16 de septiembre de 2010 ESPAñA

¡En marcha hacia una nueva tierra

Del 4 al 8 de agosto, tuvo lugar en Guardamar (España), la II Asamblea Europea del MCHFM, cuyo lema fue: ?¡En marcha hacia una nueva tierra!?El objetivo fundamental de este encuentro era Impulsar la ?vida nueva? que Dios está pidiendo hoy a las fraternidades maristas de Europa. Los participantes procedían de estos países: Alemania, Bélgica, España, Francia, Grecia, Italia, Portugal y Líbano.Hubo tres momentos diferenciados, pero en armonía, que se sucedieron: en un primer momento, se dio a conocer la realidad del MCHFM en Europa, así como los desafíos que desde el Consejo Europeo se han podido detectar en estos cuatro años de su existencia. Luego, se compartieron ?nuevas realidades? que en estos últimos años se han dado en las fraternidades de cada una de las provincias.En un segundo momento, tuvimos una estupenda reflexión del hermano Antonio Botana (La Salle) sobre las familias carismáticas que se han desarrollado en la Iglesia comunión: esta nueva concepción de la iglesia que surgió con el Vaticano II y las implicaciones que tiene en los que compartimos un mismo carisma. Junto a ello, pudimos conocer dos realidades eclesiales que encarnan con estilos diferentes esta iglesia comunión: el movimiento Chemin Neuf y la congregación de las Escuelas Pías (Escolapios).En un tercer momento, discernimos las llamadas más importantes que las fraternidades de Europa tienen en este momento. Éstas surgieron con gran claridad y un grandísimo consenso de toda la asamblea: 1. Diseñar e impulsar procesos de formación conjunta. 2. Vivir la misión poniendo los dones al servicio de los demás. 3. Fortalecer la comunión entre fraternidades.También se reflexionó, por provincias, sobre las acciones que deben dar respuesta a estas llamadas, conscientes de que hay que trabajar a nivel local y provincial para poder ir haciendo realidad todo lo que vimos, intuimos y discernimos juntos.Finalizando el encuentro, la asamblea votó algunas propuestas que el Consejo Europeo del Movimiento presentó y que la asamblea ratificó positivamente y con una total aprobación: a. La continuidad del Consejo Europeo del MCHFM.b. La realización de una asamblea europea de delegados cada 4 años.c. Pedir a los hermanos provinciales europeos un hermano acompañante para este Consejo. d. Iniciar una reflexión sobre el Proyecto de Vida del MCHFM y las propuestas de calendario para tratar éste y otros temas comunes. e. La petición al Consejo Europeo de iniciar una reflexión que ayude a caminar hacia una mayor autonomía del Movimiento.Todo lo anterior fue muy interesante y necesario, pero lo que todos destacamos y disfrutamos es el ambiente tan familiar y entrañable que se dio desde el inicio del encuentro: la sintonía de los que participamos y una gran alegría por el compartir profundo en los diversos momentos: las oraciones, los ratos de descanso, los pequeños grupos, los plenarios, la fiesta?Un sentimiento de gran confianza y de ilusión ?empapaba? todo el encuentro, lo que permitió construir verdaderamente una familia que compartía, dialogaba, se confrontaba y gozaba de tanta vida que percibíamos en cada uno de nosotros y en nuestras realidades. Quizá por esto, el símbolo final de nuestra asamblea fue una esponja, que todos recibimos para recordar lo que habíamos vivido y lo que estamos enviados a ser a partir de ahora.Reconocemos particularmente el apoyo recibido por los provinciales de Europa en la realización de esta asamblea y damos gracias a Dios y nos damos gracias mutuamente por este regalo que hemos recibido y que nos hace mirar el futuro con mucha esperanza y ganas de ponernos en marcha hacia una nueva tierra.

VOLVER

Un nuevo curso del CEPAM...

SIGUIENTE

Construyendo comunidades con corazones nuevos...