II Capítulo – 1852, Hermitage

05/1852 | 05/1853 | 05/1854 – 33 hermanos participantes

La autorización del Instituto por parte del Gobierno en Francia le dio estabilidad legal. La prosperidad del Instituto y su crecimiento hizo sentir, después de 12 años de haber muerto el Fundador, la necesidad de afinar la organización del Instituto. Con la apertura de numerosas escuelas y la consiguiente formación de otras tantas comunidades, la última edición de la Regla estaba completamente agotada. Se planteaba la necesidad de hacer una nueva edición revisada. Por eso se convocó el Capítulo general para 1852.

El objetivo del segundo Capítulo general, que abarca un período de tres años (con tres sesiones), fue claramente definida por el hermano Francisco en su carta circular de 10 de abril de 1852: La primera edición de nuestra Regla se ha agotado totalmente, necesitamos hacer una nueva… Sin embargo, a pesar de que, básicamente, esta nueva edición de la Regla no debe contener sino lo que siempre se ha practicado en la Congregación, lo que hemos recibido de nuestro piadoso Fundador, no podemos y no deseamos presentarla a los hermanos, sin que el conjunto del Instituto, la haya examinado, aprobado y aceptado, ya que a él corresponde establecer definitivamente lo relativo a este tema.1 Éste fue el trabajo del más importante de todos los Capítulos, el de 1852.2

Tomaron parte 33 hermanos y solamente el hermano François y sus Asistentes fueron capitulares de derecho; los otros 30 serían elegidos entre los profesos perpetuos y por los profesos perpetuos en las cuatro provincias existentes entonces, en proporción al número de hermanos profesos: 18 de Notre-Dame de lHermitage, 5 de Saint-Paul-Trois-Chateaux, 5 de Viviers y 2 del Norte.

El trabajo del Capítulo se tradujo en tres pequeños volúmenes: las “Reglas comunes” que fueron las primeras en aparecer, la “Guide des Ecoles”, destinada a fijar los métodos de enseñanza y las “Reglas de gobierno” necesarias para la buena administración de una gran Congregación. En su conjunto, la labor de este Capítulo de 1852 determinó definitivamente el funcionamiento del Instituto.4

Primer período de sesiones (1852).

Los miembros del Capítulo se reunieron el 27 de mayo en Notre-Dame de lHermitage. El Capítulo nombró a los hermanos Malachie y Louis-Régis escrutadores y a los hermanos Louis-Bernardin y Avit, secretarios. Éstos cumplieron con su cometido durante los tres períodos de sesiones que se celebraron durante los Capítulos generales de 1860, 1862 y 1863.5

En este período, a lo largo de 19 reuniones, se examinaron, evaluaron y aprobaron las “Reglas comunes”. Se cerró el 11 de junio, día en el que los miembros del Capítulo dirigieron a todos los hermanos del Instituto una carta colectiva que se encuentra, junto con todos sus nombres, en el volumen de las Reglas. El diario personal del hermano François dice que las Reglas comunes fueron promulgadas el 8 de septiembre de ese mismo año, Fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen, que fue proclamada primera Superiora de la Sociedad. Contienen tres partes y treinta y ocho Capítulos que son todos, si no en cuanto a la letra, al menos en cuanto al espíritu, del Padre Champagnat.6

Segundo período de sesiones (1853).

El segundo período de sesiones comenzó el 16 de mayo de 1853, se trabajó el método de enseñanza y se dio forma definitiva a “Guide des Ecoles”. Este libro fue publicado el 2 de julio, fiesta de la Visitación.7

En este segundo período de sesiones, también se trató de la importante adquisición de la propiedad de Dumontet, Saint-Genis-Laval (Ródano), donde se estableció la nueva Casa madre. El hermano Francisco comunicó esta noticia a todo el Instituto en su circular de fecha 19 de julio de 1853.

Tercer período de sesiones (1854).

El tercero y último período de sesiones comenzó el 1 de mayo de 1854 y se concluyó el 19 del mismo mes. Este período se dedicó a estudiar las Constituciones, las Reglas de Gobierno y el Reglamento del Instituto de los Hermanitos de María.

El último período de sesiones del Capítulo general se dedicó a la elección de un tercer asistente. El nombre del hermano Pascal8 concitó casi todos los votos.9 El hermano François indicó la razón de esta elección: El desarrollo alcanzado por la Congregación, en los últimos años, la extensión y el número de nuestras provincias, nos hacía desear desde hace mucho tiempo un asistente más para compartir con nosotros el trabajo de la Administración. Por lo tanto, habiéndolo pedido al Capítulo general éste se ha apresurado a satisfacer esta necesidad de la Congregación. Su elección recayó sobre el hermano Pascal, quien fue elegido por una amplia mayoría en la primera ronda de votación.10 De hecho, el hermano Pascal se convirtió en Vicario del hermano François a quien alivió considerablemente el trabajo al descargarle de la dirección de la Provincia del Norte y de los Distritos de las Islas y de Occidente que dependían de él.11

Antes de dispersarse, el Capítulo general decidió que el jefe del Instituto tendría el título de Reverendo Hermano Superior general, que los hermanos debían dale al hablarle o al escribirle, y al hablar de él debían expresarse diciendo: Reverendo Superior general, o por lo menos el Reverendo hermano. Hasta entonces, el tratamiento habitual que se le había dado al hermano François había sido el de Director general. Este tratamiento se lo había dado el piadoso fundador, tras su elección en octubre de 1839.12

