Laicos Maristas de Perú fundan una escuela para educar y evangelizar en Sullana
Tras seis años de ayuda voluntaria, actividades pastorales, visitas a enfermos y apoyo de manera itinerante en el desierto de Sullana, en Perú, un grupo de laicos Maristas autónomos logró crear, en el 2022, una escuela con misión y visión maristas, para educar a los niños y jóvenes en situaciones vulnerables, para hacer pastoral y seguir ayudando a la comunidad.
La idea de crear la escuela surgió en el 2019, cuando durante “una celebración dominical, sobre la arena, apenas protegidos del viento y del sol, junto a las Hermanas Franciscanas del Espíritu Santo en la persona de la Hermana Angélica, unos niños, con una hoja de la liturgia en la mano, preguntaron: ¿Qué dice aquí, hermano? ¿Quién es Jesús?” En ese momento los tres maestros, con formación Marista, se comprometieron en crear una escuela al estilo Marista, inspirados en la experiencia vivida por San Marcelino en la casa de La Valla.
A continuación, presentamos una parte del artículo enviado por el H. Bernardino Pascual Juárez, del Sector Perú (Provincia Santa María de los Andes), que narra el trayecto misionero – desde el 2016 hasta ahora – de los maestros con vocación Maristas en Piura.
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“Necesitamos Hermanos para la escuela” decía Champagnat. “Necesitamos escuela para que estos niños reciban la catequesis y los mínimos conocimientos escolares”, se dijeron los maestros. No había ambientes y, como el Padre Champagnat en La Valla compró una casita pobre, ellos compran, con parte de su sueldo, unos terrenos baldíos de los que generosamente regala el desierto, para ser utilizados en el desarrollo de actividades educativas, pastorales, visitas a enfermos, apoyo a una comunidad, hasta ahí itinerante. “La Providencia está presente en nuestro Proyecto”, dicen confiados, como así repetía tantas veces Marcelino en las dificultades.
Mayo 2021
La casa de oración fue terminada con el esfuerzo de todos. Se iniciaron las celebraciones de la liturgia para niños. Los ambientes escolares fueron adecuándose, pensando en la Providencia, en sus módicos sueldos compartidos, en los Hermanos y laicos Maristas del Sector Perú que vieron con gozo el crecimiento de una verdadera obra evangélica. Inspirados en el Padre Champagnat, la casa de oración lleva el nombre de La Valla – Buena Madre.
2022
En este año surge una Asociación, autónoma y sin fines de lucro, organizada en torno a la educación de niños y jóvenes “La Valla del Chira” (río de Sullana), encabezada y respaldada por los maestros citados que, sin perder la esencia marista, continúan su misión en la ampliación de esa zona periférica urbana encajada en el desierto, a través del Centro Educación Básica Alternativa n° 2, con misión y visión maristas, a fin de que niños, jóvenes, mayores terminen sus estudios de primaria y secundaria.
Cabe destacar unos ambientes pobres, sin embargo, acogedores, alegres y acomodados con
algunos pequeños aportes del Colegio marista Santa Rosa en mobiliario y el apoyo de varios docentes voluntarios del Colegio marista San José Obrero. Pero digno de loa es el esfuerzo y la fuerza en su totalidad de los laicos mencionados y miembros de la comunidad local en que está inserta la obra; todo valorado y bendecido por la presencia de los Hermanos de la comunidad de Sullana: Ornelio, Hugo y Bernardino, representando el Sector Perú de la Provincia Santa María de los Andes, quienes, desde que tomaron conocimiento de esta obra, quisieron hacerse presentes colaborando en tal evangélica misión.
2023
En la actualidad, la misión continúa y el centro goza de verdadera felicidad, formando a niños en valores para cumplir el gran llamado y deseo de Champagnat: “Formar buenos cristianos y virtuosos ciudadanos”. No importan tanto los nombres de los participantes de esta aventura, aunque los menciono como testimonio de fe y decisión: maestros Wilmer Exequiel, Juan Miguel y Alan Joao que al lado de Champagnat se atreven a gritar convencidos: “No puedo ver a un niño, joven (o adulto) sin sentir profundas ganas de gritarles lo hermoso que es vivir, y el gran amor que el Padre Dios nos tiene.”