24 de diciembre de 2018 ARGELIA

Henri Vergès nuevo hermano marista beato

Aquí se encuentra una descripción de los eventos de la beatificación del H. Henri Vergès, junto con otros 18 mártires de Argélia, religiosos y religiosas, llevada a cabo en la solemnidad de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre de 2018) en el Santuario de Santa Cruz, Orán (Argelia). Los textos son del H. Antonio Martínez Estaún, postulador general.

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La delegación marista estuvo integrada por un grupo de familiares y amigos del hermano Henri Vergès encabezado por Pierre (hermano) y Marie (hermana), Samuel (sobrino), Régine (sobrina), Jocelyne (sobrina) y Florian (resobrino) así como por un significativo grupo de hermanos venidos de Francia y de Roma encabezado por el hermano Ernesto Sánchez Barba, Superior general, Pere Ferré Jodra, Provincial de L´Hermitage y el hermano Antonio Martínez Estaún, Postulador general. Esta delegación compartió los actos del programa de la beatificación junto con los hermanos de las comunidades maristas de Orán y Mostaganem.

La llegada a Argelia confirmó las intuiciones previas surgidas durante los trámites que hubo que hacer para obtener la visa para entrar en el país. Se esperaban cerca de quinientos extranjeros que iban a participar en los actos presididos por el delegado del Papa. En previsión de este encuentro se puso en marcha un operativo de control y acompañamiento de modo que nuestra permanencia en el territorio argelino se desarrolló bajo parámetros de alta seguridad, lo cual, aunque ocasionó algunas molestias, fue una garantía para el feliz éxito de la visita.

El clima previo, eclesial y social, se consiguió mediante una reflexión desde la fe, la coherencia de la vida y la fidelidad a la historia. Con estos referentes se pudo deducir el sentido que había que dar a los actos violentos que fueron la causa de la muerte de los 19 beatos mártires. No se trata de cristianos asesinados por musulmanes, sino de cristianos asesinados con musulmanes. (Jean-Paul Vesco, obispo de Orán). De ahí la voluntad de la Iglesia católica de que la beatificación se hiciera en Argelia. “No queremos una beatificación de cristianos entre cristianos, pues esos hermanos y hermanas fueron muertos junto a millares de decenas de argelinos musulmanes que perecieron durante el decenio de guerra civil (1992-2002)”. Paul Desfarges, arzobispo de Argel.

 

Viernes, 7 de diciembre

El programa decía que el viernes, 7 de diciembre de 2018, a las 20 horas, en la Catedral de Santa María (Centro Pierre Claverie) había una vigilia de oración. En efecto, al caer de la tarde en la catedral de Orán, junto a la tumba de Pierre Claverie, una vigilia interreligiosa de oración, de cantos y de testimonios, permitió a los participantes, especialmente a los venidos de Francia, Bélgica o España sumergirse en la realidad de la Iglesia argelina. La vigilia se organizó a imagen de los religiosos y religiosas que escogieron dar su vida por Cristo en este país bajo el signo de “la amistad que viene de Dios”. La coral de la parroquia interpretó melodías sufíes mezcladas con el canto ritmado y repetitivo de Taizé. Diecinueve nombres, el de cada uno de los nuevos beatos, impreso cada uno en una lámpara de cerámica hicieron presente ante la asamblea su vida entregada. Y doce “herederos” de los beatos compartieron con la asamblea la fuerza y la actualidad de su mensaje.

Después de haber manifestado su gratitud a las autoridades argelinas que entendieron y aceptaron el deseo de la Iglesia de celebrar esta beatificación “en Argelia y con el pueblo argelino” el obispo de Orán Mn. Vesco lanzó este vibrante reto para el futuro: “El siglo 21 no puede ser el de la confrontación entre religiones” y ha implorado al cielo recordando que “nuestra casa común está amenazada por el calentamiento climático mientras el Mediterráneo engulle cada día hombres y mujeres que buscan un porvenir mejor”.

 

Sábado, 8 de diciembre

Para el sábado 8 de diciembre de 2018, se tenía previsto en el programa dos momentos importantes. A mitad de la mañana encuentro de las autoridades y los familiares de los nuevos beatos con las autoridades religiosas musulmanas en la mezquita y la ceremonia de beatificación de los nuevos beatos.

