Los Hermanos Maristas asumen un centro social en Budapest

A partir del 1 de enero de este año, los Hermanos Maristas de Hungría, Provincia L’Hermitage, son los nuevos titulares del centro social Jó Pásztor Marista Anyaotthon, un espacio residencial dedicado a madres y niños en situaciones de crisis familiar o falta de vivienda.

Este centro, que durante años estuvo bajo la dirección de la Congregación de las Hermanas del Buen Pastor, ha sido transferido a los Maristas como parte de un acuerdo que simboliza el relevo de una misión de más de 130 años de historia. El acto oficial de traspaso tuvo lugar el pasado 20 de enero, en presencia de representantes de ambas congregaciones y colaboradores que han apoyado esta labor social a lo largo de los años.

La ceremonia estuvo marcada por momentos de profunda emoción, con un simbolismo especial: una vela que llevaba los emblemas de las dos congregaciones y una placa instalada en los edificios que destaca la importancia de la historia y la esperanza de un futuro prometedor.

El proyecto del Jó Pásztor Marista Anyaotthon cuenta con un equipo de educadores que acompaña a las madres y a sus hijos, ayudándolos en su desarrollo personal y en la búsqueda de autonomía. Los servicios incluyen orientación en la búsqueda de empleo y vivienda, con el objetivo de facilitar la reintegración social de las familias atendidas.

Los Hermanos Maristas, comprometidos con la visión evangelizadora que los define, nos hemos propuesto continuar esta labor con una perspectiva inspirada en los valores de María: humildad, sencillez y cercanía. Nuestra misión en este centro será velar por su buen funcionamiento mientras procuraremos promover la fe y el amor a Jesucristo en el día a día de las familias acogidas.

Este traspaso se enmarca en la relación de colaboración y confianza que, durante años, hemos mantenido con las Hermanas del Buen Pastor, especialmente en el ámbito de la pastoral gitana. Ahora, los Maristas asumimos con ilusión y responsabilidad este nuevo desafío, enraizado en una obra que, pese a sus 132 años de historia, se renueva con la promesa de un futuro lleno de esperanza.

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H. Jaume Bofarull