Lo que aprendemos sobre la enseñanza a distancia in Johannesburg

El colegio del Sagrado Corazón, en Johannesburgo, es uno de los cinco colegios maristas en Sudáfrica, que pertenece a la provincia de África del Sur. Hay 600 alumnos que van desde la cuna, con 6 meses, hasta el Grado 12. Unas 123 personas trabajan en su educación. El colegio ha estado cerrado desde el 17 de marzo, 2020, y los alumnos siguen aprendiendo, lejos de la escuela.

Aprendizaje en la distancia

Tan pronto como se hizo evidente que el Covid-19 iba a afectar a los colegios nosotros nos pusimos a diseñar cómo podríamos continuar las clases. En la escuela secundaria hasta Grado 6, los profesores conocían bien Google Classroom y esa es la tecnología que decidieron usar. Los de la escuela primaria habían utilizado una plataforma llamada Seesaw pero al final se inclinaron por el WhatsApp. Con los alumnos de primaria los profesores utilizaron sesiones de trabajo, libros de ejercicios que enviaron a las casas por medio de emails, aplicaciones colegiales y por WhatsApp. Decidimos que, desde el comienzo, utilizaríamos una enseñanza personalizada y hablaríamos por teléfono con los padres una vez a la semana. También pusimos a su disposición los servicios del equipo de orientación del colegio.

Resultó muy eficaz el contacto con los padres por medio del WhatsApp. En la revisión de nuestro programa, un profesor dijo: “He llegado a conocer a los padres y a las familias, hemos estado muy cercanos.” Un padre dijo: “Gracias por mantener el ritmo de las clases online tan eficazmente. Lo que podría haber sido una enseñanza “remota”, se ha convertido en una experiencia viva y conectada para Tim.”

Revisando lo que han comentado los alumnos, los padres y los profesores a lo largo de estas tres semanas, sacamos la conclusión de que los alumnos han echado en falta la estructura colegial, así como las actividades deportivas y de otro tipo a las que están acostumbrados.

Mientras que la educación a distancia, el aprendizaje en línea, fue una buena solución para los chicos mayores, no lo fue tanto para los alumnos más jóvenes. No todos los niños tienen a sus padres en casa todo el día para ayudarles, lo cual quiere decir que no tenían siempre la presencia de un adulto cerca. Algunos creen que los niños podrían haber pasado mejor el tiempo en casa cocinando, haciendo las tareas domésticas, disfrutando de la naturaleza y participando en juegos educativos. Nuestros profesores de Grado 1 fueron creativos e incluso evaluaron la lectura de los niños por teléfono.

Lo que hemos aprendido en el Colegio Sagrado Corazón

Las semanas de educación en la distancia nos han mostrado lo que funciona y lo que no, tanto para los niños como para los padres. También nos ha hecho comprender mejor el ritmo al que se va desarrollando el trabajo.

En resumen, a lo largo de estas semanas hemos aprendido que:

• El contacto personal es importante para que los alumnos se sientan conectados con sus profesores y compañeros.
• La mayoría de los profesores son flexibles y pueden aprender nuevas tecnologías y nuevos métodos rápidamente.
• Los profesores pueden trabajar utilizando las plataformas que conocen. El uso de WhatsApp fue rápido y útil para comunicaciones cortas entre padres y profesores.
• Los profesores tienen que ser conscientes del trabajo que asignan a sus alumnos sabiendo que estos tienen otras asignaturas y otras cosas que hacer en casa.
• La participación de los niños depende también de su edad y habilidades. Algunos alumnos tienen dificultades en clase, les cuesta concentrarse y no les es fácil presentar sus trabajos a tiempo. Lo mismo pasa con la enseñanza online.
• Según los grupos de edad tienen adoptarse distintas medidas. Los niños pequeños mejoran mucho más con un contacto directo y cercano (Aprendizaje sincronizado).
• Recibir una buena información de parte de los alumnos, padres y profesores contribuye a conocer de primera mano lo que realmente funciona y lo que se necesita mejorar o cambiar.

Los tiempos que estamos viviendo son únicos y debemos responder lo mejor que podamos. Es crucial que, además de preocuparnos por los efectos en la educación y enseñanza, pongamos también la vista en las necesidades psicosociales que tienen los niños.

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Mark Potterton – Director de la Escuela Primaria

Colegio Sagrado Corazón – 25 de abril, 2020