22 de febrero de 2012 GUATEMALA

¡Como Hermanos, profetas de comunión!

Con un tiempo sumamente agradable y rodeados de una espléndida vegetación tuvo lugar, en la ciudad de Guatemala, el encuentro de superiores locales, o animadores comunitarios, durante los días 10, 11 y 12 de febrero. Asistieron a la convocatoria todos los representantes de las 21 comunidades, a excepción del de Cienfuegos (Cuba), que participaba en esos momentos de un curso en El Escorial.

Las sesiones de trabajo estuvieron presididas por el H. Hipólito Pérez, provincial de América Central. El reparto del tiempo fue el adecuado y la metodología adoptada, también. El día comenzaba a las 6.30 con la Eucaristía, unas veces en la casa y otras en la vecina parroquia de María Auxiliadora. La oración nos congregaba, además, tres veces durante el día: en la mañana, al mediodía y en la tarde. Todas las preces estaban previamente preparadas, nada quedó a la improvisación del momento. El tiempo después de la cena se dedicó al intercambio fraterno, al juego de cartas y a la proyección de dos interesantes películas.

Las sesiones de trabajo ocuparon un tiempo flexible de unas cinco horas diarias. Iniciamos presentando la realidad de cada comunidad, expresada de forma anónima en cuatro papelitos redondos, de distintos colores. En cada uno de ellos se iban colocando sucesivamente las fortalezas, límites, oportunidades y aspectos que debían potenciarse. Siguió una reflexión sobre mi ser de animador, un artículo de Jean Vanier, consistente en un estudio de introspección personal, fortalezas y debilidades, sentimientos predominantes en la misión del animador en los tiempos actuales. Otro artículo que cobró nuestra atención fue el de Antonio Guerrero, "Reestructuración con espíritu", sobre cómo situarnos y cómo actuar en el mundo que vivimos. El escrito que suscitó más interés fue el artículo de Enrique Martínez Lozano sobre "El cambio religioso como oportunidad para el despertar espiritual", tema que nos dejó un cúmulo de interrogantes sin respuestas fáciles.
El penúltimo día del encuentro se dedicó a reflexionar sobre nuestra vida comunitaria, haciendo especial hincapié en la práctica de las pequeñas virtudes, según el P. Champagnat, que sin duda son los pilares de la vida de familia en comunidad. En este tema recibimos buena ayuda del H. Rodrigo Cuesta. Trabajamos también en un plan trienal de formación para animadores comunitarios. Sin haberlo dejado finalizado sí se dieron las pautas que se consideraron más importantes. Los HH. Carlos Vélez y Daniel Martín nos expusieron las líneas generales del nuevo modelo de pastoral y de pastoral vocacional.
Un momento interesante del encuentro fue la comparecencia del H. Gilber Barillas, actualmente en Tailandia. En su charla nos habló también de los HH. que se encuentran en la misión "ad gentes" y de la organización que tiene esa experiencia. Le vimos lleno de ilusión y de optimismo. Sólo le deseamos que siga así y llene su vida con su entrega generosa por la causa del Reino.

Como es tradición entre nosotros, las últimas palabras correspondieron al H. Provincial, quien tuvo a bien satisfacer nuestro deseo de conocer las últimas noticias provinciales. También contribuyó a darle algo de peso a nuestras maletas con la distribución de algunos materiales para las comunidades.

Terminamos dando las más sinceras gracias a todas las personas que han contribuido a que nuestra estancia haya sido agradable y provechosa.

Atentamente,

H. Felipe Vegas

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