26 de marzo de 2023 SUDáFRICA

Inteligencia Artificial: un asistente deportivo, pero jamás un atleta

Craig Winfield – Marist Brothers Linmeyer

La inteligencia artificial (IA) ha logrado avances notables en varios campos, incluso la medicina, las finanzas y el transporte. Y algunas personas creen que la IA también puede reemplazar la capacidad humana natural en el campo deportivo. Pero si bien la IA puede proporcionar información valiosa y ayudar a los atletas a mejorar su rendimientoo, esta no puede reemplazar los instintos naturales y la creatividad de los atletas humanos.

La IA carece de los instintos naturales que los atletas humanos poseen. Los atletas desarrollan sus instintos durante años de entrenamiento y experiencia. Pueden anticipar los movimientos de sus oponentes, tomar decisiones en fracciones de segundo y, por consiguiente, ajustar sus movimientos. Por otro lado, la IA está programada para tomar decisiones basadas en datos y algoritmos. Pero aun si la IA puede analizar grandes cantidades de datos e identificar patrones, esta no puede replicar los instintos naturales de los atletas humanos.

Los deportes requieren creatividad y adaptabilidad, que son habilidades únicas de los atletas humanos. Si bien la IA puede procesar datos e identificar patrones, esta no puede pensar de manera diferente ni encontrar soluciones creativas a los problemas. En los deportes, los atletas a menudo se enfrentan a situaciones inesperadas que los obligan a pensar rápidamente y encontrar soluciones innovadoras. Por ejemplo, un jugador de baloncesto podría improvisar un tiro ante un repentino movimiento defensivo. La IA no puede replicar esta creatividad y adaptabilidad.

Los deportes son experiencias emocionales y psicológicas, mientras la IA carece de inteligencia emocional. Los atletas experimentan una variedad de emociones, como el entusiasmo, el miedo y la ansiedad, lo que pueden afectar su desempeño. Los entrenadores y compañeros de equipo juegan un papel importante en el manejo de emociones y en la motivación para que los atletas rindan al máximo. Mientras que la IA no puede leer las emociones ni brindar el apoyo emocional que requieren los atletas humanos.

Los deportes requieren habilidad física, la cual es inherente a los atletas humanos. Si bien la IA puede proporcionar información sobre el rendimiento de un atleta, no puede replicar los atributos físicos que hacen que un atleta tenga éxito. Por ejemplo, la velocidad de un corredor o la capacidad de salto de un jugador de baloncesto no pueden ser reproducidas por la Inteligencia Artificial. Los atletas humanos poseen habilidades físicas exclusivas que les permiten sobresalir en sus respectivos deportes.

Cuando los atletas están en el campo o en la cancha encuentran fortaleza en la conexión humana y la comunidad. Los fanáticos se conectan emocionalmente con los atletas y los equipos, y los deportes unen a personas de todos los ámbitos de la vida. La AI no puede replicar esta conexión humana y comunidad. Y aunque la IA puede brindar información sobre el desempeño de un atleta y ayudar a los fanáticos a involucrarse con el deporte de nuevas maneras, no puede reemplazar la conexión emocional que los fanáticos tienen con sus atletas y equipos favoritos.

En conclusión, si bien la IA puede brindar información valiosa y ayudar a los atletas a mejorar su rendimiento, no puede reemplazar los instintos naturales, la creatividad, la adaptabilidad, la inteligencia emocional y la capacidad física de los atletas humanos. Los deportes tienen que ver con la conexión humana, la comunidad y las habilidades únicas de los atletas. La IA puede ser una herramienta valiosa para entrenadores, entrenadores y analistas, pero no puede replicar la experiencia humana de los deportes. A medida que la tecnología avanza debemos recordar la importancia de la experiencia humana y las cualidades únicas que nos hacen ser quienes somos.

Me tomó veinte segundos generar este artículo en la plataforma de IA, ChatGPT. Sin embargo, me tomó diez años de entrenamiento, más asistencia de entrenadores dedicados y muchas horas de práctica, perfeccionar una patada ganadora en los últimos veinte segundos de un partido que ganó en un campeonato del primer equipo de los Hermanos Maristas Linmeyer.

No cabe duda de que habrá un lugar para la inteligencia artificial en la educación en el futuro, pero no hay nada artificial en la habilidad natural, el trabajo perseverante y la dedicación a un deporte.

Craig Winfield – Hermanos Maristas Linmeyer – Coordinador de actividades extracurriculares

VOLVER

Consejeros generales visitan obras marista de...

SIGUIENTE

El hermano Antonio Ramalho nombrado superior ...