21 de febrero de 2012 HAITí

Aniversario del terremoto

Recientemente (12 enero) se ha recordado el trágico aniversario del terremoto que, hace dos años, destruyó la ciudad de Puerto Príncipe y causó miles de muertes. En aquel momento un sinnúmero de donativos de todo el mundo llegaron a FMSI para ayudar a la población haitiana, que tenía que soportar sufrimientos tan grandes. En diálogo con los Hermanos Marista de Haití y con los otros centros de recogida de fondos de México Occidental (oficina de solidaridad), Canadá (Fundación Misión Marista) y España (SED), se decidió concentrar los donativos en un fondo común para la reconstrucción, destinado a rehacer escuelas y  a la realización de programas de formación para niños y jóvenes. En la actualidad ya están en marcha tres proyectos y uno está a punto de comenzar. Queremos compartir con ustedes los resultados obtenidos.

El primer proyecto se ha realizado en Merceron, cerca de Puerto Príncipe, en colaboración con la congregación de las Hermanas de Jesús-María, y de la ONG SED. El objetivo de la intervención es el desarrollo de actividades educativas en la zona, mediante la construcción de una escuela primaria y la formación de los profesores.

Merceron es uno de los pueblos de la zona rural de Thomazeau. La distancia de la carretera que va a Puerto Príncipe y las malas condiciones del asfaltado mantienen a la población en situación de aislamiento y pobreza. En la zona el analfabetismo es muy alto así como el abandono de la escuela. Antes de ponerse en marcha el proyecto, los niños de Merceron tenían que recorrer más de 10 km al día para ir a la escuela más próxima.

Después de la construcción del nuevo edificio, los alumnos llegaron, en pocos meses, a 240. ¡La tasa de escolaridad en la zona ha subido hasta el 100%! La presencia de una instalación de agua potable garantiza no solo el acceso al agua, sino también la realización de programas de higiene y educación sanitaria. Gracias a eso se ha podido frenar la nueva difusión del cólera.

La población local está orgullosa de contar con un centro educativo en su territorio, un punto de referencia incluso para otras actividades. La misma comunidad local ha puesto a disposición el terreno para la escuela y ha colaborado durante la construcción. Los padres de los alumnos han creado una cooperativa par la venta del arroz y una parte de lo recaudado se destina al cubrir los gastos de la escuela y al salario de los profesores.

Una vez por semana se organizan cursos de formación para profesores, en los que participan incluso aquellos de otras zonas. El proyecto está teniendo, pues, consecuencias positivas en otras escuelas que pueden contar con personal mejor formado y mejores actividades didácticas. Se trata no solo de garantizar la presencia de nuevas estructuras académicas, sino también de mejorar la calidad de la enseñanza.

En esta misma dirección va el segundo proyecto, financiado conjuntamente con la Provincia Marista de México Occidental, para ampliar las estructuras de la escuela secundaria de la “Nativité”, en Dame-Marie. Dicha escuela, con 368 alumnos, es desde hace años un punto de referencia para la formación de los jóvenes de la zona, pero las estructuras eran no más adecuadas para acoger a un número creciente de alumnos y ofrecer una formación actualizada. Gracias al proyecto, que se encuentra ya en la última fase de realización, la escuela puede contar con nuevas aulas, un laboratorio de Ciencias e Informática, e infraestructuras para las actividades deportivas que se abrirán a todos los jóvenes de la zona.

La calidad educativa ya la teníamos, sólo nos faltaba un edificio más digno de nuestro renombre”. Así se expresaba el director del Colegio “Notre-Dame de la Nativité”, en Dame-Marie. “Y este año, con ayuda de FMSI, podremos reforzar la experiencia educativa de nuestros alumnos con el laboratorio de ciencias, la biblioteca y otras áreas de servicio que se están construyendo. Aunque lo que más entusiasma a los alumnos son las nuevas estructuras deportivas… En verdad estamos haciendo un buen esfuerzo para educar bien a nuestros alumnos haitianos.”

El tercer proyecto es la “escuela de tarde” para la alfabetización y reinserción escolar de los niños vulnerables. Con el Fondo Haití se ha podido ampliar este programa. iniciado años antes por el Hno. Canadiense Laurent Beauregard en la escuela Alexandre-Dumas a Latibolière. Muchos de los niños de la “escuela de tarde” trabajan como “empleados domésticos”, en familias a las cuales han sido “confiados”, por su condición de huérfanos o provenientes de familias muy pobres. Para estos niños es casi un sueño poder ir a la escuela, ya que están ocupados todo el día en trabajos agotadores en casa y en los campos, a veces incluso rozando la esclavitud. Algunos de ellos no podrían ni siquiera estar inscritos en la escuela, puesto que carecen de partida de nacimiento. Los Hermanos Maristas visitan a las familias que acogen a estos niños y presionan para que reconozcan su derecho a ir a la escuela. Al mismo tiempo sensibilizan a la comunidad local, animándola a señalar a otros niños en la misma situación. El programa ofrece cursos de educación primaria (1° y 2° año) a fin que los niños puedan adquirir conocimientos y capacidades suficientes para poder inserirse en los cursos escolares normales. Es una satisfacción poder decir que consiguen óptimos resultados, en algunos casos mejores que los de los otros alumnos.

Las clases se dan por la tarde, durante tres horas. Se ha previsto incluso una comida con mayor aporte en calorías para combatir la malnutrición y favorecer la enseñanza, actividades lúdico-recreativas y educación sanitaria que ha contribuido a prevenir un nuevo contagio de cólera. Algunos de ellos, indocumentados, han sido inscritos en el registro civil.

La actividad educativa está constantemente relacionada con el trabajo de asistencia y promoción social, al fin de tener un mayor impacto sobre las condiciones de vida de los niños. Muchas de las dificultades en aprender vienen de que se subestiman, se ven “menos capaces que los demás”. El objetivo es que estos niños pasen de considerarse “abandonados” a sentirse cuidados de la mejor manera posible. Por eso ninguna clase tiene más de 40 alumnos.

El proyecto que va a comenzartiene como objetivo la creación de un centro juvenil en la ciudad de Jérémie, el mayor centro del Departamento de Grand’Anse, donde llegaron muchos refugiados del terremoto para pedir hospitalidad a parientes y amigos, complicando a menudo la ya difícil situación económica.

Los jóvenes son los más sensibles a la situación de inseguridad que aún reina en el país. Quisieran ser los protagonistas de un nuevo futuro pero no saben cómo. Jérémie carece de espacios para reunirse, participar y promover iniciativas. Muchos de esos jóvenes no han recibido una formación que les permita encontrar una ocupación. Por esta razón nos ha parecido muy importante ayudar a crear un lugar para ellos. Un centro acogedor, con espacios para toda clase de actividades, pero también con aulas para el refuerzo escolar de los niños que han dejado la escuela, cursos de alfabetización para adultos y formación de profesores. Volveremos pronto, para contarles cómo también este proyecto se ha realizado.

http://www.fmsi-onlus.org/

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