XII Capítulo – 1920, Grugliasco (Italia)

05/1920 – 61 hermanos participantes

Contexto social y político1

Apenas si el Instituto había salido de la prueba de 1903 y se estaba extendiendo por los cinco continentes cuando en 1914 estalló la guerra. Unos mil hermanos fueron sacados de su trabajo apostólico y lanzados en medio del estruendo de los combates. Debido a las acciones bélicas hubo zonas que quedaron aisladas y que no pudieron mantener comunicación con los Superiores.
El I Centenario de la fundación del Instituto coincidió con un mal momento para muchos países y para muchos hermanos que se vieron envueltos en la Primera Guerra Mundial de 1914-1918.

“Europa acababa de salir del conflicto bélico y Rusia con la revolución bolchevique empezaba a divulgar el comunismo materialista y ateo por todo el mundo.
El mismo año de esa revolución de 1917 se aparecía la Virgen María en Fátima, Portugal, y anunciaba que Rusia propagara sus errores par todo el mundo.
Terminada la guerra en 1918 los vencedores impusieron duras medidas a los vencidos y hubo muchos cambios de límites entre las naciones europeas.
En 1920 cristalizó la idea de un organismo supranacional y se creó la Sociedad de las Naciones”2.

Contexto religioso

El nuevo Código de Derecho Canónico entra en vigor el día 9 de mayo de 1918, día de Pentecostés.
“El tratado de Letrán, firmado el 11 de febrero de 1929, entre Italia y la Santa Sede, trajo una feliz solución a la espinosa Cuestión Romana y apareció en el concierto de las naciones el pequeño estado independiente de la Ciudad del Vaticano.
Fue éste un período en el que nacieron ideologías nacionalistas como el fascismo y el nazismo que tuvieron sus roces con la Iglesia”3.

Convocatoria

Los doce años de generalato del hermano Stratonique habían terminado en octubre de 1919, por tanto en ese año se tenía que haber reunido el Capítulo. Sin embargo, por las dificultades de la posguerra, especialmente en lo que respecta a los visados y los viajes, los Superiores se vieron obligados a retrasar la convocatoria del Capítulo. Un indulto del de 26 de marzo autorizó el retraso. La Circular del 14 de octubre de 1919 siguiente sirvió para formular la convocatoria.4 El Capítulo se reunió, por segunda vez, en Grugliasco, a partir del 16 de mayo de 1920.

Incidencias

La circular de convocatoria, de 42 páginas,5 está dedicada casi íntegramente a todo lo relativo a la celebración del XII Capítulo general: miembros de derecho, modo de elección de los diputados que hay que elegir, lista completa de todos los hermanos Estables del Instituto, en 1919, elegibles como diputados al Capítulo, consideraciones sobre la excepcional importancia de este Capítulo, etc.
Al comienzo, el hermano Superior comunica a los hermanos la petición dirigida por el Consejo general, el 19 de julio de 1919, al Papa, para obtener:

I. Que se asigne un único diputado para ser elegido a las provincias que tienen 150 (ciento cincuenta) profesos de votos perpetuos, y que la Vice-provincia de Nueva Caledonia, así como el Distrito de la Argentina y el Distrito español de la Provincia de Aubenas sean representados en el Capítulo general por un solo diputado electo.

II. Que la elección de los miembros del Capítulo general se haga, no por votación a doble vuelta, sino en una sola votación.

El 6 de septiembre, la Sagrada Congregación para los Religiosos, en virtud de las facultades delgadas por el Papa, concedió "benignamente, por gracia, el permiso para actuar de acuerdo a la solicitud, sólo por esta vez".

El número de capitulares era de 61. De las veintidós provincias entonces existentes, sólo siete (Saint-Genis-Laval, Notre-Dame del Hermitage, Saint-Paul-Trois-Chateaux, Beaucamps, Canadá, España y México), donde el número de hermanos profesos de votos perpetuos superaba la cifra de 150, tuvieron que elegir a dos miembros cada una.6

Elecciones

Desde el primer día del retiro, el hermano Stratonique, Presidente de la Asamblea, dijo que, dada su edad, rechazaba cualquier nueva elección. Sin embargo, agregó que no se negaba a trabajar por el bien del Instituto y aceptaría de buen grado cualquier tipo de trabajo que le confiara su sucesor. “Los miembros del Capítulo escucharon esta declaración, pronunciada en un tono a la vez tranquilo y decidido, con un gran sentimiento y emoción en el corazón. Nadie se podía hacer a la idea de no ver más al frente de la Congregación a este valiente líder, a este venerado Superior que nunca conoció el miedo ni el desánimo y fue "el sembrador infatigable de coraje y confianza." Sin embargo, el tono categórico de su discurso, que apoyó con su autoridad suprema, no permitió a los capitulares oponerse a su deseo de ser relevado del cargo del generalato, deseo, que en esa circunstancia, se transformó en una orden”.7

El lunes 24 de mayo se celebró la impresionante sesión prevista para la elección del sustituto del hermano Stratonique. Al oír el nombre incesantemente repetido que salía de la urna y que proclamaba Superior general al hermano Diógenes, una alegría inmensa se adueñó de la asamblea.