El encuentro en la mezquita en presencia de los dignatarios musulmanes de la ciudad, tanto políticos como religiosos, se desarrolló en un ambiente de fraternidad y tolerancia. Este encuentro en la Gran Mezquita Ibn Badis quiso expresar el perdón y la reconciliación del pueblo argelino con los familiares de los beatos en presencia del cardenal Becciu y del ministro argelino de Asuntos religiosos. “Nosotros los musulmanes nos asociamos con mucha alegría a este acontecimiento”, ha dicho el imán Mostapha Jaber, en la Gran Mezquita. El P. Thierry Becker, colaborador del beato Pierre Claverie, ha recordado que la beatificación de estos Siervos de Dios “muestra que compartir la vida con miembros de otra religión es cristiano”.

 

Beatificación

A las 13 horas, estaba previsto el inicio de la misa de la beatificación presidida por el cardenal Becciu, Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos en el Santuario de Nuestra Señora de Santa Cruz. El traslado de las autoridades y de los familiares desde el centro de la ciudad hasta el santuario situado en la ladera de una montaña a las afueras de la ciudad en un paraje que domina el puerto y parte de la ciudad de Orán obligó a retrasar el inicio del acto. 

La ceremonia de beatificación se celebró en el Santuario de Santa Cruz. La elección de este lugar fue una elección pensada para una ceremonia modesta a la medida de la Iglesia argelina a fin de que estuviera en consonancia con la vocación de esta Iglesia de la que los nuevos beatos son un bello icono. 

La primera parte del encuentro se dedicó a la ceremonia de la beatificación. Tras el saludo a los presentes se es cuchó el mensaje del Papa. El postulador de la causa proclamó el nombre de cada uno de los Siervos de Dios junto con una breve biografía de cada uno y solicitó al delegado papal que los proclamara beatos. El cardenal Becciu leyó en latín el Decreto de beatificación mientras se desplegaba una gran pancarta con el nombre y la imagen de los 19 nuevos beatos mientras la coral interpretaba el Aleluia de Hendel.

A continuación, el Prefecto de la Congregación de las causas de los Santos, cardenal Becciu entregó a los Supriores o Superioras generales la Carta Apostólica en la que se les notificaba que el miembro o los miembros de su institución habían sido proclamados oficialmente beatos y que la fiesta litúrgica de los mártires de Argelia será celebrada en el calendario litúrgico universal el 8 de mayo de cada año.

El acto se completo con la celebración de la santa misa presidida por el cardenal Becciu, un numeroso grupo de obispos, las autoridades argelinas, un nutrido grupo de imanes con su vestimenta blanca. Los miembros de la asamblea lucían sus mejores galas con una variedad de vestimentas, peinados, adornos, colores, gestos y cantos con los que se adornó una fiesta multicultural, multiétnica e interreligiosa. Esta multiculturalidad se puso de manifestó con lecturas de la palabra en francés, español y árabe. La procesión de las ofrendas integró la danza y el canto con la oferta de frutos típicos de la región portados por 12 muchachas. La misa estuvo animada por los alegres cantos de la coral de estudiantes subsaharianos acariciados por un cálido sol bajo un cielo sin nubes. Subió el tono de la emoción en el momento de la paz cuando los imanes se fundieron en un abrazo con los obispos católicos. En ese momento, y no fue el único, se desataron espontáneos los aplausos de la asamblea junto con los “youyous” de aprobación.

Para los numerosos argelinos presentes entre los que hay que destacar periodistas y fuerzas de seguridad la participación en la misa católica era una primicia y sobre todo una alegría que se veía en el rostro.

Concluida la misa pudimos disfrutar de un sobrio refrigerio ofrecido por la organización y preparado el día anterior en la casa de los hermanos por los alumnos del hermano César Egido que estudian español bajo su dirección.

