Dios nos llama a vivir
Desde el 18 de julio a la tarde hasta el 22 a la mañana, tuvo lugar en el Monasterio de Santa María de Bellpuig de Les Avellanes un retiro provincial para laicos/as y hermanos. Sesenta y cinco personas venidas de Grecia, Francia y Cataluña; hermanos, laicos y niños respondieron a la invitación que les había hecho en el mes de enero el hermano Provincial “con el deseo de animarte personalmente a participar en este retiro, para que sea una ocasión, como laico o como hermano, de profundizar tu vocación, de dejarte tocar por el Dios de Jesucristo y de enriquecerte compartiendo la vida. DIOS NOS LLAMA A VIVIR”. Los testimonios orales y escrito de los participantes muestran que estos objetivos fueron alcanzados. Compartimos algunos de ellos:
“Tiempo fuerte vivido en un marco lleno de historias de vivencia y experiencia marista. Hemos venido a beber de la fuente. Este encuentro hermanos/laicos de diferentes horizontes y lenguas ha sido una gran riqueza. Id y decid a todos lo hombres, el Reino está en medio nuestro”.
“Lo que he vivido durante estos días en Avellanes ha sido la comunión de laicos y hermanos. Hemos dado vida a las proposiciones del Capítulo, no a partir del documento sino a través de los pequeños gestos de cada día, la comunión de una mirada, de una sonrisa. El sentimiento de unión que nace de rezar juntos, de cantar juntos, de compartir la mesa… Cuando vuelva a casa, a mi realidad, seguiré sintiendo la fuerza que me da el hecho de saber que en los diferentes lugares de la Provincia del Hermitage hay personas que, como yo, han hecho la opción de seguir a Jesús según el modo marista, que quieren vivir sus vidas según el estilo de Champagnat y que esto se realiza a partir de opciones de vida diferentes pero en el mismo espíritu”.
“Fue para mí un tiempo de encuentro con Dios, con los otros. Un tiempo de escucha, de acogida y de disponibilidad, un tiempo de oración y comunión. Fue un tiempo que ha permitido a los hermanos y a los laicos caminar juntos un trozo del camino, siguiendo a María y Marcelino”.
“Este retiro conjunto nos ha permitido compartir momentos de silencio, de oración, de convivialidad. Hemos practicado la “simbiosis” (vivir juntos) hermanos y laicos, lo cual no es siempre fácil pero que demuestra ser siempre enriquecedor”.
“Siento que Dios, Padre y Madre de todos, me acompaña y cada día me hace el regalo de momentos llenos de eternidad, mágicos, siempre para poder compartirlo con los otros. Me voy con renovadas fuerzas y me sería muy fácil repetir la experiencia”.
La riqueza y la profundidad de los testimonios son impresionantes así como el sentimiento de gratitud. Ana Sarrate, laica marista de la Provincia Ibérica y co-directora del Secretariado de los laicos del Instituto ha tratado el tema central y el Padre Gil Parés, capuchino, ha vivido con nosotros estos días, haciéndonos compartir además el pan y el vino eucarísticos. Gracias a los dos. Gracias igualmente a los niños y adolescentes. Este retiro ha sido propuesto por el Secretariado Comunión hermanos y laicos. Este Secretariado agradece a todos los que han participado en el retiro y han hecho posible este encuentro con Dios y de comunión entre hermanos y hermanas.
El hermano Maurice que nos acompañó el último día, decía en su carta de invitación: “Que la participación en este retiro sea para ti una ocasión de compartir y de vivir con audacia el carisma marista, bajo la acción del Espíritu, viviendo al modo de María. ¡Que Ella te acompañe y te bendiga!”
Así ha sido y por esto damos gracias a Dios.
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Hermano Miquel Cubeles