IV Capítulo – 1862, Saint-Genis-Laval

04/1862 | 07/1963 – 40 hermanos participantes

Este Capítulo1 se vive durante el pontificado de Pío IX2 que fue quien aprobó las Constituciones, a título de ensayo, el 9 de enero de 1863. El Capítulo se convoca para el estudio y la discusión de las correcciones que la Santa Sede exigía para la aprobación. Fue, pues, un Capítulo general especial exigido por Roma.
Una dificultad que tuvo que afrontar fue la de armonizar las exigencias de los Estatutos aprobados por el gobierno francés, que había reconocido oficialmente al Instituto en Francia, y las exigencias de la Santa Sede para aprobar las nuevas Constituciones.

Se llevaron a cabo dos sesiones. La primera en la semana de Pascua 1862 para el estudio y discusión de las Constituciones. La segunda, en julio 1863 para la reelección de Superiores (Régimen).

Primera Sesión: Semana de Pascua 1862.

“El François y el hermano Louis-Marie presentaron en 1858, las Constituciones del Instituto para la aprobación de la Santa Sede. La Congregación de Obispos y Regulares había encomendado el examen de estas constituciones a Mons. Chaillot, uno de sus secretarios, quien realizó cambios muy importantes y las hizo aprobar por la Congregación con las modificaciones introducidas3. Como prueba de que estas Constituciones eran aceptadas libremente por los miembros de la Congregación ordenó elecciones para un Capítulo general que debía ser presidido por uno de sus delegados, y para ello designó para presidirlo al Rev. P. Favre, Superior general de los Padres Maristas”.4

“El 1 de abril se envió una nota a los hermanos para la elección de los miembros del Capítulo general que se iba a celebrar. Los hermanos estables fueron los únicos elegibles. Había 22 en las provincias de Saint-Genis y el Hermitage, 19 en las dos provincias de Midi (Saint-Paul-Trois-Chateaux y Labégude), 5 en la del Norte y 2 en la del Oeste. Los votantes tenían que nombrar a 16 diputados en la Provincia del Centro, 13 en la del Sur, 3 en la del Norte y 1 en la del Oeste.5

“Los delegados fueron elegidos en el siguiente orden: Por la Provincia del Centre los hermanos Avit, Louis Bernardin, Euthyme, Abrosime, Cariton, Callinique, Ignace, Epaphras, Grégoire, Placide, Marie-Jubin, Aquilas, Marie-Lin, Nicet, Jean-Philomène, Bonaventure.
Suplentes: los hermanos Marie y Citinus.

Por la del Midi: los hermanos Malachies, Jean-Maríe, Ladislas, Claude, Onésiphore, Bernardin, Ambroise, Abel, Augustus, Victor, Louis-Regis, Priscillien y Juvénal.
Suplentes: los hermanos Benoît-Marie y Felicité.

Por la del Nord: los hermanos Aidant, Andronic, Eubert.
Suplente: el hermano François-Michel.

Por la del Ouest: hermano Césaire.
Suplente: el hermano Flavius”6.

Los miembros de derecho más los de elección sumaban 40 miembros.

El primer período de sesiones del Capítulo tuvo lugar en San Genis Laval durante Semana de Pascua. Las reuniones se celebraron en el ala oeste, encima de la gran sala que es ahora la biblioteca, escribe el hermano Avit.7

En abril de 1862 se reunía la primera Sesión de ese Capítulo. La Sagrada Congregación impuso el delegado para presidir el Capítulo; el P. Favre aceptó la presidencia, como él lo explicó, para que no fuera nombrado otro menos amigo. “La Presidencia era triple, es decir, que el Rev. P. Favre tenía en el estrado al hermano Louis-Marie a su derecha y al hermano François a su izquierda. El Padre ejerció una presidencia formal: se limitó a escuchar las conferencias y los debates que se hicieron sin intervenir en los mismos”8.

“En este primer período de sesiones (1862), el Capítulo incluyó en las Constituciones, para su aprobación, las indicaciones dadas por la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares. Algunos de los cambios son los siguientes:
– Celebración regular del Capítulo general ordinario cada diez años.
– Elección del Reverendo Superior general con 40 años de edad por lo menos.
– Nombramiento de hermanos Asistentes por diez años.
– Recurrir a la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares para deponer al Superior general, crear nuevas provincias, fundar Casas de Noviciado, aumentar el número de hermanos Asistentes, etc.”9.

Esta es la versión oficial de lo ocurrido en el Capítulo, recogida en las Circulares de los Superiores, la cual no coincide con los requerimientos que la Sagrada Congregación proponía: elección de hermanos Asistentes por cuatro años y por tanto un Capítulo general ordinario también cada cuatro años.

