El aeródromo de Cuatro Vientos acoge a los jóvenes de la JMJ
A primera hora de la mañana de este día 20 de agosto de 2010, el Papa se ha dirigido desde la Nunciatura a la Catedral de la Almudena. Allí le esperaban los seminaristas que se preparan para el ejercer el ministerio del sacerdocio. Por la tarde, camino de Cuatro Vientos, el Papa ha visitado el Hospital Fundación Instituto San José, que acoge a jóvenes con discapacidad atendidos por los hermanos de San Juan de Dios. En el encuentro del Papa con los enfermos se han podido contemplar imágenes de gran ternura.
Ya de buena mañana grupos de peregrinos comenzaron a desplazarse desde todos los puntos de la ciudad hacia el aeródromo de Cuatro Vientos con sus mochilas y maletas. Comenzaba así la preparación de este gran encuentro de los jóvenes con el Papa. En el recinto del aeródromo se ha ido constituyendo, a lo largo de todo el día, la magna asamblea de creyentes para celebrar la vigilia de oración con el Papa y la misa de clausura de la JMJ.
Al llegar a Cuatro Vientos, el Papa iba dispuesto a dirigirles su primera gran catequesis. Pero los elementos se conjuraron y Cuatro Vientos hizo honor a su nombre, se abrieron los cielos y desencadenó una tormenta de agua y viento. El Papa no pudo contestar a las cinco preguntas que, previamente, le habían hecho jóvenes de diversos países. Y sólo pudo leer los saludos y un resumen de su pensamiento. "No os conforméis con menos que Cristo". Y, con Él, "que ninguna adversidad os paralice. No tengáis miedo al mundo, ni al futuro, ni a vuestra debilidad", les dijo.
Para la adoración se usó la custodia de la Catedral de Toledo, que es una obra de arte de un valor incalculable. Una joya que, además, sobre sus figuras de oro y piedras preciosas recuerda oraciones y adoración acumuladas durante siglos. Fue construida por el orfebre Arfe hacia 1592. Su perfil gótico resaltaba sobre el fondo futurista que hacía de dosel de todo el estrado. El momento culminante de la vigilia fue la adoración ante la Custodia con el Papa arrodillado ante ella. Cuado se levantó del reclinatorio pudo contemplar el mar multicolor de jóvenes en silencio, profundamente recogidos, en oración. Algunos lloraban de emoción.
Una vez que el Papa se retiró a descansar, cientos de miles de personas han pasado la noche en el aeródromo, entre rezos y bailes. Los voluntarios han seguido trabajando para acondicionar el recinto para la misa de las 9.