Carta de Marcelino – 217
Marcellin Champagnat
1838-10-31
Como ya se dijo en la introducción al Nº 215, la presente es, sin duda, una segunda carta en respuesta ala primera que se limitaría a anunciar la retirada de los Hermanos y las razones de esta decisión. Esta va más lejos, llegando a descubrir intenciones que sólo se expresan, la mayoría de las veces, con alusiones. En el conflicto que le opone al Sr. Douillet, el Padre Champagnat parece entrever que ni el Párroco ni los sacerdotes del seminario están a su favor, sino más bien en el terreno contrario. Esto le subleva un poco, pero sin desviarse por ello de la línea que se ha trazado.
Sr. Párroco:
Abandonamos con pena la escuela que teníamos en su ciudad en la que hubiéramos deseado trabajar, bajo sus auspicios, por la instrucción de sus niños. A mi paso por La Côte debía ponerle al corriente de las dificultades que tenemos con el Sr. Douillet, como me había aconsejado el Sr. Berthier , pero el Sr. Douillet no quiso . Hemos hecho grandes sacrificios por la escuela de La Côte que, cuando nos hicimos cargo de ella, no era apenas nada; gracias a nuestros cuidados y a nuestro trabajo ha llegado a donde está. El Sr. Douillet ha aducido pertenecer a la Sociedad para introducirse en la vivienda de nuestros Hermanos, dejarlos reducidos al mínimo necesario y apoderarse del fruto de su trabajo. Sólo podemos continuar en la dirección de sus escuelas en las condiciones con las que fueron fundadas y como hacemos con todas. Estoy altamente sorprendido de que usted ignore los motivos de nuestro conflicto con el Sr. Douillet. Hace unos ocho días me dijo que tanto el Sr. Pion, Superior del seminario , como usted no tolerarán que sigamos en La Côte con otras condiciones distintas a las que hemos tenido hasta ahora. Tendría que decirle muchas más cosas, pero en este momento no puedo… Puede estar bien seguro, Señor y muy digno Párroco, que estaremos siempre dispuestos a demostrarle nuestra buena voluntad. Ya hace mucho tiempo que hubiéramos hecho lo que hacemos este año, a no ser por el temor de disgustar a su dignísimo Sr. Obispo al que amamos y apreciamos más allá de cuanto podamos decir.
Sírvase, etc.,
Champagnat
Edición: Crónicas Maristas V - Cartas del P. Champagnat - 1985 - Edelvives
fonte: Según la minuta, AFM, RCLA 1, p. 111, n.° 126.