
Hermanos Hoy
La primera reunión de la Comisión Internacional del Secretariado Hermanos Hoy tuvo lugar en la Casa General de Roma, del 4 al 10 de julio de 2013. Hicimos algunas preguntas a sus miembros sobre la vida marista. Hoy presentamos la conversación con el H. Tony Leon, de la Provincia Australia.
Cuéntanos de ti.
Mi nombre es Tony Leon. Nací en Hong Kong y mi familia emigró a Australia cuando tenía cinco años. Fui educado por los Hermanos Maristas desde el 5o grado. Entré al postulantado en 1981 después de haber estudiado administración hotelera. He sido afortunado porque he podido trabajar en educación primaria y secundaria, en colegios de chicos y mixtos, en escuelas normales y en internados. Me encantó haber sido coordinador estudiantil y haber dirigido el centro para jóvenes en situaciones de riesgo. Durante seis años trabajé en la pastoral vocacional y juvenil, lo que me permitió viajar por toda mi provincia. Actualmente, hago parte del equipo de formación a la vida marista, que facilita la formación en la fe a nuestros muchos educadores maristas en toda la provincia de Australia. En 2014, me uniré a César Rojas en el Secretariado Hermanos Hoy en Roma.
¿Qué significa para ti ser hermano hoy?
Durante mi formación inicial, hace ya varios años, me sentí muy inspirado por lo que los hermanos hacían en sus actividades: daban clases, eran entrenadores de deportes, dirigían grupos juveniles y compartían su tiempo con toda la comunidad local. Yo quería saber qué podía hacer y cómo podía vivir mi vida como Hermano Marista.
Hoy la importancia ya no solo radica en aquellos hermanos que inspiran, sino en la fuente, en su relación personal con Jesús, quien ha sustentado a estos héroes de la fe por tanto tiempo. Lo que significa para mí ser hermano hoy, es poder compartir esta fuente divina con otros, siendo quién puedo ser, viviendo mi vida como un hermano verdadero para los demás.
El modo de hacerlo depende de la cercanía que tenga con Jesús, encarnado en cada persona.
¿La animación de vocaciones y la formación inicial son misiones importantes para el Instituto? En tu opinión, ¿cómo debemos hacerlas?
Debido a que somos una congregación de hombres consagrados, hemos expresado una fuerte espiritualidad masculina al realizar nuestra misión de educar a los jóvenes y menos favorecidos con una gran convicción, unida a la dimensión de ternura que nos da nuestro estilo marial. Como a muchos hombres, a los hermanos nos gusta trabajar duro y podemos concentrarnos mucho en nuestros apostolados llegando, incluso, a descuidar nuestra propia salud y bienestar por las exigencias del trabajo. La pastoral vocacional y la formación inicial son expresiones colectivas del bienestar de nuestro Instituto. Como en la metáfora en la que San Pablo compara a la iglesia con un cuerpo, los apostolados de formación y vocación son partes del cuerpo de nuestro Instituto que necesitan de nuestra atención en este momento, por el bien de nuestra capacidad de generar, no solo cantidad de vocaciones para el Instituto, sino también calidad en nuestra vocación personal.
¿Cómo podemos hacerlo?
El punto de partida es reconocer, honestamente, nuestras debilidades actuales, junto con la convicción de fe que el llamado de Dios a nuestra vida religiosa consagrada en el estilo de María, no solo es relevante hoy sino crucial para la salud de toda la Iglesia. Los detalles sobre cómo se debe hacer dependerán de nuestro deseo individual y colectivo de que el mundo sea constantemente bendecido con los dones maristas, más allá de los años.
A casi 200 años de la fundación del Instituto, ¿cuáles son los desafíos para los hermanos hoy? ¿Los retos que Marcelino enfrentó siguen siendo actuales?
Mientras haya un joven afligido por la escasez de recursos, el hambre de fe, la sed de espiritualidad y el alejamiento de la comunidad, el sueño de la misión de Marcelino estará por alcanzar.
¿Qué experiencias específicas de los hermanos de tu región pueden ser un ejemplo para el Instituto?
La provincia de Australia goza de una estrecha relación entre Hermanos y laicos maristas en el modo en que comparten apostolados y responsabilidades. Existen consejos maristas de hermanos, laicos y laicas, que dirigen los apostolados en las escuelas, el trabajo social, la misión de solidaridad, la pastoral vocacional y juvenil y conjuntamente determinan las necesidades para el futuro, a nivel nacional. Los directores de nuestro equipo de formación espiritual marista y de pastoral juvenil son laicos. En Australia no tenemos la multitud de hermanos que un día tuvimos, pero somos muchos más Maristas junto a la gran cantidad de colegas que se definen a sí mismos maristas.