fue marista: canciones, preces, ofrendas y homilía, predicada por el Hno. Efraín Romo, cuya respuesta de la comunidad parroquial fue un caluroso aplauso de aceptación y novedad. Las Constituciones, las violetas, la imagen de la Buena Madre, el Pan y el Vino, y los dibujos de la vida de San Marcelino, pintados por los niños, fueron los símbolos maristas presentados en el altar.
Gesto novedoso, fue el momento en que todos los niños presentes, pasaron al altar y rodearon el cuadro del GRAN AMIGO DE LOS NIÑOS Y JOVENES. El celebrante pidió la bendición del santo para cada uno de ellos. El homenajeado presente, a través de nuestras manos, les entregó una bolsa de confites, que fue para ellos como un fuego de gozo y alegría, al juzgar por sus sonrisas y la rapidez con que regresaban a sus lugares con su botín conquistado. El Hno. Teódulo preparó un separador de libros, presentando en él un sencillo perfil de Marcelino sacado de las cartas personales del Fundador. Se les entregó al final de la eucaristía y cuyo objetivo no es otro que el de seguir dando a conocer al que en algunos lugares no es tan conocido, quizá por estar en tierras fronterizas; ojalá que el fuego comience a ser “brasa ardiente” en esta y en otras fronteras.
Al terminar la eucaristía, tuvimos un bonito picar algo para todos los presentes. La chef fue generosa y creativa, estando muy a la altura de las circunstancias.
Sin duda el espíritu marista y la fraternidad se dejaron palpar produciendo un sabor dulce y con buen gusto: “Todo ha estado muy lindo”… “El próximo año no me lo pierdo”… “¡Cómo me ha llenado esta celebración!” “Muchas gracias hermanos”… Estas son algunas expresiones de la “gente de a pie y otras de a caballo”…
Gracias Señor, porque también en los rincones del mundo y a través de tu humilde siervo Marcelino Champagnat nos permites ir caminando hacia nuevas tierras.
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Hno. Teódulo Hernando