19 de diciembre de 2012 ECUADOR

Aprendiendo a través de la vida de San Marcelino Champagnat

Con palabras de ánimo, aliento y con el pleno convencimiento de que estos días iban a renovar la vida de quienes formamos parte del obrar marista en el Ecuador, el Hermano Laurentino Albalá, Provincial de la Provincia Norandina, da la bienvenida al encuentro que se realizó en Loja los días 21, 22 y 23 de Noviembre. Dirigidos por el hermano Andrés Miranda se inicia un tiempo donde la fraternidad, ilusión, ideales, autoconocimiento y apertura del corazón toman lugar para compartir abrazos, saludos y palabras con quienes forman parte del personal Administrativo, de Secretaría y Biblioteca de las obras Maristas en el Ecuador.

En el primer día nos sumergirnos en las escrituras que nos dejarán grandes enseñanzas a través de la vida de José aprendiendo que “La vida no es lo que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla”; guiados en estas palabras tomamos un tiempo de meditación personal para redactar en el material entregado, los rasgos importantes de nuestra biografía, para luego compartirla en grupos de trabajo, lo que genera un lazo de comunión, comprensión y consejo entre los participantes. Como resultado de la mirada a nuestro pasado que ha forjado nuestra personalidad y la perspectiva de lo que ahora somos, ponemos en las manos de nuestro Padre Celestial nuestras debilidades y fortalezas, sabiendo que Él nos llevará de la mano hacia el logro de nuestros objetivos vivenciales. “Señor Tú me examinas y conoces, sabes si me siento o me levanto, tú conoces de lejos lo que pienso. Ya esté caminando o en la cama me escudriñas, eres testigo de mis pasos….” Salmo 139 (138)

Al siguiente día aprendemos a través de la vida de San Marcelino Champagnat que nosotros somos producto de nuestra relación con la sociedad, entendemos que Dios nos ha traído en el tiempo, lugar y con las personas exactas; por medio de una historia sobre “qué hubiera sido de nosotros sí….. “, descubrimos que muchos estuviéramos en otros lugares y circunstancias; pero Dios nos ha puesto en el lugar y tiempo precisos para hacer algo en pos del bienestar familiar y social. En la noche se da lugar a compartir pequeños detalles de cada ciudad (Quito, Santo Domingo, Quevedo, Loja , Catacocha y Macará), junto con un bingo que deja en nuestro corazón más que un obsequio la señal de la unidad por la“Igualdad,  Libertad y Fraternidad”.

El tercer día analizamos nuestras condiciones favorables y desfavorables para lograr los objetivos vivenciales en los ambientes familiar, laboral, social, económico, cultural y ecológico; estableciendo posibles soluciones y compromisos para convertir lo negativo en una fortaleza personal que nos permitirá caminar hacia la madurez.

Nuestro agradecimiento a los organizadores quienes con gran esfuerzo, paciencia y sabiduría compartieron las enseñanzas que llegaron a nuestro corazón; a cada delegado que asistió sembrando su tiempo y su mejor esfuerzo y a todos quienes forman parte de este gran sueño de contribuir a la formación de personas de bien que a la luz de Dios forjen una sociedad mejor.

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