El 25 de mayo fue otro día de elecciones en el transcurso del cual fueron reelegidos como Asistentes los hermanos Angelicus, Flamien, Michaëlis y Columbanus, Pierre-Joseph, Ecónomo general y Dalmace, Secretario General.

El Capítulo nombró a cuatro nuevos Asistentes: los hermanos Elie-Marie, Provincial de Saint-Genis-Laval, Augustin-Joseph, ex Director y fundador del Juniorado Internacional San Francisco Xavier, en Grugliasco, Marie-Odulphe, Director del Segundo Noviciado de Grugliasco desde 1908 y Euphrosin, Provincial de México.8

El orden de precedencia quedó constituido de la siguiente manera: “Angelicus, primer Asistente, Flamien, segundo Asistente, Michaëlis, tercer Asistente, Columbanus, cuarto Asistente, Élie-Marie, quinto Asistente, Augustin-Joseph, sexto Asistente, Marie-Odulphe, séptimo Asistente, Euphrosin, octavo Asistente, Pierre-Joseph, Ecónomo general y Dalmace, Secretario general”9.

Para estudiar las cuestiones que se habían de discutir en las sesiones plenarias, los capitulares se dividieron el trabajo que se les entregó. Para facilitar la tarea y conducirla a feliz término con orden y método, se crearon diez comisiones ocupándose cada una de uno o varios temas relativos a la vida y la organización del Instituto: las Constituciones y la disciplina, Reglas Comunes, Reglas de Gobierno, “Guide des Écoles”, situación material del Instituto, secularización y persecución en un sector u otro de la Congregación, reclutamiento de vocaciones y formación de las personas, estudios y programas, publicaciones diversas en el Instituto y las provincias, y finalmente, votos y desideratas. El informe publicado en la circular del 2 de febrero de 1921 incluye una cuarentena de páginas.10

El primer tema que se trabajó, incluso antes de iniciar el Capítulo, fue un estudio en profundidad del nuevo Código de Derecho Canónico que acababa de entrar en vigor el día 9 de mayo de 1918, día de Pentecostés. Con esta ocasión, todas las congregaciones religiosas fueron invitadas a revisar sus Constituciones para ponerlas en consonancia con el texto del nuevo Código. El Consejo general inició un estudio lo más cuidadoso posible, cotejando cada uno de los artículos de nuestras Constituciones, con los requisitos del Código de 1918. Este trabajo fue presentado a la Comisión competente que, después de una seria consideración, presentó su informe al Capítulo, que dedicó seis largas y laboriosas sesiones plenarias para examinarlo a fondo y definitivamente. El texto resultante fue sometido a la aprobación de la Santa Sede. El 4 de abril de 1922, S. S. Pío XI aprobó y confirmó estas nuevas Constituciones ya aprobadas por S. S. León XIII el 27 de mayo de 1903.

Uno de las conclusiones más dolorosas de este Capítulo fue la comprobación de la pérdida de la unanimidad de criterios y soluciones para la formación en todo el Instituto. “Los estudios profanos constituyen un campo de una extensión inmensa, infinitamente complejo, aunque lo hayamos reducido a las exigencias de nuestra misión de educadores religiosos. Incluso en el campo restringido que consideramos, nos encontramos con una gran variedad de programas muy complejos; debido a esta complejidad, no puede haber una solución única y absoluta que nos convenga”11.

Por primera vez, el Boletín del Instituto, en virtud de la pluma atenta y bien tallada del hermano Dalmace, ofrece una visión global de los trabajos del Capítulo general y se publican fotos.



1 H. Jules-Victorin Bulletin de l’Institut T. 23, (1958-1959) p. 231-235

2 H. Luis di Giusto Historia del Instituto de los Hermanos Maristas, Provincia Marista Cruz del Sur, Argentina 2004. p. 153

3 H. Luis di Giusto Historia del Instituto de los Hermanos Maristas, Provincia Marista Cruz del Sur, Argentina 2004. p. 153

4 Nos Supérieurs: Le Rév. Fr. Théophane, quatrième Supérieur Général (1824-1907), E. Vitte, Lyon, 1953,  p. 328.

5 Circulares, T. 14, p. 307-348.

6 Ver: Circulares, T. 14, p. 308-313.

7 Circulares, T. 14, p. 353.

8 Circulares, T. 14, p. 357.

9 Circulaires, T. 14, p. 357

10 Circulaires, T. 14, p. 413-453.

11 Circulaires, T. 14, p. 436