28 de mayo de 2012 ESPAñA

Buscando nuevas formas de vivir la comunidad hoy

Respondiendo a la llamada del Consejo general 20 hermanos de 12 Provincias y 2 Distritos, de lengua portuguesa o española, iniciamos el pasado día 26 de abril el segundo curso de animadores comunitarios, promovido por el Consejo general, en la casa marista de San Lorenzo de El Escorial.

El objetivo, como recordaba el hermano Emili Turú al presentar el curso a los participantes, es: “Junto con el Consejo general, buscar nuevas formas de vivir la comunidad hoy en el Instituto”.

La animación y el acompañamiento del grupo la realiza el equipo de formadores del centro marista de El Escorial, los hermanos Angel Medina, del Distrito de Paraguay, y Joací Pinheiro, de la Provincia de Brasil Centro Norte, que conjuntamente con el Consejo general y el equipo formativo del centro marista de Manziana, han elaborado el programa de esta propuesta de formación, que durará hasta el día 23 de junio. Incluye una experiencia como comunidad internacional conformada por todos los integrantes de ambos Centros que tendrá lugar en el Hermitage, así como el acercamiento a la oficina del FMSI en Ginebra.

Los primeros días del encuentro han tenido por finalidad crear comunidad desde el conocimiento mutuo de los hermanos que formamos esta comunidad. Con dinámicas que han favorecido ese conocimiento y tiempos distendidos de convivencia y turismo por los alrededores, han sido medios que han contribuido a ello. Una visita a la ciudad de Ávila, tras las huellas de Santa Teresa, y el compartir con los hermanos mayores de la comunidad de Nuestra Señora de la Roca, de Villalba, han  sido dos momentos muy interesantes en el inicio de nuestro caminar.

La primera semana del curso, propiamente, ha sido animada por el hermano Emili Turú, Superior general, el hermano Josep María Soteras, Consejero general y el hermano César Rojas, Director del Secretariado Hermanos hoy, del Consejo general, trabajando con ellos los ejes de la espiritualidad y el diálogo fraterno.

Los hermanos que participamos en el curso nos sentimos “convocados desde diferentes realidades del mundo marista, nos ponemos en marcha para vivir una experiencia de formación y fraternidad para promover una nueva forma de ser hermano y hacer que florezca en nuestro Instituto nuevos estilos de comunidad.”

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