4 de enero de 2010 CASA GENERAL

Al deciros adiós – A modo de mensaje

El grupo de hermanos de tercera edad de lengua española y portuguesa ha terminado felizmente su curso de dos meses. El programa AMANECER ha sido desarrollado en su integridad y la evaluación personal y comunitaria arrojan niveles óptimo de satisfacción. Los grupos de trabajo quisieron plasmar en tres puntos su valoración y lo hicieron en forma de automensaje. Será un lindo recuerdo que les ayudará a revivir su experiencia del compartir en estos dos meses, a la vez les compromete en su vida inmediata de comunidad y misión.

Despedida y compromiso

Los hermanos del programa AMANECER, de la tercera edad, nos sentimos profundamente bendecidos por el Señor – siempre fiel y bondadoso-, a lo largo de nuestro caminar en la vida religiosa. Consideramos un gran don de Dios y una gracia especial el tiempo que se nos ha brindado, para nuestro crecimiento y compromiso espiritual, con el curso que ahora termina. Verdaderamente, el Señor ha estado grande con nosotros.

A lo largo de estos dos meses hemos vivido la fraternidad comunitaria con autenticidad y transparencia, animados por el ejemplo de nuestros fundadores, motivados por la preparación esmerada de la Eucaristía y de los momentos de oración en común, y alentados por las muchas atenciones recibidas por parte de todo el personal de la Casa general.

Los amplios tiempos de lectura sosegada y de reflexión personal, nos han conducido a un mejor conocimiento de nosotros mismos, a una mayor profundización en nuestra espiritualidad -enriquecida por la emotiva peregrinación a las fuentes maristas-, así como a un conocimiento más amplio de nuestras congregaciones.

En nuestro itinerario espiritual hemos experimentado la presencia de Dios y de nuestra Buena Madre. Esta realidad nos ha llevado a sentir un gran deseo de vivir con alegría esta etapa de nuestra vida, confiando en el futuro del Instituto, porque percibimos su vida y dinamismo, y porque nos sentimos alentados por las llamadas que nos hace el Capítulo general a los hermanos mayores.

Nos comprometemos a continuar nuestro crecimiento humano, espiritual y apostólico, generando una auténtica vida de familia con nuestra actitud alegre, cercana a los jóvenes y centrada en la sencilla familia de Nazaret.

Deseamos vivamente compartir nuestro carisma con los laicos, esforzándonos por convertir en realidad las directrices emanadas del XXI Capítulo general, especialmente el documento ?EN TORNO A LA MISMA MESA?.

Nos consideramos agentes activos del tiempo actual y no meros espectadores. Queremos colaborar, en la medida de nuestras posibilidades, para hacer realidad los cuatro puntos que nos propone el Capítulo general: TESTIMONIO, PRESENCIA, ALEGRÍA Y ORACIÓN.

Ponemos un cuidado especial en mantenernos saludables, tanto física como psicológica y espiritualmente, mediante la práctica del ejercicio corporal, la lectura, el entretenimiento saludable, el intercambio personal y la frecuencia en la oración.

Concluimos manifestando nuestro más sentido agradecimiento a nuestras instituciones religiosas y a sus representantes por la oportunidad de formación permanente que nos han ofrecido durante este tiempo de gracia. Nuestra respuesta será la correspondencia ilusionada al Señor y la generosidad para con todos aquellos que hayan puesto su confianza en nosotros.

Que María, nuestra Buena Madre, aliente nuestro caminar en este nuevo AMANECER de nuestra vida.

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Hermanos Ricardo Izura y Felipe Vegas

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