Colegio San Henry de los Hermanos Maristas
Hace cinco años, tres alumnos del Colegio San Henry de los Hermanos Maristas viajaron a Sunday’s River Valley, en Cabo del Este, para ayudar a dirigir un campamento de verano organizado por los Hermanos Maristas y las Hermanas de la Misericordia. Desde ese momento, hemos venido interactuando con ciento de niños de asentamientos formales e informales de la zona de Addo, enseñándoles deportes, informática, culinaria, arte y artesanías, además de otras actividades.
Los Hermanos Maristas y las Hermanas de la Misericordia participan activamente en esta área, ayudando a los pobres y a las escuelas locales, proporcionándoles el apoyo que necesitan.
Muchas familias se encuentran extremadamente enfermas y hambrientas. Hay niños cabeza de familia, niños huérfanos y niños que son abusados y nadie se preocupa por ellos.
Si bien los hermanos y las hermanas hacen todo lo que está al alcance de sus manos para ayudar a las personas de esta comunidad, no dan abasto ya que están en una zona donde hay demasiadas personas necesitadas.
Con el pasar de los años, hemos podido contar con la ayuda de los alumnos de San Henry, y hemos promovido el trabajo de los Hermanos Maristas y de las Hermanas de la Misericordia, allí donde podemos, en Sunday’s River Valley. Hemos organizado y conseguido patrocinio y donaciones de compañías y escuelas en Sudáfrica, al mismo tiempo que seguimos estudiando para nuestros cursos.
Cada año tratamos de mejorar lo hecho el año anterior. Al final de 2012, contamos con la ayuda de muchos y, especialmente, de los Colegios Maristas de San Henry (Durban) y de San Joseph (Ciudad del Cabo). San Henry donó más de 200 pares de medias y de artículos deportivos, y San Joseph más de 300 pares de zapatos y 100 regalos de navidad, que Ram Hand to Hand Couriers transportó sin costo alguno.
Resulta imposible describir la expresión del rostro de un niño cuando le calzas un zapato nuevo, sabiendo que nunca antes se ha puesto zapatos. Dar regalos de navidad a los niños, teniendo presente que será lo único que recibirán, fue una experiencia que hizo que nos sintiéramos muy humildes. Sentimos una profunda tristeza al saber que no tenemos, nunca jamás tendremos suficientes regalos, suficiente comida o ropa para todas estas familias. La realidad es que hay demasiadas personas necesitadas.
Estamos muy agradecidos con los Hermanos Maristas y con las Hermanas de la Misericordia por todo lo que hacen en el mundo entero, pero especialmente por lo que hacen en Sunday’s River Valley. Gracias a ellos, hemos podido tocar la vida de cientos, quizás, miles de niños.
En el último campo de verano que tuvimos en diciembre, en el campo informal de Langbos, alcanzamos un número record de participación. Nos sentimos orgullosos de contarles que todos los que participaron pudieron jugar, pasar un rato agradable y, esperamos, olvidar, por algunas horas, sus adversidades.
Si bien la muerte es algo común en la zona de Addo, estamos profundamente entristecidos por la pequeña Jo-Anne, una niña de 6 años, con todo el futuro por delante, que murió inesperadamente de meningitis el pasado 29 de diciembre. La conocíamos desde que tenía dos años. Ella nos acompañó desde nuestras primeras aventuras en Addo. Nunca olvidaremos su sonrisa.
Quisiéramos agradecer a todos aquellos que han ayudado a las Hermanas de la Misericordia y a los Hermanos Maristas y, especialmente, quisiera mencionar a los Colegios Maristas San Henry y San Joseph y a Ram Hand to Hand Couriers.
Jo-Anne y otros niños como ella, son la razón por la que seguimos luchando. Y así no hubiéramos podido salvarla, sí que podremos dar esperanza a cientos de niños.
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Jason Grieve (Delegado de la escuela -Clase 2007)
Matthew Woods (Deputado de la escuela-Clase 2010)
Patrice Madurai (Delegada de la escuela – Clase 2010)
Adam Watson (Clase 2007)