30 de diciembre de 2009 AUSTRALIA

Ecos del XXI Capítulo general

Después del final del XXI Capítulo general y del retorno de nuestros delegados, los hermanos de la Provincia de Sydney se reunieron en asamblea en el St Joseph?s College Hunters Hill desde el viernes 11 al domingo 13 de diciembre.

Agradecemos la presencia entre nosotros del recientemente elegido Consejero general, hermano Michael De Waas, durante el encuentro. Su presencia nos recordaba claramente el carácter internacional de nuestro instituto, lo cual es una de las claras indicaciones que el Capítulo nos dio de cara al futuro.

La atmosfera de la asamblea fue positiva y llena de vitalidad, no sólo porque nos dio la posibilidad de encontrarnos con hermanos que difícilmente podemos encontrar durante el año, sino también por los temas alentadores y desafiantes que nos presentaba el orden del día de la reunión: nuestra identidad como hermanos, nuestra relación con los laicos maristas, y la misión marista.

Recibimos muchos dones en estos días compartidos:

La fraternidad estuvo fuertemente presente entre nosotros ? ?fue bueno para nosotros haber estado aquí? ?, rezamos y compartimos fructuosamente durante el tiempo pasado juntos.

Fue un encuentro muy orante, con una liturgia apropiada y meditativa, bien preparada y compartida, y con tiempo ? aún durante las sesiones ? para la reflexión y la calma.

Tuvimos la experiencia encantadora del don de nuestros colaboradores maristas ? mujeres y hombres ? que compartieron con nosotros sus puntos de vista, esperanzas y aspiraciones para nuestro camino juntos como Maristas de la tradición de Champagnat. Ellos hablaron sobre cómo se sienten apreciados y valorados. Los hermanos, por su parte, apoyaron los pasos que la Provincia está dando para fomentar la comunión y la corresponsabilidad.

Recibimos de los otros hermanos (así como de nuestros colegas y estudiantes) la confirmación en nuestra llamada como hermanos hoy, para continuar siendo visibles y acogiendo a los jóvenes en nuestros apostolados. La clave de nuestra misión marista en el futuro es lo que somos en nuestros corazones y cómo nos comprometemos con los otros.

La presencia en medio nuestro de nuestros hermanos jóvenes y de los jóvenes en formación, asegurándonos de su amor por nuestra vocación y su compromiso con nuestro común camino marista, fue un don especial durante estos días. Ellos nos animaron, al repetir la maravillosa expresión de aliento del H. Steve Urban hace muchos años ? ?¡Digan a los hijos de Israel que sigan marchando!?.

Lo que vivimos estos días juntos estuvo ?impregnado? por la invitación ? y el desafío ? a profundizar nuestra espiritualidad mariana y a llegar a la profundidad de nuestros corazones marianos. Así podremos escuchar cómo nuestras vidas resuenan con el Magníficat de María y salir con generosidad y convicción ?con ella, de prisa, hacia una tierra nueva?.

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