H. Ben Consigli, Consejero General: Tiempo de esperanza

En su libro, A Cry for Mercy, Henri Nouwen nos recuerda que el “Tiempo de Pascua es un tiempo de esperanza. Todavía hay miedo, hay aún un doloroso sentido de pecado, pero también hay luz que amanece. Algo nuevo está pasando, algo que va más allá de nuestros cambios anímicos de vida. Podemos estar tristes o alegres, optimistas o pesimistas, tranquilos o enfadados, pero la presencia constante de Dios nos mueve más intensamente que las pequeñas sacudidas de nuestra mente y corazón.” En cualquier caso, la pandemia que sufrimos hoy nos desafía a descubrir a Dios en medio del temor, la ansiedad y la muerte que se han apoderado del mundo. Y, sin embargo, Dios está con nosotros – en el detalle cariñoso de un vecino, en “las pequeñas virtudes” de nuestros hermanos y hermanas de comunidad, en el amor de nuestros familiares y amigos, en el sacrificio del personal sanitario, en los trabajadores de la tienda que nos proporciona los alimentos y en todos aquellos que nos ofrecen su servicio y cuidados durante todo este tiempo de incertidumbre.

El tiempo de Pascua nos hace conscientes de que Dios está presente incluso cuando su presencia no se nota directamente. Pascua nos trae la buena noticia de que, aunque las cosas parecen que van cada vez peor en el mundo, la oscuridad ha sido ya vencida. Pascua nos permite afirmar que, aunque Dios parece, a veces, estar distante y aunque nosotros seguimos tensos y preocupados, nuestro Señor camina a nuestro lado y sigue explicándonos las Escrituras”. De hecho, nunca está lejos de nosotros. Así pues, hay muchos rayos de esperanza que iluminan nuestro camino cotidiano. Pascua es sinónimo de esperanza: Cristo venció a la muerte para darnos la vida. El Papa Francisco en una de sus comunicaciones pascuales anteriores nos pedía “recordar lo que Dios ha hecho y continúa haciendo por mí, por nosotros, recordar el camino que hemos recorrido – esto es lo que abre nuestro corazón hacia un futuro lleno de esperanza. Que siempre recordemos lo que Dios ha hecho en nuestras vidas.” Y eso gracias a que Cristo es esperanza, como nos recordó el Papa Francisco en su primera audiencia general: “Él curó, animó, entendió, dio esperanza. Él nos lleva todos a la presencia de Dios.”

H. Ben Consigli, Consejero General