31 de mayo de 2017 ITALIA

Comunidades internacionales para un nuevo comienzo

El segundo grupo de hermanos y laicos destinados a las Comunidades Internacionales para un Nuevo Comienzo del Programa Lavalla200> inició su formación a finales de abril. Residirán en San Martino a Monte, Italia, hasta finales de junio. Luego irán a los lugares maristas, en Francia, donde cerrarán esta etapa. El hermano Mario Meuti, uno de los participantes, nos describe la experiencia vivida en estas últimas semanas.

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Después de unos días de estancia en Roma, nos trasladamos a San Martino a Monte, municipio de Poppi, en la Toscana, el viernes 5 mayo. Ocupamos las “Casas nuevas” un grupo de casas propiedad del antiguo monasterio de Camaldoli, recientemente reformadas, bien decoradas, adaptadas para recibir familias durante las vacaciones. El paisaje es hermoso con sus típicas colinas toscanas. La ciudad de Bibbiena, con centro comercial y todos los servicios necesarios, incluyendo el hospital, se encuentra a pocos minutos de viaje en coche. 

Estamos divididos en 4 fraternidades de hermanos y laicos con presencia de una figura femenina en cada fraternidad. Incluso los traductores y los invitados que animan la reflexión y orientan nuestra experiencia como grupo se integran en alguna de estas fraternidades. Cada grupo dispone de autonomía económica y organizativa: cocina, oraciones, gastos, organización de la casa y tiempo libre. Oficialmente utilizamos dos idiomas: español e inglés, pero realmente la realidad es otra: coexisten al menos 5 lenguas, costumbres y mentalidades muy diferentes y se produce un buen desafío al tener que convivir 10 nacionalidades de los 5 continentes y fuertes diferencias generacionales, ya que las edades oscilan entre la edad de la joven australiana Juliana, 24 años, y los 72 de la persona mayor. Al principio alguno estaba preocupado por pasar de los 60 años, pero pronto se dio cuenta de que gozaba de buena compañía…

Cada día tenemos juntos varias sesiones de formación: dos sesiones por la mañana (de 9.00 a 12.30) y otra por la tarde (15,30 a 17.00), dirigidas por personas de gran profundidad y bien seleccionadas. Empezamos nuestra formación con tres días destinados al autoconocimiento mediante el Eneagrama animado por el hermano Lluis Serra; siguieron otros tres días dedicados a profundizar el discernimiento personal y comunitario, bajo la dirección (¡por supuesto!) de un especialista jesuita, el Padre Michael Pavulraj, de la India, profesor de la Gregoriana. Luego nos llegó Louise Evans, originaria de Gales, que vive en Florencia y que desde hace veinte años imparte cursos y sesiones de formación sobre las relaciones en entornos interculturales, a ejecutivos y empresarios de empresas multinacionales. Es una gran experta en la llamada comunicación no violenta y es consultora de compañías de renombre.

En esta tercera semana estamos realizando dinámicas de nuevas relaciones y estímulos que involucran no sólo la esfera intelectual sino sobre todo la emocional y hacemos ejercicios orientados a descubrir el tipo de liderazgo que se utilizará en las nuevas comunidades. Aquí nos encontramos viviendo hermanos acostumbrados a tener un superior y un conjunto de normas comunes, y hombres y mujeres jóvenes, de otra generación y cultura diferente que nos piden vivir el carisma marista en plenitud. Nos ayudan en estas dinámicas, el Padre Tim Norton, australiano, misionero del Verbo Divino y actualmente director del Centro de Nemi y la Hermana Salomé Labra Madariaga, chilena, Sierva Misionera del Espíritu Santo.

El objetivo que se persigue con esta formación es el de vivir ya en circunstancias similares a las que encontraremos en las comunidades que estamos llamados a formar dentro de pocos meses: hermanos y laicos en igualdad de condiciones con el común deseo de vivir la vida marista. Hasta ahora, todo se centra en aprender a vivir juntos y a enriquecernos con nuestra diversidad (considerable). En los próximos días, seguramente se pondrá más atención a la misión: sabemos que queremos vivir el "nuevo comienzo", por lo cual muchos de nosotros irán a crear una presencia marista en lugares totalmente inexploradas o a reforzar comunidades recién creadas… En ambos casos se trabajará en entornos alejados de nuestras culturas y se construirán proyectos con niños y jóvenes marginados, a los que no se les reconocen sus derechos y que son vistos como “problema social”.

Pero, por el momento, estamos centrados en el presente y disfrutamos de estos días, en los que no faltan tiempos libres y fines de semana de descanso, vividos mayormente en la propia fraternidad. Aquí todo se ve hermoso, pero… ¡la aventura solo acaba de empezar!

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H. Mario Meuti 

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