Desarrollo de la formación profesional en Kisangani
La Escuela Secundaria Técnica e Industrial de Chololo está ubicada en la Provincia Oriental del Congo, en los alrededores de Kisangani, que es la tercera ciudad más grande del Congo. Kisangani fue terriblemente destruida durante la Guerra que tuvo lugar en Congo de 1998 a 2003. Desde aquella época hasta hoy Kisangani fue declarada en francés “La ville martyre” es decir “la ciudad martirizada” por las armadas de Ruanda y de Uganda que lucharon en Congo. Este pueblo perdió vidas y bienes. Y esto hizo que la gente de esta ciudad sea pobre y a pesar de que la guerra haya terminado, la economía del país en general no se está recuperando rápidamente. Por otra parte, el Gobierno no presta particular atención a las escuelas y muchos niños no la frecuentan; y los que van, no tienen buenas condiciones de estudio.
La Escuela Secundaria Técnica e Industrial de Chololo, creada en 1954 por los Hermanos Maristas, fue la primera escuela técnica en la Provincia Oriental del Congo. A causa de algunos problemas, los Hermanos Maristas dejaron la escuela en 1977 y se pasó la gestión de la misma a la diócesis. A causa de la situación policía y económica del país, la escuela no recibía subsidios y muchas de sus infraestructuras no fueron bien mantenidas. Como si esto no fuera suficiente, la escuela está atrás de un campamento militar y fue alcanzado por balas y bombas durante la guerra que tuvo lugar en el Congo desde 1998 a 2003. Como es la escuela técnica más grande en la ciudad de Kisangani, la misma acoge a más de 2000 alumnos cada año, chicos y chicas, especialmente de familias pobres. Los alumnos reciben una formación en varias áreas técnicas: electricidad, carpintería, albañilería, automóviles, mecánica general. Para poder ayudar a los alumnos de esta ciudad, el consejo provincial de los Hermanos Maristas de PACE decidió retomar la escuela este año 2010-2011.
La escuela tiene 39 aulas que están distribuidas en 6 grandes edificios.
Desgraciadamente, los Hermanos Maristas encontraron la escuela en un estado crítico. Casi 500 alumnos no tenían un pupitre y un banco donde sentarse, muchas aulas no tenían electricidad, faltaban las puertas, las ventanas y las pizarras, y toda una parte de los equipos ya era obsoleta. Esto desanima a los alumnos que dejan la escuela después de dos o tres meses de estudios. Con la asistencia de FMSI los Hermanos Maristas están tratando de resolver esta situación.