Este Capítulo además señala la separación definitiva de la obra de los hermanos de la de los padres, según las decisiones de Roma. Es el Padre Colin quien anuncia esta determinación a los capitulares para quienes no fue ninguna sorpresa sino la confirmación de una situación ya existente.
Durante uno de los períodos de sesiones de este Capítulo el P. Colin vino al Hermitage para alentar a los hermanos capitulares y ayudar con su consejo, aprovechó esta oportunidad para dar a conocer la imposibilidad de unir las dos ramas bajo la autoridad de un mismo Superior: La voluntad de Dios se ha manifestado palpablemente con motivo de mi viaje a Roma; pues, cuando presenté al cardenal protector de nuestra congregación mi proyecto de unir las dos ramas bajo un mismo Superior, me repitió varias veces que eso no era posible. Y recordó aquellas palabras de la sagrada Escritura: ‘No uncirás asno con buey para labrar’ (Dt 22, 10). Así que, hijos míos, la voluntad de Dios es que tengáis un Superior, elegido de entre vosotros, que os gobierne en todo”13. Esta declaración de Colin no causó sorpresa a nadie, porque todos los hermanos sabían desde hacía mucho tiempo que Roma se había negado a permitir la Congregación de los hermanos y los padres bajo la dirección de un sólo líder.14

En la sesión del 6 de mayo de 1854, los capitulares introdujeron entre las prácticas del Instituto la emisión del voto de Estabilidad. El hermano Luis-María, en una carta explicativa, mandada al Cardenal de Lyón, Monseñor de Bonald, el 31 de mayo de 1858, indica los motivos de la introducción de este voto: Aunque el voto de Estabilidad no haya sido emitido durante la vida del Fundador, siempre ha sido admitido por él como principio. Encontramos, de su puño y letra, este artículo de la Regla: Los hermanos harán los cuatro votos de pobreza, de castidad, de obediencia y de estabilidad. Este voto sólo se puede hacer después de 15 años de comunidad y 10 años de profesión; sólo les es concedido a los hermanos que son al mismo tiempo los más capaces y más virtuosos. Es un requisito para ser elegido como Superior general, Consejero, Director de noviciado y miembro de los Capítulos generales; se ha querido que mediante él se asegure, dentro de lo posible, el buen gobierno del instituto, proporcionando al cuerpo administrativo los mejores sujetos de la Congregación. Por este motivo el Capítulo general, basándose en el ejemplo tan poderoso de la Compañía de Jesús, no ha dudado en adoptar este cuarto voto y en hacer de él la base de las Constituciones.

Los primeros hermanos en emitirlo fueron los Hermanos Andronic y Pascal, en Beaucamps; luego, los hermanos François, Louis-Marie, Jean-Baptiste, Bonaventure, Marie y Léon, en N. – D. del Hermitage.

Durante el tercer período de sesiones del Capítulo general (1854), la Sra. Condesa de la Grandville, gran benefactora de la Congregación, aprovechando una peregrinación a Nuestra Señora de La Salette, hizo una visita al Hermitage. Pidió el favor de asistir a una de las reuniones, y el Capítulo, haciendo una excepción, se lo concedió. Profundamente afectada por esta deferencia, compareció antes de la asamblea capitular, acompañada del P. Matricon, capellán,15 y manifestó un gran interés por los detalles que le proporcionaron sobre la marcha y el progreso del Instituto. Se dice que incluso preguntó a los capitulares su nombre de religión y a la mayoría les dijo algo de la vida de sus santos patronos, dejándoles muy edificados.17

La señora de la Grandville, añade el hermano Avit, merecía la atención excepcional que se le tuvo. El 25 de febrero anterior, junto con el señor Conde, su marido, habían cedido al Instituto, mediante acta, la propiedad de los inmuebles de Beaucamps reservándose el derecho de disfrutarlos mientras vivieran. El 24 de mayo de 1855, por un segundo acto legal, cedieron al Instituto también el derecho del disfrute.17




1 Circulares T. 2, p. 103.

2 Le chanoine PONTY (Vie du Frère François, p. 147) da el título de « primer Capítulo general » al de 1852-1854, « le premier, dit-il, qui ait tenu ses assises solennelles dans notre Congrégation » .

3 Ver la lista de hermanos capitulares en Circulares, T. 2, p.114-115.

4 Histoire de lInstitut des Petits-Frères de Marie, 1817-1947. Imprimerie Emmanuel Vitte, Lyon, 1947, pp. 35-36.

5 Annales, Fr. AVIT, cahier 5, p. 418.

6 Abbé PONTY, op. cit., p. 148. Cf. Vie du Père Champagnat (1931), p, 305-306.

7 Abbé PONTY, op. cit., p. 163-164.

8 El hermano Pascal no era capitular. Después de haber dirigido la casa de Digoin, durante dos años, el Superior general le había colocado al frente del Noviciado del Hermitage, en 1852, para suceder al hermano Aidant enviado a Vauban (Annales, Fr. AVIT, cahier 5, p. 459).

9 Abbé PONTY, op. cit., p. 170.

10 Circulaires, T. 2, p. 199.

11 Abbé PONTY, op. cit., p. 171.

12 Annales, Fr. AVIT, cahier 5, pp. 454 et 455.

13 H. Juan Bautista Vida de Marcelino José Benito Champagnat, Edición del bicentenario, Roma 1989, p. 271-272

14 Cf. Vie du Père Champagnat (1931), pp. 300-307 ; Vie du Frère François (abbé PONTY), p. 162-163, y Annales (Hermano AVIT), cahier 5, p. 455.

15 “…par respect pour la règle , dice el hermano Avit (Annales, cahier 5, p.461).

16 Abbé PONTY, op. cit., pp. 129-130.

17 Fr. AVIT, Annales, cahier 5, p. 462.