El milagro de la canonización de San Marcelino

H. Heriberto Weber y su curación milagrosa

 

Promulgación del Decreto sobre el milagro del Beato Marcelino

El día 3 de julio, en presencia del Papa ha sido promulgado el Decreto sobre el milagro atribuido al Beato Marcelino Champagnat, el único que se ha presentado en esta fecha para una canonización. En ese mismo acto se promulgaron otros trece decretos sobre milagros para beatificaciones, heroicidad de virtudes y de martirio. En la audiencia estuvieron presentes los Hermanos Gabriele Andreucci, Postulador de la causa, Seán Sammon, Vicario General, y Henri Vignau, Consejero General.

 

Algunos datos sobre el H. Heriberto Weber y su curación milagrosa

El H. Heriberto (Heinrich Gerhard Weber) nació en Essen (Alemania) el 19 de marzo de 1908.

Después del noviciado y la primera profesión en Furth (21 de noviembre de 1926) y los años de formación de magisterio, ejerce durante algunos años como profesor en Alemania. El 30 de abril de 1937 tiene que marchar como exiliado a Uruguay, junto con un numeroso grupo de Hermanos alemanes, a causa de las dificultades surgidas en su país.

Durante muchos años desarrollará su actividad apostólica en Uruguay, primero como maestro en la enseñanza Primaria y luego como profesor en la Secundaria. En varias ocasiones desempeñó el cargo de Director de colegio y Superior de comunidad.

En mayo de 1976, en medio de su actividad normal, se ve aquejado de altas fiebres y fuertes dolores en la columna vertebral, que le obligan a guardar cama. Los médicos le diagnostican “neoplasia primitiva desconocida con metástasis en los pulmones”. Es desahuciado por los doctores que lo cuidan y como tal es tratado en el Sanatorio en que permanece ingresado.

El día 13 de julio, a petición del H. Provincial de Uruguay, los Hermanos de la Provincia, junto con sus alumnos, inician una novena para pedir por intercesión del Beato Marcelino Champagnat la curación del H. Heriberto.

Al finalizar la novena, el 26 de julio de 1976, el enfermo siente una mejoría súbita e imprevisible. Las radiografías realizadas en esa fecha revelan que los signos de la enfermedad han desaparecido. El H. Heriberto, los Hermanos de las comunidades de Uruguay y los alumnos que le conocían consideran esta curación, desde el primer momento, como milagrosa.

El proceso informativo diocesano sobre la presunta curación milagrosa fue pedido por el H. Agustín Carazo, a la sazón Postulador General, y se celebró en Montevideo entre los meses de marzo y mayo de 1985.

Presentado el caso a estudio ante la Junta Médica de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano, el 1 de abril de 1993, los doctores piden ampliación de la documentación para poder precisar la diagnosis, que resultaba insegura, a partir de las actas procesuales precedentes. El Consejo General encarga al H. Eugenio Magdaleno, Consejero General, que viaje a Uruguay y a las provincias limítrofes de la Argentina para que complete las diligencias solicitadas por la Junta de Médicos. Estudiado de nuevo el caso, el 25 de noviembre de 1993, la Comisión médica concluye diciendo que, a causa de las inseguridades persistentes sobre el diagnóstico, “no se puede afirmar nada más que la excepcionalidad del caso”.

El 28 de febrero de 1995 el Postulador General de la Causa, H. Gabriele Andreucci, teniendo en cuenta el parecer de dos peritos médicos “super partes”, solicita de la Congregación para las Causas de los Santos que se presente de nuevo el caso ante la Junta Médica para su revisión.

Estudiada de nuevo la curación el 26 de junio de 1997, a la luz de las nuevas investigaciones, los doctores definieron la enfermedad como “afección pulmonar grave, caracterizada por diseminación nodular bilateral, con marcada insuficiencia respiratoria, en un sujeto con gravísimas complicaciones en su estado general”. Y teniendo en cuenta que “la curación fue muy rápida, completa y duradera”, concluyen que tal modalidad de curación es científicamente inexplicable.

El 20 de febrero de 1998 el presunto milagro es estudiado por la Comisión de Teólogos de la Congregación para las Causas de los Santos, y finalmente, un mes más tarde, el 21 de marzo de 1998, el H. Benito Arbués, Superior General, puede anunciar a todo el Instituto que el resultado del informe escrito por la Comisión de Teólogos “es favorable por seis votos afirmativos y uno solo negativo” a considerar como milagrosa la curación del H. Heriberto Weber.

El paso siguiente para llegar a la ansiada Canonización del Beato Marcelino Champagnat fue la reunión de la Comisión Cardenales y Obispos que se tuvo el 2 de junio de 1998 y que se expresó con votación favorable sobre la curación milagrosa del H. Heriberto.

Proximamente, en Consistorio público ordinario, el Papa preguntará a los cardenales presentes en Roma sobre la oportunidad de inscribir en el elenco de los santos al Beato Marcelino y determinará la fecha de su canonización.