
Colaboración para la Misión Internacional
Doris Miño Pérez, de 18 años, es una exalumna marista boliviana, que desde muy niña siempre mostró interés por el trabajo social, especialmente las comunidades indígenas. Ahora, a través del departamento de Colaboración para la Misión Internacional (Cmi), se encuentra en Brasil haciendo pastoral socioeducativa en las escuelas maristas Champagnat de Terra Vermelha y Nossa Senhora da Penha, en el Estado de Espírito Santo, donde estará hasta diciembre de 2019.
La joven, de la provincia Santa María de los Andes e hija de laicos maristas ecuatorianos, nos cuenta qué es lo que le inspiró a hacerse voluntaria:
"Para poder ser voluntaria internacional participé en retiros para líderes y charlas con los Hermanos Maristas. También me inspiré en mis padres y en mi hermana Laura, que fue voluntaria en Brasil, África y Chile. Fueron sus ejemplos los que me motivaron. Y a medida que iba creciendo, física y espiritualmente, sentí el llamado de Dios", recuerda Doris, que desde marzo de este año, reside Terra Vermelha (Brasil) con la familia marista.
Sobre su experiencia de vida en el nuevo contexto cultural, la joven voluntaria destaca la acogida y el afecto del pueblo brasileño, además de la oportunidad de contribuir con la Pastoral Juvenil Marista (PJM) e interactuar con los estudiantes.
Doris participó en la Jornada Provincial de las Juventudes, realizadas del 17 al 23 de junio, en Brazlândia (DF), donde pudo dialogar sobre su experiencia de voluntariado, visitar la Oficina Central y conocer la estructura administrativa de los Maristas de Centro-Norte y la ciudad de Brasilia (FD).
"Antes de hacer esta elección, es fundamental conocer nuestro país. El voluntariado implica crear vínculos entre culturas, aprender y ayudar. Los valores maristas marcan la diferencia, humildad, sencillez y modestia. Es también necesario estar orientado hacia el servicio y el amor al prójimo”, expresó la joven marista.