3 de julio de 2017 CASA GENERAL

Celebración de despedida en honor de Iolanda Gallo

El día 26 de junio, la Administración general organizó una despedida en honor de Iolanda Gallo, que accedió a su jubilación el 30 de junio después de 24 años de servicio al Instituto.

“Pensaba que nunca iba a llegar este momento, pero aquí está finalmente”, afirmó Iolanda, que trabajó en la recepción de la Casa general desde 1993. “Me duele el corazón al dejaros aquí a todos”.

En el jardín central de la Casa general, el Superior general, hermano Emili Turú, recordaba al personal y a los miembros de la Administración general que Iolanda había pasado más de un tercio de su vida en esta Casa del Instituto.

“Es la persona que ha visto y oído tantas cosas y que ha visto pasar con el tiempo las diferentes formas de comunicación: el correo postal, el fax, el teléfono, el correo electrónico…” comentaba el hermano Emili y recordaba la anécdota del día que Iolanda recibió una llamada telefónica de Camerún diciéndole que un “cierto hermano Emili Turú estaba hospitalizado y necesitaba urgentemente dinero”, aunque ella sabía que estaba en la Casa general.

“Este día representa un nuevo comienzo para usted, y esperamos sea alegre y hermoso”, le dijo a Iolanda, que se traslada a Marsella, Francia, para vivir con su hermana.

Iolanda, que ha sido probablemente la primera mujer a ostentar un puesto “visible” en la Casa general, ha conocido cuatro Superiores generales, cientos de hermanos, laicos y visitantes.

El hermano Emili regaló a Iolanda una estatua de nuestra Buena Madre deseándole que “la espiritualidad marista le acompañe siempre” y leyó para ella una tradicional bendición irlandesa: “Que el camino se abra para recibirte; que el viento sople siempre a tu espalda; que el sol caliente siempre tu rostro; que la lluvia caiga suavemente en tu tierra y hasta que nos volvamos a ver que Dios te tenga en la palma de su mano”.

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