
Jóvenes que viven el espíritu del Hermitage
Un grupo de jóvenes estadounidenses, casi todos en la veintena, vino a Nuestra Señora del Hermitage por una semana para vivir una experiencia original. Junto a los hermanos Dan, Owen y Dominique que les acompañaban, formaban un equipo muy simpático y dinámico. Desde luego, descubrieron y visitaron los lugares maristas, todos ellos impregnados del espíritu de Marcelino y de sus primeros hermanos, pero más que eso, quisieron vivir la experiencia de Champagnat al organizar su estadía como un campo de trabajo. Así, desde el día siguiente de su llegada y sin esperar, les vimos a todos adecentar nuestro cementerio, que buena falta le hacía. Otro día, un grupo se dedicó a trazar nuevamente un camino que había sido invadido por zarzas y maleza. El espíritu de Marcelino pasa por el trabajo compartido por la causa común. Una noche, mientras celebraban la Eucaristía en el bosque alrededor del gran altar de piedra, no pude dejar de pensar en Marcelino durante la construcción del HERMITAGE, celebrando en la capilla del bosque, rodeado de sus hermanitos.