Consejo general ampliado con las Provincias del Arco Norte (2)
La metodología que han seguido los hermanos en el encuentro del Consejo general ampliado con las provincias del Arco Norte gira en torno a tres acciones: ?Ver, juzgar y actuar?. Los trabajos de esta jornada se encaminaron a ?ver? la realidad concreta de la región. Durante la primera sesión de la mañana se trabajó en grupos interprovinciales para conseguir una visión de conjunto de cómo están constituidas las Provincias que conforman el Arco Norte. Para ayudar en esta reflexión se utilizó un cuaderno en el que se habían recogido algunos datos de cada Provincia: número de hermanos, pirámide de edades, número de comunidades, número de obras y presencia de hermanos en las mismas, primeras profesiones y profesiones perpetuas en los diez últimos años, etc.
En el plenario se ha afirmado que el Arco Norte es una región con alto índice de edad y envejecimiento de los hermanos, especialmente en el norte, pero al mismo tiempo es joven y compleja; joven porque está iniciando sus primeros pasos de regionalización y en estos momentos necesita definir su identidad; compleja porque en ella se dan tres realidades diferentes. Es una región con vitalidad, con posibilidades y con futuro pues cuenta con 868 hermanos de los cuales 200 tienen menos de 50 años, pero tiene necesidad de acciones urgentes.
La misión marista en el Arco Norte, por su parte, está viva y vigente. Existe gran atracción del carisma marista entre los laicos y los jóvenes. La participación y formación de laicos en la misión es cada día mayor. Se pueden apreciar en la región signos de fidelidad, de vida entregada y de celo apostólico.
Por otra parte, se destaca la gran riqueza de la diversidad en lenguas, apostolados, fraternidades y destinatarios. Diversidad en edades, misiones, vida comunitaria, vocaciones, historia, contextos culturales, economía y número de hermanos. La riqueza cultural de la región suscita un gran desafío para abrirse y crear la región, pero se tiene clara la conciencia de que ?somos parte de un todo?. Se comprueba también la falta de vocaciones y la necesidad de una pastoral vocacional.
La segunda sesión de trabajo de la mañana se dedicó a ver cómo se están animando las Provincias de esta región para tener un conocimiento global de las mismas. El documento de apoyo que se ha utilizado ha sido una síntesis de las prioridades provinciales de animación de cada Provincia definidas en diversas instancias provinciales. Finalmente, se ha compartido en grupos interprovinciales la manera cómo se lleva a cabo la animación en cada una de las Unidades administrativas.
Reflexión del hermano Seán Sammon, Superior general
El segundo verbo que define la metodología de trabajo que se está utilizando en la reunión es ?juzgar?. Para motivar esta actividad, el H. Seán Sammon, Superior general, ha dirigido la palabra a la asamblea. Ha comenzado recordando que la situación actual es similar a la de 1903, cuando los hermanos tuvieron que tomar la decisión de abandonar Francia. En aquella ocasión, el H. Superior general reunió a los escolásticos para decirles que podían volver a sus casas o bien pedir permiso a sus padres para viajar a países lejanos. Muchos hermanos escolásticos decidieron irse a vivir fuera de Francia. Aquella situación supuso para aquellos hermanos jóvenes participar en una verdadera reestructuración.
Ante la nueva situación que se presenta para el Arco Norte, una de las preguntas que debemos hacernos, ha dicho el H. Seán, es qué preguntas y qué repuestas daría Champagnat. En los comienzos del Instituto, Marcelino no tenía dinero, ni vocaciones, pero tenía un sueño. Hoy, en el mundo marista, con unos 40.000 laicos y casi 4.000 hermanos, el Instituto toca el corazón de unos 500.000 niños y jóvenes. ¿Dónde estaremos dentro de 20 años? ¿Dónde tenemos que estar? ¿Tenemos el corazón dispuesto para cambiar un futuro que nosotros no vamos a ver? Para responder a estas preguntas necesitamos un cambio de corazón, ha puntualizado el H. Seán. Y a continuación dirigió la mirada hacia el camino de la reestructuración ya realizado. ?La reestructuración, de una u otra manera, ha existido siempre en nuestro Instituto.? El proceso ayudó a muchos. Hubo Provincias que encontraron vitalidad y viabilidad para sus proyectos. También hubo errores que se pueden identificar. No todos los hermanos fueron felices con lo que se hizo; todavía hoy hay discusiones. El cambio puede conducir a situaciones incómodas; por eso, antes de tomar decisiones hay que buscar, mediante un sereno discernimiento, lo que Dios quiere hoy para el Instituto. Y agregó el H. Seán: ?Champagnat era un hombre enamorado de Dios que se puso a la escucha del Espíritu Santo, como María, y dio una respuesta valiente. Hoy nosotros somos herederos de su carisma, y la decisión que tomemos ahora es de tanta trascendencia como la que tomó Marcelino en 1817.?
Tras una breve pausa, el H. Seán reanudó su charla en la que aludió a algunas actitudes necesarias en las personas para poder llevar adelante la regionalización. En primer lugar afianzar la identidad institucional. Cuando nos preguntan por nuestra identidad, hablamos de lo que hacemos. Pero tenemos que testimoniar nuestro ser y no solamente nuestro hacer. Al mismo tiempo que hablamos de nuestra misión, también tenemos que hablar de nuestra manera de vivir.
En segundo lugar, la regionalización exige sacrificio y vida de oración. La ?santa indiferencia? y el sacrificio son imprescindibles para afrontar los desafíos que plantea el trabajo de la reestructuración.
La respuesta personal
La segunda sesión de trabajo de la tarde se dedicó al discernimiento personal en ambiente de oración. La propuesta que se hizo iba encaminada a descubrir cuál es el aporte personal que cada uno ha de hacer a la región. Para ello se propusieron a los participantes dos preguntas: ¿A qué te está llamando el Señor, a ti personalmente, en este momento de la región Arco Norte? ¿Cuál es, para ti, la llamada que Dios dirige a esta región marista en este momento?
La jornada concluyó con la misa presidida por el Cardenal de Guadalajara Juan Sandoval. En su homilía dirigió un saludo a los hermanos al mismo tiempo que recordaba sus años de servicio a los maristas como capellán. Posteriormente compartió la cena con los hermanos.