
H. Saturnino Alonso Ortega
El H. Emili Turú ha comunicado el nombramiento, dado por los miembros del Consejo general, del H. Saturnino Alonso Ortega como Superior Provincial de la Provincia de Santa María de los Andes, por un período de tres años. Asimismo agradece al H. Antonio Peralta, actual Provincial, por la disponibilidad y servicio realizado a su Provincia y al Instituto, desempeñando un rol tan importante como Provincial, desde hace seis años.
A continuación, el H. Saturnino Alonso nos narra algo de su vida y vivencias:
Nació el 23 de febrero de 1957, en un pueblito llamado Santa Cruz del Tozo, de la Provincia de Burgos, España. Hijo de Julián e Isidora, quinto hijo de una familia de 6 hermanos, de los cuales uno murió cuando era niño. ¡Qué linda experiencia de vida de familia en la sencillez y en el trabajo del campo!
Inició la formación marista siendo niño, en septiembre de 1969, pasando a formar una nueva familia en el juniorado de Robledo de Chavela (Madrid); después en los juniorados de Ogíjares (Granada) y Castilleja de la Cuesta (Sevilla). Durante cuatro años vivió en la casa de Maimón (Córdoba), donde realizó el postulantado y noviciado, profesando el 8 de septiembre de 1978. El Escolasticado lo hizo en Alcalá de Henares (Madrid), viviendo una intensa vida comunitaria, al tiempo de completar los estudios de Magisterio.
Al concluir la primera etapa del postnoviciado recibió “un gran regalo” – expresa el H. Saturnino –: ser destinado a Bolivia.
El 13 de enero de 1981 llegaba a Bolivia, y, a los pocos días, estaba en su nuevo pueblo: Comarapa.
El 25 de marzo de 1983 hizo la Profesión perpetua en Santa Cruz de la Sierra, donde ya vivía ese año.
De las diferentes misiones a las que se le ha invitado a vivir, han sido muy significativos los muchos años acompañando la pastoral vocacional y las diferentes etapas de formación inicial.
Dice el H. Saturnino que ha experimentado un tiempo de gracia al acompañar a los formandos, pues se ha sentido a la vez acompañado, estimulado, cuestionado y querido, tanto por las comunidades formadoras en las que ha vivido, como por los jóvenes del postulantado, noviciado y postnoviciado con quienes ha vivido durante muchos años. Y en esa etapa de su vida recuerda con mucho cariño el Curso de formadores que vivió profundamente en Cochabamba, así como el caminar realizado con formadoras y formadores de muchas congregaciones con quienes hicieron camino juntos.
El contacto con tantos niños, niñas, adolescentes y jóvenes en los diferentes ambientes en los que le ha tocado trabajar, así como con los educadores con quienes ha compartido vida y misión, le han ayudado muchísimo en su propio crecimiento – manifiesta el H. Saturnino. Muy significativas fueron las largas experiencias vividas en ambientes campesinos; los innumerables campamentos y retiros con jóvenes, que sin duda han configurado su corazón.
El tiempo que vivió como Superior del Distrito de Bolivia, de 1993 a 1999, fue un tiempo especial de mayor cercanía a los hermanos de todas las comunidades maristas y a las obras educativas de Bolivia. Pero también fueron unos años que le ayudaron a abrirse al caminar de la vida marista en América Latina, a la vida religiosa y al caminar de la Iglesia.
Desde 2002, con el inicio de la puesta en marcha de la Provincia restructurada, compartió el compromiso de hacer camino junto a los hermanos, laicas y laicos de Chile, Perú y Bolivia, de la mano y al amparo de Santa María de los Andes.