Puede extrañar que al proponer un joven para el noviciado, el Sr. Dumas no pida, a cambio, Hermanos para su parroquia. La explicación resulta fácil, si el joven en cuestión no es uno de sus feligreses, sino un miembro de su familia. Ahora bien, en nuestros registros no encontramos, en esta época, ningún novicio originario de St-Martin-la-Sauveté.
Por el contrario, el 8 de diciembre de 1839, ingresa el joven Jean-Louis Dumas de Saint-Sauveur, de donde era originario el párroco Joseph Marie Dumas. Este joven Dumas iba acompañado de su tío Barthélemy Grangier, de 26 años, huérfano de padre y madre. Los dos llegarán a ser Hermanos Maristas: Dumas con el nombre de Hno. Evroul y Grangier con el de Hno. Evrode. Como en la carta se habla de problemas financieros, se pude pensar que, en realidad, se trata de Grangier más que de Dumas, que debió decidirse más tarde.

Sr. Párroco:

Recibiremos con gusto al joven del que me habla si, como usted dice, tiene las cualidades que usted me anuncia. Al mismo tiempo, le agradezco el interés que usted demuestra por la obra de María. Que esta buena Madre se lo devuelva centuplicado, ya en esta vida.
Al llegar a nuestra casa, se exige siempre una pequeña cantidad de dinero para pagar la infinidad de cosillas de primera necesidad. Así pues, se deben pagar cincuenta francos; sírvase prevenir al joven postulante y reciba la seguridad del afecto con el que tengo el honor de ser, Sr. Párroco, su muy humilde servidor,

Champagnat.

Edición: Crónicas Maristas V - Cartas del P. Champagnat - 1985 - Edelvives

fonte: Según la minuta, AFM, RCLA 1, p. 61, n.° 64.