Conferencia General 2013

Notre Dame de l’Hermitage, Francia | 8-29 de septiembre de 2013

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Conferencia general -Sesión de apertura

El sábado 7 de septiembre, poco a poco fueron llegando los últimos 48 participantes y encargados de algunos servicios, así como las dos traductoras. Todos se sintieron recibidos cordialmente por la Comunidad de L’Hermitage.

Al día siguiente a las 11:30 de la mañana se tuvo la sesión de apertura de la Conferencia general, con palabras motivadoras de nuestro Superior general, el H. Emili Turú, quien situó a los participantes frente al significado de la casa del Hermitage, donde “todo habla de Champagnat”. En ella se pueden encontrar elementos que fueron rescatados y bien dimensionados por el arquitecto en la reconstrucción, que hacen clara alusión de la presencia de Marcelino en este lugar. También Emili trajo el recuerdo de aquellos primeros hermanos que llegaban al Hermitage motivados por el mismo Champagnat. Y leyó fragmentos de dos de sus cartas, de 1837 y 38, invitando a los hermanos a llegar al Hermitage para tomar fuerzas e incluso descansar después del año de labores. Además hizo alusión a los iconos realizados por el H. Matías Espinosa, que acompañarán durante el desarrollo de la Conferencia general.

Después el H. Emili invitó a los miembros de la Comunidad mixta de L’Hermitage a presentarse. Cada uno de ellos fue expresando las motivaciones de ser parte de esta comunidad. En seguida pidió, por regiones, que cada participante fuera diciendo su nombre, provincia y naciones que compone su provincia o distrito. Por último también a los invitados: el H. Seán Sammon, los directores de los Secretariados, el facilitador, el H. Michael French, hermano de La Salle, y el capellán, el P. Edmund Duffy, padre marista. Asimismo al personal auxiliar. Terminada la presentación se tuvo un momento de convivio y la comida.

Por la tarde, a las 18:30, se tuvo la Eucaristía dominical, presidida por Mons. Dominique Lebrun, obispo de la diócesis de Saint Etienne, quien enmarcó la Conferencia general, valorando la presencia marista en el Hermitage, en comunión con la Iglesia local y universal.

Conferencia General – 27 y 28 de septiembre

El viernes 27 de septiembre inició con las palabras de Emili Turú a los participantes de la Conferencia general. Entre diversos aspectos tratados, a continuación se relatan algunos más significativos. Inició haciendo alusión al icono de la silueta de la Virgen, en el patio San José. Una presencia sugerente, en cierta forma discreta y transparente, como estuvo todo el tiempo en esta Conferencia. Indicó que hay signos de que la aurora está naciendo, con lo que se ha visto en estos días en la Conferencia general: la búsqueda de lo mejor y más profético para los hermanos, para las Provincias, para el Instituto, la calidad del compartir fraterno, la internacionalidad intercultural, una “inexplicable esperanza”.

Continuó con la imagen del Hermitage, que para el H. Francisco era “el gran relicario del Fundador” y donde “todo nos habla del P. Champagnat”. Relató el sueño de Marcelino que nos narra el H. Juan Bautista, en la introducción al libro sobre el Buen Superior. Expresó que hoy resulta que la casa del Hermitage renovada viene a ser como un acto de fe sobre el futuro. Y puso como ejemplo al H. Francisco que estuvo tantos años cerca del P. Champagnat y que al morir el Fundador escribió una carta a todos los hermanos indicando que “nos corresponde a nosotros ahora”. Si algo debe cambiar en el Instituto, debe empezar por mí… – dijo Emili.

Hizo alusión al mensaje del Papa Francisco a los carmelitas, para aplicar a nosotros la importancia de la dimensión contemplativa que hay que vivir, cultivar y transmitir. Por último expresó que volvimos a las llamadas del 21º Capítulo general, pero por otro camino, con nueva mirada.

Después se tuvo un momento de recurrido por la casa, compartiendo, en tres parejas distintas, lo que significa liderar la espiritualidad, la fraternidad y la misión: haciendo una peregrinación a la roca, al cementerio de los primeros Hermanos y alrededor de la urna de S. Marcelino en la Capilla.

Por la tarde se efectuó una evaluación de la Conferencia general.

La eucaristía fue un momento emotivo de conclusión, con los bancos dispuestos frente a la urna de San Marcelino y a la tumba del H. Francisco.