?Llevamos a Tui en el corazón?
La emoción pesó más que los discursos en el solemne acto de entrega de la Medalla de Oro del Concello de Tui a los Hermanos Maristas. Llevamos a Tui en el corazón, dijo el superior provincial Primitivo Mendoza González, saltándose el guión, ante la corporación municipal en pleno, hermanos, profesores, familia marista y público.
Primitivo Mendoza citó la vinculación de los hermanos con otras instituciones de Tui, como profesores en el Seminario menor, en el Instituto, en las escuelas públicas, en la colaboración y dirección del Colegio Hogar Fray Rosendo Salvado y con parroquias cercanas. Los lazos se estrecharon más si cabe desde hace doce años, cuando abrimos nuestra casa y nuestras aulas a Tui y sus habitantes, para contribuir a la formación de unos 325 alumnos de la localidad y alrededores. Para ellos hicimos una importantísima inversión económica, dotando al Colegio de las mejores instalaciones materiales y pedagógicas. Añadió Primitivo Mendoza que fue nuestra respuesta a una demanda de la ciudad de Tui, nuestra vocación de permanencia aquí y la gratitud a quien nos acogió con tanto cariño hace cien años.
Hizo referencia a la historia desde la fundación y a los muchos jóvenes que se han formado. También se refirió al futuro, pues nuestra ilusión y nuestra apuesta educativa es seguir trabajando en la educación de los niños y jóvenes de Tui. Educación que conlleva la doble vertiente de la enseñanza y de la formación en valores éticos, morales y cristianos.
El discurso del alcalde, Antonio F. Fernández Rocha, no se quedó atrás en entidad ni en referencias a la notable labor realizada en temas educativos y de la juventud, desde la formación de nuevos Maristas y hermanos misioneros en Brasil, la fundación de la Escuela de Magisterio Luis Vives, donde estudiaron numerosos tudenses, la formación que impartieron en la casa de A Lagoa y en la Escuela San José fundada en la calle San Telmo y, finalmente, la creación en el año 1996 del actual colegio Santa María. Recordó las palabras de San Marcelino Champagnat: nuestra meta es muy superior a la de catequistas: queremos educar. El preludio y final, tuvo la música como protagonista, con la actuación de las hermanas Raquel y Sara Areal Martínez, jovencísimas virtuosas del violín.
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E. González- Tui