BE-LIV-IN?? En Cristo
Desde hace algunos años, el Equipo Vocacional de Europa viene organizando una Pascua en Roxos (Santiago de Compostela). Esta vez los destinatarios eran chicos y chicas a partir de 22 años que se están planteando vocacionalmente su vida dentro del ámbito marista. Así, nos hemos reunido desde el Miércoles Santo por la tarde hasta la mañana del Domingo de Resurrección 9 jóvenes (5 de Ibérica, 2 de Mediterránea y 2 novicios de Compostela) con 6 hermanos (2 del noviciado, 2 de Mediterránea, 1 de Ibérica y el H. César Rojas, del Secretariado Hermanos Hoy). Hemos estado presentes participantes de 4 naciones: España, Italia, Portugal y Colombia. Aunque estaban inscritos tres jóvenes y un hermano de Siria, al final no pudieron participar por la situación social de su país. Nos acordamos de ellos a lo largo de nuestro encuentro.
Nos hemos juntado con tres objetivos claros: celebrar los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, avanzar en el discernimiento de nuestra llamada, y compartir nuestro propio camino de búsqueda.
Hemos organizado los temas en torno al lema del Encuentro de Jóvenes Maristas del verano: BE-LIV-IN’. Centrados en el ser, la vida y la interioridad. Con este planteamiento, las mañanas han sido momentos de reflexión y oración personal con tiempo para el acompañamiento personal, y las tardes estaban ocupadas con trabajos de gran grupo.
Así, el tema del Jueves Santo (BE) giró en torno al amor y al seguimiento de Jesús. Esa tarde, el H. César compartió con todos el testimonio de algunas personas y obras maristas de su Provincia Norandina. De ese modo ilustró de manera vivencial el tema reflexionado por la mañana. La Cena del Señor y la oración en Getsemaní nos sirvió para celebrar lo vivido a lo largo del día.
El Viernes Santo (LIV) nos introdujo en el tema de la muerte-vida de Jesús. La reflexión nos orientó hacia el descubrimiento del papel del corazón en nuestra vocación y el descubrimiento de nuestras heridas personales. La tarde estuvo centrada en el testimonio de la comunidad cisterciense de Tibhirine (Argel) a través de la película “De dioses y hombres”. Tanto el Vía Crucis como la celebración de la Muerte del Señor, nos ayudaron a iluminar nuestra vida desde la fe. Terminamos nuestro día en torno a la Cruz.
El sábado (IN) fue una invitación a la interioridad. Por eso el planteamiento de la mañana fue un desierto con tres momentos en torno a María. La reflexión de la tarde nos centró en el tema de las dificultades de nuestra vocación. Un tiempo de compartir por provincias y de evaluación nos dejó preparados para vivir la Vigilia Pascual en la parroquia de Villastrexe, cerca de nuestra casa de Roxos.
El domingo por la mañana nos reunimos para celebrar el envío que nos invitaba a aceptar el plan de Dios sobre cada uno de nosotros y a descubrir la vida que brota a nuestro alrededor.
Estos cuatro días han sido ciertamente de Pascua, es decir, de paso de Dios por nuestras vidas. La riqueza personal de cada uno, la profundidad en el compartir, las relaciones personales alegres y cordiales,… nos han hecho sentir en familia y nos han ayudado a reconocer nuestra propia vocación de hermanos y laicos y nos han dado ánimo para seguir viviéndola con intensidad. Un momento que da fuerzas para volver a Galilea para descubrir al Resucitado.
H. Juan Carlos Fuertes
Esta Pascua vocacional ha sido para mí un encuentro realmente enriquecedor. Ante las dudas que surgen en mi camino, la fuerza del evangelio y el ver ejemplos concretos de la espiritualidad marista entre los que han compartido conmigo estos días, me ha hecho más fácil encontrar respuestas a todos estos interrogantes. David Herranz Limón (Madrid, Provincia Ibérica)
Hacía mucho que no vivía una Pascua sin ser monitor de chavales y no me podía imaginar que esta pascua iba a ser tan especial. Para mi ha sido una pascua de reflexión, oración, escucha, pero sobre todo de amor y vida. He podido pensar y reflexionar acerca de qué va a ser de mi y qué es hoy de mi. Ante todo esta ha sido una Pascua de corazones, no sólo en las oraciones y encuentros había vida, sino la alegría y el servicio han estado presentes en todos los momentos, ratos libres y tantas risas que hemos podido compartir. Sin duda esta ha sido una pascua de Jesús. Gabriel Hernández Flórez (Guadalajara, Provincia Ibérica)
Esta Pascua ha reavivado el fuego dentro de mí, ha acentuado mi amor y admiración a Jesús. Los testimonios de entrega presentados en estos días me han emocionado hasta el punto de dejarme sin hablar.
¿Acaso hay algo que pueda decir ante semejantes actos? Un silencio agradecido y un corazón conmovido son mis únicas palabras. Marta Calvé Gómez (Guadalajara, Provincia Ibérica)
Para mí la Pascua Vocacional de Roxos ha sido un regalo para profundizar en mi vocación como cristiana y como laica marista en mi vida cotidiana. Ha sido una maravillosa oportunidad para dedicar tiempos más tranquilos a la oración y a la reflexión. El hecho de convivir y compartir la Pascua y la vida de forma sencilla y familiar, con Hermanos, novicios y laicos ha sido una bonita experiencia, pues creo que todos tenemos un camino que recorrer juntos aunque sea con estados de vida distintos. Si tuviese que resumir la Pascua en un par de palabras serían PRESENCIA Y FAMILIA. Simplemente puedo decir ¡Gracias! y que se repitan más a menudo experiencias como ésta. Paloma Gutiérrez (Provincia Ibérica)
La Pascua en Roxos ha sido una bellísima experiencia por dos motivos: por la belleza de los momentos de reflexión y oración y por la alegría de conocer nuevas personas. Los primeros han reforzado de forma decisiva mi relación con Dios, guiándome en el camino vocacional; por otra parte, encontrarme y crear lazos con personas con las que se pueden compartir los mismos ideales ha sido una experiencia que me ha llenado y me ha dado fuerza de ánimo, además de amigos con los que voy a seguir en contacto. También en la relación con los hermanos me he sentido como en casa y he podido ampliar mi visión sobre el mundo marista. Marco di Sarno (Giugliano, Provincia Mediterranea)