8 de enero de 2020 ESPAñA

Asamblea Provincial de Maristas Ibérica

Del 26 al 28 de diciembre ha tenido lugar en la Casa de Lardero (La Rioja) la Asamblea de la Provincia Ibérica, con la presencia de cerca de setenta hermanos y cinco laicos de la estructura provincial. El H. Óscar Martín Vicario, Consejero general, asistió también en calidad de facilitador para profundizar en las llamadas del Capítulo general. El lema de esta Asamblea ha sido “Para un nuevo comienzo, en nuestra vocación de hermanos, místicos y profetas de un nuevo mundo”.

El primer día, después de una oración inicial de bienvenida, el Hermano Moisés Alonso, Provincial, recordó las fases del “Proceso U” que iban a seguir a lo largo de la Asamblea. El objetivo principal de este proceso es sentir la realidad, hacer presente la intención colectiva y, finalmente, llevarla a cabo. Durante la primera jornada, reflexionaron sobre aquellos aspectos que debían dejar caer y abandonar de la espiritualidad, de la vida de fraternidad y de la misión. El propósito de esta fase fue ver qué se debe abandonar para responder con fidelidad a lo que Dios pide en estos momentos: ¿quiénes quiere Dios que seamos? ¿Qué nos llama Dios a ser?

El trabajo de la Asamblea del viernes 27 estuvo marcado por la búsqueda de la “intención colectiva provincial”. La reflexión ha estado iluminada desde diferentes perspectivas: el Capítulo General y sus llamadas (H. Oscar), el Capítulo Provincial y las líneas maestras (H. Moisés) y los laicos. Estos últimos han concluido su intervención diciendo: “No sabemos qué encontraremos a la vuelta del camino de la historia marista, pero sabemos que estaremos juntos para vivirlo”.

Por la tarde, reunidos en grupos, dialogaron sobre las llamadas que habían sentido y, en foro abierto, se comentaron las respuestas de los diferentes grupos y se agruparon teniendo en cuenta su contenido. Las llamadas sentidas por la Asamblea podrían resumirse en estos cinco aspectos: 1) Ser Hermanos, 2) ser en Dios, 3) ser felices y fieles, 4) ser presencia significativa y 5) ser valientes y audaces en nuestro compromiso.

El último día, la atención se centró en hacer propuestas de acción para “realizar la intención colectiva”. Se recordó que no era una Asamblea para tomar decisiones sino para proponer medidas que orienten a los equipos provinciales correspondientes en el estudio y la toma de decisiones. Los temas que más resonaron fueron, entre otros: apoyar un camino de comunión hermanos – laicos en la Provincia; hacer comunidades abiertas, humanas, espacios de confianza donde se experimenta la presencia de Dios y se acoge y se tiene disponibilidad; constituir públicamente comunidades cristianas maristas locales, con un proyecto común, testimonio de fraternidad y ejemplo de sinodalidad y corresponsabilidad.

La Asamblea ha concluido… ¿o no? Ahora ha llegado el momento de “hacer que las cosas sucedan”, de luchar “para que cambien las cosas que amamos”.

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