Lunes, 25 de septiembre
La semana inicia con la última etapa del descubrimiento de la realidad del mundo y del Instituto, subrayando lo que hay que dejar atrás rumbo al futuro; se inaugura la fase de descubrimiento de lo que Dios quiere que los maristas sean y hagan.
Plan de la semana
El Hermano Óscar Martín, de la Comisión Facilitadora, abrió la sesión, ilustrando cuál sería el proceso de toda la semana. Destacó la vivencia de los puntos fundamentales para el futuro: lo que Dios quiere que los maristas sean y lo que Él quiere que hagan. Esta consideración llevará inevitablemente a avanzar hacia las implicaciones clave. Algunos temas ya son conocidos: gobierno, laicos maristas, formación, derechos de los niños… Otros, aparecerán.
A partir del viernes, se dará algunos pasos preparando la semana siguiente, sobre todo en el tema de elecciones. El sábado es probable que se trate también el tema de las Constituciones y Regla de Vida. El mismo día tendrá lugar la despedida de los 8 laicos que participan como invitados al Capítulo.
Los trabajos de hoy están en perspectiva de "día orante". La mañana comienza y termina con la oración; y la tarde será de escucha de la Palabra de Dios.
Oración de la mañana
A la presentación, siguió la oración de la mañana. El H. Tony Leon invitó iniciar el día meditando el poema de Macrina Wiederken, 'raíces y alas', en el que se subraya que 'cuando se ama a alguien, es necesario dejarlo ir, pues es la única manera de retenerlo’.
¿Qué hacer con el miedo que nos provoca lo 'nuevo'?
El facilitador, Matthieu Daum, tomó las riendas del trabajo. Comenzó comentando que los trabajos de la semana pasada mostraron con énfasis el miedo de sumergirse en lo 'nuevo'. Por medio de tres "nubes de etiquetas", mostró de lo destacado la semana pasada qué cosas debían ser abandonadas para entrar de manera eficaz en el futuro. La voz del "miedo" se oye fuerte en los tres niveles: personal, unidades administrativas y cuerpo global. Subrayó luego que para descubrir la voluntad de Dios en relación al Instituto es necesario tener conciencia de esos miedos y ver si existe disposición para vencerlos.
Propuso el silencio y la meditación como instrumentos para detectar cómo la voz del miedo está hablando a cada uno, hasta el punto de impedir seguir adelante.
Después, los capitulares se reunieron por Unidades Administrativas y, como ayuda en el proceso de descubrimiento de los miedos, se plantearon tres preguntas:
- Personalmente, ¿Qué siento que puedo comprometerme a dejar ir? ¿Cuáles serían los primeros 2 o 3 pasos que daría realmente?
- Como Unidad Administrativa, ¿qué compromisos siento que podemos tomar para “dejar ir”? ¿Cuáles serían los primeros 2 ó 3 pasos que podríamos dar efectivamente?
- ¿Qué compromisos siento que podemos tomar para ayudar al Cuerpo Global a “dejar ir”? ¿Cuáles serían los primeros 2 ó 3 pasos que daríamos para realmente hacerlo?
El objetivo del proceso fue identificar, entre los elementos señalados el sábado pasado, lo que el grupo es capaz de dejar. Al identificar lo que se quiere dejar, se descubre también por qué fue posible que esas realidades se dieran, cuál es la 'responsabilidad' que se tiene, como individuos o como Unidad Administrativa, en la creación de los procesos que ahora hay que abandonar.
Los elementos que necesitan ser dejados habían sido pegados en el fondo de la Sala Capitular. Luego de la reflexión, cada grupo tomó los que había decidido dejar atrás. Y, terminados los trabajos de la mañana, los Capitulares, en grupos de Unidades Administrativas, hicieron una procesión hasta la capilla, con los papeles escogidos. Ante el Señor asumieron el compromiso de abandonar lo que ya no es necesario. Los papeles fueron colocados, en tres vasos, por niveles de compromiso: individual, Unidad Administrativa y Cuerpo Global. De esta manera, el corazón estará más dispuesto a acoger el compromiso que se descubra.
Sesión de la tarde
El H. Peter Carroll, de Australia, condujo el momento mariano tomando los iconos realizados por el artista Michael Galovic para los Maristas de su Provincia. Los capitulares recibieron el libro que recoge esos trabajos artísticos.
Esta meditación abrió la tarde de escucha. Escucha fue la actitud que marcó la etapa del descubrimiento de lo que Dios quiere que los maristas sean y hagan. La invitación fue a conectarse con la experiencia individual que cada uno vive en este momento del proceso capítular.
Hubo un primer momento de reflexión personal y luego una hora en las fraternidades. Tres preguntas ayudaron a los grupos:
- Ahora mismo, en esta etapa del proceso, ¿qué sientes? ¿Qué movimientos interiores se están dando en ti?
- ¿Qué movimientos intuyes que están pasando en el resto del Cuerpo Capitular?
- ¿Qué imagen, texto o canción, de las Escrituras o de nuestra herencia marista, vienen a tu mente y corazón para describir dónde estás y los movimientos que se están dando en ti?
- Y en relación al resto del Capítulo: ¿qué imagen describe mejor, para ti, dónde estamos como Cuerpo, y qué nos está pasando en este momento?
Después del trabajo en las fraternidades, hubo tiempo personal y con la celebración eucarística, a las 18:45 hs. se concluyeron las actividades del día.