21 de agosto de 2022 COREA DEL SUR

El 50 aniversario de la presencia marista en Corea

Tras casi un año de espera, debido a las estrictas condiciones relacionadas con la pandemia, los Maristas de Corea pudieron reunirse finalmente en Seúl, Corea, para celebrar el 50 aniversario de la llegada de los dos primeros grupos de Hermanos Maristas al país. De hecho, los primeros cuatro hermanos mexicanos (Enrique Ruiz, Jesús Rodríguez, Sergio Gutiérrez y Manuel Villarreal) llegaron a Corea el 13 de septiembre de 1971, y les siguieron los hermanos Héctor Villarreal, Eduardo Ramírez, Ricardo Piña y Juan Castro, en el verano de 1972.

En la actualidad, hay 5 comunidades en Corea. Dos de ellas están en Seúl, una en Ansan, otra en Chungju y la quinta está en Jechon.

El H. Alfredo Herrera, del Sector Japón-Corea, nos cuenta a continuación cómo celebraron el 50 aniversario de la presencia marista en Corea.


“La Misa de Acción de Gracias, celebrada en el auditorio de nuestra casa en Seúl, estuvo presidida por el Rev. Peter Jeong Soon Take, arzobispo de Seúl. También otros cinco sacerdotes se unieron a la celebración. El H. Allan de Castro, Provincial, y el H. Rommel Ocasiones, Viceprovincial vino desde Filipinas para participar en la celebración. Esta fue la primera visita canónica al Sector del H. Allan.

Varios Hermanos, familiares, amigos y benefactores que han apoyado la misión, en los diferentes momentos de estos largos años, estuvieron presentes en esta feliz jornada, que se destacó por la presencia de algunos de los Hermanos fundadores (Eduardo, Checo y Juan), quienes llegaron desde México y Filipinas, donde viven y trabajan actualmente. El H. Enrique, el superior del grupo pionero, no pudo venir por recomendación de su cardiólogo, sin embargo, envió un mensaje sencillo pero conmovedor a los hermanos coreanos y a los participantes presentes en la celebración de la conmemoración.

El H. Enrique agradeció a los hermanos de la Provincia de México Central por su continuo apoyo y aliento a la presencia marista en este país. Recordó a los tres Hermanos coreanos que los han precedido en su partida a la Casa del Padre y agradeció con emoción a los Hermanos coreanos por su fe y valentía para seguir el sueño de San Marcelino. En su mensaje, también agradeció a todos los amigos y benefactores, en especial a los Padres de Guadalupe que los acompañaron y ayudaron durante los primeros años en el país. El H. Enrique invitó a todos los hermanos a vivir con pasión y valentía el carisma y la misión por cual se han unido a la Congregación de los Hermanos Maristas.

El H. Provincial Allan de Castro agradeció también a los hermanos por su generosidad y les invitó a ser fieles y creativos para responder hoy a los desafíos y necesidades de los jóvenes del este tiempo.

El arzobispo Peter Jeong en su homilía señaló la importancia, actualidad y necesidad de la vocación de HERMANO como presencia sanadora en un mundo marcado por la polarización y la indiferencia. Y animó a seguir mostrando el cuidado fraterno de Jesús por los niños y jóvenes pobres y olvidados, sosteniendo y promoviendo la vida, y siguiendo así la inspiración que el Espíritu Santo derramaba sobre san Marcelino Champagnat”.

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