4 de octubre de 2019 BRASIL

Conciencia ecológica integral

La presencia marista en la Amazonia tiene más de 100 años. Dado que fue en 1903 cuando los hermanos misioneros – provenientes de la Provincia de Aubenas, en Francia – se establecieron en Belém do Pará, que dio origen a la Provincia de Brasil Norte, que hoy en día pertenece a Provincia Brasil Centro-Norte. Siguiendo elimpulso misionero promovido por el Concilio Vaticano II, desde 1967, varias provincias maristas de Brasil han abierto comunidades misioneras en diversas partes de la Amazonía brasileña, a menudo compuestas por hermanos y laicos. Muchas de estas comunidades se unirán para dar origen al Distrito Marista de la Amazonia (2002) que, en 2015, pasará a formar parte de la Provincia Brasil Sur-Amazonía.

Provincias maristas en la Amazonía

En el contexto actual, 4 provincias maristas forman el territorio de la Amazonía Internacional. La Provincia Brasil Sur-Amazonía mantiene comunidades en Cruzeiro do Sul – Gregório, Labrea, Manaus y Boa Vista. Estas comunidades también reciben misioneros de las Provincias Brasil Centro-Sul y Brasil Centro-Norte. La Brasil Sur-Amazonía también alberga en su territorio a la Comunidad Internacional marista del proyecto Lavalla200> en Tabatinga.

La Provincia Brasil Centro-Norte, además de apoyar proyectos interprovinciales en la región, promueve comunidades y/o escuelas en Belém, Balsas y Palmas.

La provincia de Norandina atiende a los jóvenes indígenas de Ecuador en el Colegio Internado Intercultural y bilingüe, Abya Yala, en Lago Agrio – Sucumbios. Las Hermanas Carmelitas Maristas del Sagrado Corazón colaboran con los Maristas. Se ocupan de manera integral de la formación de 140 adolescentes y jóvenes de las naciones Cofãn, Kichwa, Siona, Secoya y Shuar. También están presentes en Venezuela, donde tienen una escuela en el pueblo de Sabra Catalina, cuya mayoría de estudiantes son criollos. Se encuentra en el delta del río Orinoco, una región que también se considera que pertenece al bioma amazónico.

La Provincia de Santa María de los Andes tiene una casa de acogida y acompañamiento escolar para adolescentes indígenas del Perú que estudian en Puerto Maldonado. También la Universidad Champagnat de Lima desarrolla un proyecto bastante organizado para la capacitación de educadores indígenas de la Amazonía peruana.

Necesidad de una nueva actitud económica, social, educativa y pastoral

La preocupación por la sostenibilidad y la preservación del planeta es una realidad que afecta a toda la humanidad. La región amazónica, que abarca Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam, Guayana Francesa y Brasil destacan por pedir a gritos una nueva actitud económica, social, educativa y pastoral.El grito que viene de la Amazonía no sólo se refiere a su autopreservación, sino también a las condiciones de vida en la Tierra. Si los ecosistemas amazónicos siguen deteriorándose, la calidad de la vida humana a nivel global se verá comprometida.

Vale la pena recordar que el Amazonas posee una extensión superior a 7 millones de km² y corresponde al 5% de la superficie de la Tierra, el 40% de América del Sur y contiene el 20% de la reserva mundial de agua dulce no congelada. Alberga el 34% de las reservas forestales y una gigantesca reserva de mineral. Su diversidad biológica de ecosistemas, especies y germoplasma es la más intensa y rica del planeta: alrededor del 30% de todas las especies de fauna y flora del mundo se encuentran en esta región. Asimismo, es inmenso su potencial de recursos para la medicina.

La mayor riqueza de la Amazonía, sin embargo, es su socio diversidad. Se estima que alrededor de 34 millones de personas viven en su territorio, tanto en las ciudades como en la foresta. Son muchos los niños y jóvenes. Se calcula que la población indígena en 3 millones de personas pertenecientes a 390 pueblos conocidos y casi 130 "Pueblos Indígenas en situación de aislamiento voluntario". Los datos estadísticos indican que existen aproximadamente 240 lenguas habladas (49 familias lingüísticas), numerosas expresiones culturales cargadas de espiritualidad, formas de relacionarse con los recursos naturales y cosmovisiones que integran persona-territorio-ancestralidad-divinidad: futuro desde el punto de vista del buen vivir.

