17 de junio de 2011 CASA GENERAL

Doctrina Social de la Iglesia

El año 2011 fue declarado por el Consejo de Ministros de la Unión Europea como Año Europeo de las Actividades Voluntarias para promover la  ciudadanía activa.

Desde una perspectiva cristiana, el voluntariado se inspira en los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, como son la dignidad de la persona humana, el bien común, la subsidiariedad y la solidaridad, y sigue los valores de la verdad, libertad, justicia y paz, trabajando por el desarrollo integral de la persona humana.

El Voluntariado está abierto a todos aquellos que se sientan particularmente motivados por su consciencia a ofrecer a la comunidad un tempo, en gratuidad, al servicio de los otros. Esto es particularmente verdadero para los cristianos.

La vivencia espiritual cristiana, marcada por la cultura de la gratuidad, crea una disponibilidad interior hacia los otros, hasta la radicalidad de la entrega, para servir las necesidades reales de las personas que interpelan nuestra consciencia.

Para el cristiano, en diálogo con todas las personas de buena voluntad, la comunión con la Persona de Jesús implica llegar a las causas o raíces de las difíciles situaciones que generan la pobreza, la exclusión, el abandono o la indiferencia. Quien es coherente con la fe cristiana transforma su vida y adopta gestos de fraternidad, busca el conocimiento de las situaciones que hay que socorrer e imagina vías creativas de solución para los problemas.

La atención generosa y gratuita de muchos ciudadanos al bien del prójimo revela una cultura de solidaridad y apertura al otro, capaz de indicar una nueva política nacional e internacional; la verdadera concepción de vida solidaria está llamada a superar los riesgos de nuevas y viejas injusticias. La contribución de un auténtico voluntariado no se limita solamente a las acciones primarias, sino que lucha también por la transformación de la sociedad.

Las iniciativas de voluntariado se sitúan en el espíritu del principio de subsidiariedad y no sustituyen los servicios sociales de los poderes públicos. Dar vida a la subsidiariedad es movilizar la responsabilidad de una ciudadanía activa desarrollando al máximo las energías de la comunidad local y de las redes de proximidad.

El compromiso por la justicia social y la promoción de los cambios estructurales positivos serán factores determinantes de credibilidad de las personas e instituciones dedicadas al voluntariado. Gracias a su carácter de don gratuito, el trabajo voluntario es una plusvalía ética en relación al trabajo remunerado; ambos dignifican el ser humano y se caracterizan por su competencia y organización.

El voluntariado asume una pluralidad de rostros y formas, en el trabajo junto a los que la sociedad olvida, rechaza, maltrata, empobrece, así como en la ayuda a una educación para el servicio y para el desarrollo cultural.

He aquí, brevemente, algunas de las vertientes o aspectos del multiforme voluntariado:

1. El voluntariado unido a movimientos y obras sociales, que ya tienen una larga tradición. Dentro de este tipo se sitúa el trabajo específico en hospitales, en prisiones y en instituciones de solidaridad social, para el cual se exige una preparación adecuada y una integración en las normas de las instituciones en las que actúan.

2. El voluntariado en respuesta a situaciones de personas solas que necesitan visita, compañía y ayuda en diversos servicios. Muchos voluntarios, integrados o no en asociaciones, ejercen un servicio lleno de humanidad y un paciente cuidado de los más abandonados y olvidados.

3. El voluntariado en la educación, bastante importante, sea ayudando a los alumnos a resolver los problemas de la vida real, como participando con las familias y comunidades en las actividades de la escuela: ayudar a hacer los trabajos de la casa, acompañar las visitas de estudio, colaborar en la orientación vocacional, apoyar la construcción o reparación de una determinada estructura o equipo escolar.

4. El voluntariado al servicio de la evangelización, especialmente en las parroquias y movimientos, ejercido en una fecunda y apreciada dedicación de si mismo a la transmisión del Evangelio. Cuenta con millares de voluntarios, gratuitamente empeñados en las diversas acciones eclesiales, particularmente la catequesis, la animación litúrgica, la pastoral familiar, la participación en los órganos de administración y corresponsabilidad pastoral.

5. El voluntariado misionero, cercano al Voluntariado Internacional para la Cooperación, orientado sobretodo a acciones fuera del país, integrado en proyectos de promoción humana y social, en áreas como la educación y formación, la salud, las asociaciones, el apoyo comunitario y social, la capacitación técnica de agentes locales. Trata de ser un signo de fraternidad global, despertando la opinión pública a los temas relacionados con el desarrollo.

6. El voluntariado en la dimensión cultural, que gana cada vez más adeptos. Dedicar los tiempos libres al cultivo de la música, en filarmónicas o grupos corales, a la conservación y promoción del patrimonio, archivos, bibliotecas, museos y otros centros culturales valoriza a quien se dedica a esto y permite poner los bienes culturales a disposición de la comunidad, de modo más rápido y económico.

7. El voluntariado de socorro de emergencia, sobretodo a través de instituciones como los Bomberos, la Cruz Roja y la Caritas, tan atrayente para muchos jóvenes dispuestos a la aventura y el riesgo de la propia vida en ayuda inmediata de situaciones de particular aflicción.

8. El voluntariado en el campo ecológico, que conquistó espacio en la vida contemporánea, tan necesitada de la defensa del ambiente.

9. El voluntariado de los derechos humanos, con especial significado en la defesa de la vida, en la promoción de la justicia y de la paz entre las personas y entre los pueblos.

Se constata que el voluntariado se ha constituido para muchos en un lugar de enriquecimiento humanizante, que lleva a repensar proyectos de vida, prepara para las dificultades, alivia las tensiones y relativiza los propios problemas. Entre las muchas ventajas del voluntariado, podemos resaltar, en el actual contexto, el hecho de ser escuela de duro realismo de vida y de promover una educación capaz de mirar de frente los problemas concretos, las dificultades y los sufrimientos, y una ocasión para el anuncio del mensaje cristiano.

El entusiasmo y el creciente número de personas que adhieren al servicio voluntario no deben hacer olvidar la sabiduría del saber darse. Entregarse al trabajo voluntario requiere el conocimiento de la realidad y la cualificación de las organizaciones. Debe igualmente darse una particular atención a las condiciones de madurez humana por parte de quien ofrece su tiempo y competencia al bien común, bajo peligro de causar daño en lugar de beneficio.

Me gustaría que estos diferentes campos de actuación del voluntariado ofrezcan una posibilidad para que tantos amigos maristas se comprometan en alguno de ellos. Como continuación del proyecto AD GENTES, comenzamos ahora a hablar de Cooperación Misionera Internacional. Es una nueva dimensión del mundo marista en el que los voluntarios se pueden comprometer por más o menos tiempo.

Aprovecho esta ocasión para manifestar mi más profundo reconocimiento y aprecio a la multitud de voluntarios maristas que a lo largo de tantos años han ayudado en proyectos en América Latina, Asia y África, ayudando así a crear un mundo mejor.

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Teófilo Minga, fms – Coordinador ad gentes

(Este artículo se inspira en una nota de los Obispos portugueses sobre el voluntariado).

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