En estos últimos días en San Martino a Monte, del 13 a 19 de junio, tuvimos la alegría de pasar unos días con la hermana Cristina, religiosa de la Asunción, reflexionando sobre esta experiencia que estamos viviendo como grupo Lavalla 200>. Este tiempo de discernimiento personal y comunitario nos ha permitido profundizar lo que puede representar para nosotros este nuevo comienzo.

 

Nos referimos a la importancia de destinar tiempo para releer y acoger la vida, para ser más conscientes, para profundizar en la aventura de la fe. Así daremos sentido, celebraremos y viviremos mejor el momento presente. En esta dinámica, nos otorgamos momentos de silencio, ese silencio que nos hace renacer porque permite que actúe el Espíritu.

 

Los días siguientes, con Ángel Medina y Jeff Crowe, pudimos compartir en comunidad nuestros pensamientos y nuestras síntesis personales de este tiempo de formación y discernimiento que representa el programa Lavalla 200>. Lo hemos comunicado con creatividad utilizando diferentes expresiones (fotos, historias, canciones, imágenes, dibujos, música, etc…). Se logró una comunicación abierta en la que cada participante se sintió acogido con gran calor y ternura.

 

El sábado, 18 de junio, pudimos tener una salida comunitaria a Frassasi. Allí, pudimos admirar la maravilla de la naturaleza que representan estas cuevas rocosas formadas durante millones de años. ¿Cómo no ver la presencia de Dios en el universo y su grandeza plasmada en cada una de estas gigantescas esculturas? De vuelta a casa, hemos podido también pasar unas horas en la bella ciudad de Gubbio, recordando la historia de San Francisco con lobo y las gentes de esta localidad.

 

El domingo 19, aprovechamos la presentación creativa y dinámica de la Provincia Arco Norte. Los maristas de esta región nos ayudaron a conocer más profundamente la realidad socio-cultural y marista de los países que la constituyen (Venezuela, México, Estados Unidos, Canadá).

 

En estos últimos días de presencia en San Martino (20 a 23 de junio), compartimos con el H. Chris Wills, aspectos importantes e incluso claves para el nuevo comienzo que representa el proyecto Lavalla 200>.

 

De hecho, revisamos tres documentos importantes: los estatutos del proyecto enviados a las Regiones para la creación de nuevas comunidades, el memorando “MOU” que concreta el acuerdo de cada participante con las partes interesadas y un documento titulado “Nuestra llamada”, que aclara a lo que nos sentimos llamados tras esta experiencia en San Martino.

 

Esta reflexión nos ha permitido percibir mejor el nuevo lenguaje asociado a la experiencia de un nuevo comienzo. Estamos hablando de formas nuevas, de una nueva manera de vernos y de relacionarnos, que por otra parte no es exclusiva del proyecto Lavalla 200>. 

 

Finalmente, el símbolo que mejor expresa esta nueva conciencia de fraternidad de servicio es el delantal y el chándal que recibimos como un regalo de este nuevo comienzo. Gracias por vuestras oraciones, ¡el viaje continúa!

 

Laura Alejandra Miño Pérez