Sin embargo, la Amazonia sufre a causa de un modelo económico que beneficia el lucro por encima de la vida de la gente y el respeto por la naturaleza. Los grandes proyectos de desarrollo no benefician a la vida humana. Prácticamente todos los gobiernos de los países amazónicos, alineados con las corporaciones internacionales, tienen políticas que responden a la avidez del neocapitalismo que agota el bioma y penaliza al planeta. Muy fácilmente se someten al poder de los agronegocios, de las empresas madereras y de las empresas mineras. El deseo por el bioma amazónico es desenfrenado y el resultado es la destrucción de los bosques, la contaminación del agua y del aire, el calentamiento global y el asesinato de los líderes que luchan por la preservación de las culturas nativas y los bosques.

Se necesita, por lo tanto, una convocación urgente a favor del cuidado de la Amazonía y sus habitantes, para que toda la humanidad pueda beneficiarse.

La preocupación de la Iglesia

En el continente americano, los Obispos de América Latina, reunidos en Aparecida, en el 2007, pidieron "crear conciencia en las Américas sobre la importancia de la Amazonía para toda la humanidad" (Documento de Aparecida – Texto final de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, n. 475).

El Papa Benedicto XVI en su discurso a los jóvenes en São Paulo denunció la "devastación ambiental de la Amazonía y las amenazas a la dignidad humana de sus pueblos" (Mensaje a los jóvenes en el estadio Pacaembu 2, 10 de mayo de 2007, cf. Documento de Aparecida 85)

Esta preocupación ha sido ratificada por el Papa Francisco en su Carta Encíclica Laudato Si', cuando enfatiza la necesidad de cuidar la Amazonía y la selva tropical del Congo (LS, 38). El mismo Papa Francisco visitó la Amazonía y dialogó con los pueblos indígenas en Puerto Maldonado – Perú, en enero de 2018. Esta aproximación a las realidades amazónicas forma parte de la preparación del Sínodo especial de los Obispos sobre la Amazonia: Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral (Roma, octubre de 2019). El hecho de que el Sínodo para la Amazonia se realice en el Vaticano señala la importancia del tema para toda la Iglesia y, por qué no decirlo, para toda la humanidad que está llamada a cuidar de nuestra "Casa Común".

Maristas de Champagnat

Los maristas de Champagnat están muy comprometidos con las causas amazónicas. Este compromiso se manifiesta en su larga historia misionera en la región. En el contexto actual, esta misión se enriquece, entre otras, por la decidida actuación marista en la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, desde su fundación en 2015, y en la variada actividad preparatoria del Sínodo para la Amazonía. Esta preparación consistió en cientos de encuentros para escuchar a los pueblos en sus contextos territoriales.

También hay proyectos maristas de inserción en las realidades amazónicas emergentes, como la formación de la conciencia amazónica en el contexto cercano y global, el cuidado de los niños y jóvenes indígenas, ribereños, migrantes en contextos urbanos. También destaca el interés internacional del Instituto Marista al insertar la Amazonía en los planes de las comunidades interculturales – Lavalla200> – compuesta por Hermanos, laicos y laicas de diferentes regiones del Instituto.

La invitación a cuidar el bioma amazónico se extiende al cuidado de todo el espacio geográfico, ya que todo está conectado. Pide tratar con respeto las identidades de cada bioma y toda la vida que se mueve en cada una de ellas. Esta diversidad y esta conectividad es lo que le da al Planeta Tierra su belleza y la convierte en un hogar grande y acogedor para todos.

En este tiempo tan favorable para nuestra conversión ecológica, como maristas, queremos actualizar la intuición mariana del Papa Pablo VI cuando envía un mensaje a los obispos reunidos en Santarém (Brasil) en 1972: "Pablo VI recogió de los labios de María el feliz precepto de las bodas de Caná: "Hagan lo que Él les diga" y preguntó "¿Qué es lo que Él nos dice ahora? Él señala el Amazonas" (Discípulos Misioneros en la Amazonia, p. 46).

Que en la dinámica del Sínodo para la Amazonia, San Marcelino Champagnat nos ayude a " Crear una conciencia ecológica integral en todas nuestras comunidades y las diferentes áreas de la misión y desarrollar políticas en todos los niveles del Instituto que fortalezcan nuestro compromiso con el cuidado de nuestra casa común (Mensaje del XII Capítulo General)". Y estar más conectado con el Dios de la Creación y todas sus criaturas.

H. João Gutemberg, fms

Provincia Brasil Sul-Amazônia

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