Domingo 9 de diciembre, desplazamiento desde Orán a Argel en autobuses ofrecidos gratuitamente por el gobierno argelino para visitar el cementerio de Belfort donde se encuentran las tumbas del hermano Henri Vergès, y de las hermanas Angèle-Marie Littlejohn y Bibiane Leclercq (Nuestra Señora de los Apóstoles); Odette Prévost (Hermanitas del Sagrado Corazón de Charles de Foucaul); y Paul-Hélène Saint-Raymond (Hermanitas de la Asunción). Las tumbas de los nuevos beatos no se han tocado. Las encontramos decoradas con pintura blanca y por todo adorno una palma sobre la tumba.

En la visita al cementerio se vivieron momentos de intensa emoción. Un nutrido grupo de vecinos del barrio acompañó discretamente los momentos de oración y de profunda vivencia que allí se experimentaron. Mn. Teissier, emérito de Argel, que fue protagonista durante los tiempos de la persecución como responsable de la Iglesia de Argel, dirigió la plegaria invocando a los nuevos beatos y dio un emotivo testimonio de su vivencia. Las palabras de la hermana Odette Prévost transformadas en canción ofrecieron un mensaje de vida: “Vive el día de hoy que Dios te da; es tuyo, vívelo en Él. El mañana es de Dios, no te pertenece. No pongas en el mañana las preocupaciones de hoy. El mañana es de Dios, ponlo en sus manos”.

La misa de acción de gracias por la beatificación se celebró en el Santuario de Nuestra Señora de África en Argel. Estuvo presidida por el obispo de Perpiñán Norbert José Henri Turini. Fue un momento de encuentro y comunión con los fieles de la parroquia, pero sobre todo con los miembros de las delegaciones de religiosos y familiares de los beatos mártires sepultados en el cementerio de Belfort de Argel. Allí los hermanos tuvieron la oportunidad de compartir especialmente con las Hermanitas de la Asunción, compañeras de Paul-Hélène Saint-Raymond muerta junto al hermano Henri en la Casbah.

El Santuario ha sido remodelado en su interior recientemente para colocar un gran mural de cerámica en la capilla lateral derecha del crucero con el nombre de los 19 mártires de Argelia.

 

Repercusiones del acontecimiento

La ceremonia de beatificación de Pierre Claverie y de sus 18 compañeros mártires celebrada en Orán el 8 de diciembre de 2018, ha sido un acontecimiento seguido de muy cerca por los medios de comunicación argelinos y extranjeros, particularmente a través de unas sesenta solicitudes de acreditación de periodistas extranjeros. El acto central ha sido retransmitido en directo por el Canal Argelia DZ en conexión con la francesa KTO y difundido en formato digital por numerosos espacios especializados.

Lo primero que hay que señalar es la unanimidad de todos los medios de comunicación en destacar la primicia del acontecimiento. Es la primera vez que la Iglesia católica celebra una beatificación en un país musulmán. La ciudad de Orán, en Argelia, tiene el honor de haber acogido esta primicia el sábado, 8 de diciembre de 2018, en la capilla Nuestra Señora de Santa-Cruz. 

En segundo lugar, los medios han insistido en que la beatificación de estos 19 beatos, 15 franceses, dos españoles, uno belga y uno maltés, pertenecientes a ocho congregaciones católicas diferentes, ha sido un signo de "reconciliación y fraternidad" a través del “testimonio de una vida y una muerte juntos”. Según el obispo Paul Desfarges “no queríamos una beatificación entre cristianos, porque estos hermanos y hermanas murieron en medio de decenas y miles de argelinos" musulmanes que murieron durante la década 1992-2002. La beatificación este sábado en Orán de los 19 religiosos católicos, que murieron en Argelia durante la década negra, es "un gran signo de hermandad de Argelia en todo el mundo", dijo el Papa Francisco en su mensaje.

De regreso a Roma, después de haber participado de la fiesta de beatificación de Pierre Calverie y 18 compañeros mártires, he tomado conciencia de la Iglesia de comunión que se vive en Argelia. La celebración de la beatificación ha congregado a un nutrido grupo de creyentes cristianos en torno a esa pequeña comunidad de católicos para unirse a la fiesta. Son pocos miembros y viven en minoría en medio de un país musulmán, pero con una conciencia muy clara y una opción muy definida de lo que significa ser testigos de Jesús. Los une la fe y la fe crea comunidad. Son conscientes de que su gran opción es la presencia y la convivencia en paz. Lo demás es obra de Dios.

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