Pero investigando en los archivos se comprueba que “el decreto laudatorio contenía el encargo de que el Arzobispo de Lyon, junto al Superior General de los Padres Maristas, preparasen un proyecto de Constituciones teniendo en cuenta las observaciones que la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares (SCER) realiza a esos 20 artículos fundamentales y a otros documentos del expediente10. El proyecto de Constituciones tenía que ser sometido posteriormente a un Capítulo General del Instituto.
El Capítulo se reúne en 1862 y aprueba el texto que hemos denominado C186211.
El texto aprobado no incorpora la mayoría de las observaciones propuestas por la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares. Las principales diferencias eran:
– Superior General vitalicio (C1862) en vez de elegido para 12 años (SCER);
– Asistentes Generales elegidos para 10 años (C1862) en vez de para 4 años (SCER);
– Capítulos Generales cada 10 años (C1862) en vez de cada 4 años (SCER);
– organización en Provincias gobernadas por los Asistentes Generales que residían con el Superior General (C1862), en vez de Vicarios Provinciales residentes en la propia Provincia (SCER);
– noviciado de dos años, uno de ellos pasado en una escuela (C1862), en vez de íntegramente pasados en el noviciado (SCER);
– emisión del voto temporal de obediencia al final del noviciado, hecho al Superior General y sus representantes (C1862) en vez de a la Santa Sede, al Superior General y a sus representantes (SCER)12.”13

“Concluido el primer período de sesiones, el Reverendísimo y el hermano Euthyme llevaron los resultados a Roma: el primero se quedó allí en dos ocasiones, en la primera durante dos meses y la segunda durante seis meses.14

Segunda Sesión: julio 1863

En su circular de fecha 29 de junio de 1863,15 después de haber indicado las prácticas y las oraciones de acción de gracias con motivo de la aprobación de las Constituciones por Pío IX, el 9 de enero, a título de prueba, el hermano Louis-Marie escribió: Nuestra intención es tener durante el mes de julio, el segundo período de sesiones del Capítulo general elegido en 1862. Para completar los trabajos para los que fue convocado. Sigue la lista de los hermanos capitulares, que en esta segunda sesión (1863) fueron los mismos que en la de 1862, y el Reverendo Hermano añade: Un interés muy especial se añade a la séptima reunión capitular (las seis primeras se celebraron en 1839-1852-1853-1854-1860-1862). Ha sido convocado en primer lugar, nos dice, para completar la gran tarea que tenemos entre manos desde hace varios años, y luego para aplicar lo decidido.

Después de haber exhortado a los hermanos a orar para que Dios bendiga los trabajos del Capítulo general y señalar como fecha probable el 19 de julio para la apertura de este segundo período de sesiones, el Reverendo Hermano Louis-Marie escribe: Hay que decirlo: Nada es más consolador ni más tranquilizador para todos los hermanos que el excelente espíritu que siempre ha animado nuestras asambleas generales. Para quienes las han seguido de cerca, son la prueba más evidente de que Dios cuida de nuestra Obra, y que asiste con cuidado especial a aquellos a quienes él encarga de mantenerla en su espíritu primitivo en el fervor y en la regularidad.16

En este período de sesiones, celebrado en la misma sala que el de 1862, se dieron a conocer las gestiones llevadas ante el Tribunal de Roma. Se leyó el breve de la aprobación del Instituto. Se explicó que las Constitución fueron aprobadas a título de ensayo por un período de cinco años, lo que podría ser renovado si es necesario.17

Por una orden proveniente de Roma, se procedió de nuevo a la elección de los superiores, que formaron el primer Régimen constituido con la aprobación de la Santa Sede.18

En ese período de sesiones, el hermano Chrysogone presentó su dimisión, a pesar de que había dirigido la Provincia de St. Paul a penas durante dos años. Fue elegido para reemplazarle el hermano Eubert y el mismo hermano Eubert sucedió al hermano Epaphras como Procurador general.

En el mismo período de sesiones, también se decidió que la fiesta de San Pedro y San Pablo se celebrara solemnemente en todas las casas provinciales el 29 de junio. Ese mismo día se excavaron los cimientos de la capilla definitiva de la Casa Madre.19


El Capítulo votó que la memoria de San José se insertara en el Oficio parvo de la Santísima Virgen.20

1 El relato que insertamos a continuación está tomado íntegramente del trabajo realizado por el H. Jules-Victorin, Boletín del Instituto T. 23, (1958-1959) p. 69-72, salvo pequeñas matizaciones.

