2 de enero de 2009 CASA GENERAL

La vida de castidad, una cuestión del corazón

El hermano Seán Sammon, Superior general de los hermanos maristas, ha publicado un artículo en el número de noviembre de 2008 de la revista Vida Religiosa, dirigida por los claretianos. El título: ?La vida de castidad, una cuestión del corazón?. Una vez más, desde su visión de especialista de temas de sexualidad y vida religiosa aborda la vida de castidad de los religiosos y religiosas con un estilo sencillo pero práctico y lleno de vida.

Para los hermanos maristas el tratamiento de este tema viene a reforzar una de las líneas de animación institucional vividas en el último año proclamado ?Año de la espiritualidad marista?. ?La espiritualidad, escribe el hermano Seán, es la dimensión que marca la vida de castidad, y es, sin lugar a dudas, la más importante de todas?, porque ?la castidad, para ser bien vivida, debe estar arrai¬gada profundamente en la vida espiritual?. El resto del artículo lo dedica a ?reflexionar sobre la espiritualidad y el papel esencial que ésta desempeña en el celibato?.

Cuando el hermano Seán afirma que ?la espiritualidad es el fundamento de toda vida de castidad? entiende que la espiri¬tualidad tiene más que ver ?con el fuego inextinguible que arde dentro de cada uno de nosotros, que con las prácticas de piedad?. Según él, ?el desarrollo de la vida espiritual es, ante todo, un proceso mediante el cual regulamos de manera positiva la energía interior, llamémosla pasión, que fluye a través de nosotrοs. ¿Y qué es lo que nos da el coraje para emprender esa tarea? La experiencia real de que el hambre y sed de Dios que sentimos se sobreponen a nuestro egoísmo y codicia?. La castidad es, por tanto, el ejercicio de un corazón apasionado.

Discurre después el hermano Seán en su artículo sobre los caminos personales por los que se realiza el desarrollo de una persona espiritual advirtiendo que hay que estar ?abiertos a los momentos de despertar espiritual que surgen a lo largo de la vida? y pagar el precio del compromiso con el Señor. ?Nuestra vida cristiana consiste, esencial¬mente, en el desarrollo de una relación con Jesús. Esa relación es el remedio a nuestro desa¬sosiego. Y es también el fundamento sobre el que ha de apoyarse nuestra vida de castidad?, dice.

Al concluir su reflexión, el hermano Seán afirma que ?algunos pien¬san que los que viven en castidad son seres inge¬nuos o están un poco locos. Si hemos de decir la verdad, abrazar una vida de celibato ciertamente tiene algo de ingenuidad y de locura. Ingenuidad, porque esa opciόn pone en jaque los convencionalismos sociales. Locura, porque vivir en castidad conduce ine¬xorablemente a una revοluciόn del corazόn?.

Para conseguir la revista Vida religiosa dirigirse a [email protected]

___________________
Texto en francés – Word 80 kb

VOLVER

Curso de la Tercera Edad- Manziana...

SIGUIENTE

Encuentro de las Fraternidades de la Provinci...