Capítulo general – Un vistazo al camino recorrido
El hermano Teodoro Grageda, 50 años, mexicano de nacimiento, africano de adopción, ha estado al frente de la Comisión preparatoria del 21 Capítulo general coordinando el programa de actividades desde Roma como Secretario. Por sus manos y por su corazón han pasado los numerosos detalles de esta larga e intensa preparación que se ha realizado en el Instituto. Una vez terminadas las elecciones de los delegados capitulares ha mantenido un intenso diálogo con todos ellos apoyado en la página web, que se ha creado ex profeso para realizar este servicio. No cuenta las horas de trabajo, asomado a la pantalla de su ordenador, en su oficina del primer piso de la Casa general. Le interrumpimos unos minutos en su tarea y accede con amplia sonrisa.
AMEstaún. Casi veinte años en África. Estabas terminando prácticamente tu trabajo en el MIC, en Nairobi, cuando recibes una noticia inesperada. Te tienes que encargar de la Secretaría de la Comisión que ha de preparar el 21 Capítulo general. ¿Cómo recibiste el encargo?
Teodoro Grageda. Con sorpresa, porque hasta ese momento no había sabido nada.
AMEstaún. ¿Y una vez superada la sorpresa?
Teodoro Grageda. Pues, con cierta ?revolución? dentro de mí. Me imaginaba que al término del trabajo en Nairobi iba a tener unos meses de tiempo sabático, para luego estar listo para mi siguiente destino, y de repente apareció esta novedad a mitad de camino y hubo que cambiar planes. También he sentido la alegría grande de poder aportar algo al Instituto.
AMEstaún. Un trabajo como este, que surge de improviso en tu vida, plantea retos personales inesperados.
Teodoro Grageda. Uno muy importante ha sido el mejorar mi nivel de comprensión y uso del francés, ya que dejé de cultivarlo después del tiempo de formación inicial, y he tenido que mejorar para poder expresarme en este idioma con las personas que lo usan habitualmente. Por otra parte, el trabajo que he tenido que realizar me ha obligado a organizarme de una manera práctica, saber dónde están las cosas, y estar atento a lo que va llegando y saliendo.
La nueva situación me ha exigido también darme tiempo para atender personalmente a quienes requieren de alguna ayuda, y con gusto en cuanto he podido, he hecho lo que ha estado a mi alcance. Esto me ha abierto muchas puertas y ha suscitados numerosas relaciones. He encontrado una gran disponibilidad y colaboración en los miembros del Consejo general, en los hermanos y laicos de las oficinas de la Casa general de Roma, en los capitulares, etc. Hay un gran deseo de que todo salga bien. Mi preocupación ha sido combinar todo lo bueno que hay, los buenos ingredientes que ya se encuentran en las voluntades de todos, el buen ambiente de trabajo, para armonizarlo y que encuentro un camino de expresión natural.
AMEstaún. Un trabajo nuevo es también una oportunidad para vivir experiencias enriquecedoras para tu persona.
Teodoro Grageda. ¡Las puedo aportar a granel! El estar en este trabajo me ha ayudado a conocer mucho más al Instituto, y a quererlo así como es. Otra experiencia muy enriquecedora ha sido el haber trabajado muy de cerca con todos los miembros de la Comisión preparatoria. Me he sentido muy apoyado por parte de todos y cada uno de ellos. Creo que hemos hecho un trabajo de equipo; somos muy distintos, en nuestra manera de ser, en los ritmos de trabajo, sin embargo hemos llegado a un buen nivel de entendimiento y trabajo.
Me ha llamado mucho la atención, desde un primer momento, la disponibilidad de los provinciales, para atender a las reiteradas solicitudes que me tocaba presentarles; algo parecido ocurrió después con los enlaces de cada unidad administrativa; y más tarde con todos los delegados al Capítulo.
Aún más, la comunicación directa con muchos hermanos del Instituto, conocidos o no, me da mucho ánimo. En los contactos hemos pasado con mucha facilidad de los temas del Capítulo a temas de vida personal marista. ¡Esto ha sido muy enriquecedor para mí! Hay muchos hermanos con quienes he compartido mi vida y de quienes he percibido un apoyo muy bueno. Solo puedo expresar sentimiento de agradecimiento al Instituto.
AMEstaún. Tu visión de lo que ha supuesto este camino institucional de preparación
Teodoro Grageda. Me ha gustado mucho la dinámica que hemos seguido, puesto que hemos podido contactar con personas que están presentes en muy diferentes ámbitos: hermanos (en puestos directivos, vinculados con instituciones educativas o en otros tipos de presencia en el apostolado, hermanos con experiencia y que ya están jubilados, jóvenes en formación), laicos y laicas maristas que han expresado sus puntos de vista; jóvenes dirigentes de grupos juveniles o vocacionales, etc. Es decir, que las bases de la Institución han sido consideradas en este movimiento de creación de conciencia sobre lo que pasa ahora a nivel de Instituto. Siento que regiones de nuestra Congregación que quizás en otras ocasiones se han quedado más al margen de lo que ocurría en la Congregación, en este proceso de preparación se han sentido parte del todo.
AMEstaún. Un pronóstico respecto de lo que nos deparará el 21 Capítulo general
Teodoro Grageda. Dentro de la Comisión preparatoria hemos discutido en nuestra última reunión el plan general que sugerimos al Capítulo, y en él descubro que más que ?llegar a tratar todos los temas habidos y por haber?, se tratará de crear un ambiente de toma de decisión muy natural, viviendo procesos que involucren a todos dentro del Capítulo, siendo inclusivos, para llegar a la meta o propósito que todos compartan. Creo que la base de todo esto será la confianza que se tengan unos con otros, que los temas se pongan sobre la mesa, y que no haya una decisión preconcebida, sino que se esté abiertos a lo que el Espíritu Santo quiera de nosotros.
AMEstaún. Muchas gracias