Cuidado pastoral de los hermanos jóvenes
El trabajo realizado por los Consejos provinciales de Brasil y el Cono Sur marista, acompañados por el hermano Seán Sammon, Superior general y su Consejo, se ha centrado durante toda la mañana (28 de octubre) en una reflexión amplia y detallada de cómo los hermanos Provinciales y sus Consejos realizan la tarea del cuidado pastoral de los hermanos jóvenes.
La reflexión ha venido apoyada por una exposición del hermano Seán acerca de las experiencias de los hermanos jóvenes relacionadas con su visión del mundo, de la Iglesia, de la vida religiosa y de la formación. En primer lugar ha puntualizado que en esto momentos cuando se habla de hermanos jóvenes se hace referencia a los que están entre los 18 y los 35 años, aproximadamente. Todos ellos provienen de un mundo que ha dejado muy atrás lo que se conoció como la era posterior al concilio Vaticano II. Pasando a un análisis de la realidad puntualizó que en este período de la vida se suscitan algunos puntos críticos en la vida de los hermanos jóvenes como el activismo, la sexualidad y amistad, la orientación sexual, la vida de oración personal, la vida de comunidad y la falta de buenos guías. ¿Por qué estar preocupados?, peguntó el hermano Seán: Para entender mejor la situación actual, para descubrir los posibles problemas y para encontrar soluciones tanto en el nivel individual como en el regional o en el de todo el Instituto.
El resto de su intervención estuvo dedicado a recorrer el camino de la vida de los hermanos jóvenes destacando las incidencia más significativas de las épocas de cambio y crecimiento. El objetivo de los primeros años de la vida adulta de los hermanos jóvenes se caracteriza por el aprendizaje de lo que significa ser adulto. En ese momento hay cuatro realidades que preocupan al hermano joven: la identidad, la intimidad, el trabajo, y encontrar guías que le orienten en el desarrollo humano y espiritual.
La sesión de la mañana concluyó con un trabajo personal, primero, y después en grupos, constituidos cada uno de ellos por el Consejo provincial de cada Provincia o Distrito, en el que los hermanos han podido compartir, en un primer momento, la visión sobre de la realidad actual acerca de las cualidades y características de los hermanos jóvenes para descubrir los desafíos a los que los jóvenes deben hacer frente.
Un segundo tema de reflexión de los grupos se ha centrado en los pasos que ha dado la Provincia o Distrito en los tres últimos tres años para responder específicamente a esas preocupaciones e inquietudes de los hermanos jóvenes.
La sesión de la tarde ha dado pie a un diálogo muy enriquecedor de los hermanos con el hermano Seán sobre algunas cuestiones pastorales, que han surgido en el transcurso del trabajo en grupos, relacionadas con el acompañamiento de los hermanos jóvenes. De todos es conocida la competencia profesional del hermano Seán para ofrecer orientación a las personas de diversos estados de vida sobre la vivencia de la sexualidad y en especial a aquellas que han optado por la vida religiosa. Uno de los aspectos en que los jóvenes religiosos necesitan orientación y acompañamiento es sobre la vivencia de su sexualidad. Por esta razón los hermanos participantes en el encuentro han compartido sus preocupaciones ante las dificultades que se suscitan en la práctica pastoral relacionadas con la vivencia de la sexualidad y la castidad.
Durante la segunda parte de la sesión de la tarde se iniciaron los trabajos previstos en el programa sobre misión y laicado. Fundamentalmente se ha detenido la atención sobre la Asamblea internacional de misión, realizada en Mendes, y sobre los encuentros de formación de hermanos y laicos tenidos en Les Avellanes y Quito. Los hermanos han tenido la oportunidad de compartir sobre el impacto de estos acontecimientos en las respectivas Provincias así como la continuidad que se les está dando en los programas provinciales. En pequeños grupos interprovinciales se han destacado los desafíos que plantean estas acontecimientos para el futuro de las Provincias y Distritos.