2 Pío IX (1846-1878) El pontificado de Pío IX no solo es el más largo en la historia de la Iglesia, 32 años, del 1846 al 1878, sino también el más memorable: memorable no por los acontecimientos políticos que le llevaron a la pérdida del poder temporal sino por las obras religiosas que el pontificado de Pío IX vio nacer y crecer.
La personalidad de Pío IX estuvo llena de atractivo. Su caridad, su piedad, su celo le han merecido el apelativo de querido, de “santo. Apenas llegado a ser papa, decide que cada jueves su palacio quede abierto a quienquiera que tenga algo que pedirle o preguntarle, o un consejo que darle. Antes de él, los Papas quedaban muy lejanos de la gente; sin perder nada de su dignidad. Pío IX con gran entrega de sí mismo supo unir la majestad pontificia con la mayor sencillez. De este raro complejo de calidades nace una especie de nueva devoción, llamada el culto del papado; uno de los lugares de romería más concurridos fue el edificio del papa: acudieron de todas partes para testimoniar su fe, su amor, su apego sin límites. AA. VV. Enciclopedia del Papato Paoline Catania 1964, V. II. p. 887

3 El hermano Luis Di Giusto, en su Historia del Instituto hace el siguiente comentario: “Fueron momentos difíciles para el Hno. Luis María, especialmente por la actitud de Mons. Chaillot, bien conocido por su carácter poco conciliador. Había que combinar, pues, las exigencias de la Sagrada Congregación y por otra parte la posición de los Superiores.
Consultado Mons. Parisis, obispo de Arrás, gran amigo de los Hermanos y que había intervenido activamente en la autorización legal con el Ministro de Crouseilhes, fue de parecer que no se cambiasen las partes esenciales de los estatutos aprobados por el gobierno francés. En ese momento había 400 escuelas comunales en Francia y se arriesgaba de echar a perder tantos sudores que esa lucha había costado.
Como resultado de esos trámites, el 9 de enero de 1863 salió el decreto de aprobación. Con ella se nos concedía el nombre de Hermanos Maristas de las Escuelas (Fratres Maristae a Scholis] FMS. También fueron confirmadas las Constituciones ad experimentum, (a título de ensayo) por 5 años.
Llama la atención que el decreto de aprobación no aparece en las Circulares del Superior General hasta 1869, vale decir, más de 5 años después. Uno podría pensar que con esa aprobación se había terminado el asunto, pero en realidad no fue así ya que la segunda parte del decreto decía: Además, él (el Santo Padre) ha confirmado a modo de experimentación, por 5 años, las Constituciones aquí escritas tal como están contenidas en este ejemplar. Y ¿cuál era ese ejemplar? Paralelamente a las Constituciones en 72 artículos que había preparado el Hno. Luis María y que habían sido aprobadas por el Capítulo General, apareció otro ejemplar que Mons. Chaillot había preparado en 69 artículos; éste era el ejemplar que había sido confirmado en el decreto de aprobación.
Las Constituciones así aprobadas cambiaban algunos puntos de los que había aprobado el Capítulo General y podían traer problemas con el gobierno francés y poner en peligro los beneficios que se habían logrado en Francia, como la exención del servicio militar.
Había que ser cautos en la publicación de esos puntos.
Por diversos motivos, los plazos de experimentación se fueron sucediendo y se siguieron los intercambios y las consultas. Roma no exigió tanto ciertos puntos y por su parte los Superiores dieron paso a una descentralización, sea por la fuerza de las cosas o para aceptar lo pedido por la Sagrada Congregación”. Di Gusto Historia del Instituto de los Hermanos Maristas, Rosario 2004, p. 89-91

4 Fr. AVIT, Annales, cahier 6, p. 564.

5 Ibid., p. 563 et Circulares, T. 3, pp. 107-109.

6 H. Jules-Victorin Bulletin de l’Institut T. 23, (1958-1959) p. 69-70

7 En 1958, et depuis plusieurs années, cette salle est le dortoir « Saint-Antoine », de la Communauté de Saint-Genis-Laval.

8 Fr. AVIT, Annales, cahier 6, pp. 564-565.

9 Circulares, T. 3, pp. 493-494.

10 Para ver todas las observaciones cf. AFM 350.100-13; una parte sustancial de las mismas está publicada en Bizzarri, 795-797.

11 Cf. FMS, Constitutions présentées au Saint Siege pour approbation, en Brambila, 146-159.

12 Cf. FMS, Chronologie de l’Institut, 162-163; A. Lanfrey, Une Congrégation enseignante: Les Frères Maristes de 1850 a 1904, Rome 1997, 86-95.

13 ANAYA, Tenemos vino nuevo, ¿necesitamos odres nuevos? Trabajo policopiado. Roma, 2009, próximo a publicarse en Cuadernos maristas.

14 Fr. AVIT, Annales, cahier 6, p. 565

15 Circulares, T. 3, p. 159-175.

16 Ibid., pp. 168-170.

17 Fr. AVIT, Annales, cahier 6, p. 579.

18 Circulares, T. 13, p. 463

19 Fr. AVIT, Annales, cahier 6, pp. 579-580.

20 Circulares, III, p. 499.