No eran sólo las parroquias rurales las que se dirigían al Padre Champagnat, sino también las de las ciudades, lo que le obligaba a emplear de forma casi invariable la misma respuesta. Cierto que las demandas son diferentes: algunos Párrocos piden los Hermanos al final del proceso, cuando todo lo demás está preparado para abrir la escuela; otros, como en este caso, hacen la petición al principio para saber si será posible obtener Hermanos y en qué condiciones. En este caso la demora no resulta tan dura pues permitirá preparar la acogida de los Hermanos. A pesar de ello, Tournus no figurará nunca entre nuestras escuelas.

Sr. Párroco:

Me uno muy gustosamente a su dignísimo Obispo para aplaudir el piado-so proyecto concebido por usted para abrir una escuela de Hermanos en su parroquia. Me gustaría poder atender inmediatamente la petición que usted me hace en su carta del 3 de este mes , pero los compromisos, contraídos con varios municipios, desde hace mucho tiempo, no nos permiten, por ahora, secundar sus deseos. Este retraso puede que sea útil para permitirle encontrar un local conveniente para la escuela, pues va contra nuestros principios que los Hermanos sean alojados en la casa parroquial.
El salario de dos Hermanos es de 1.000 fr. anuales. Sería muy bueno que pudiera convencer al consejo municipal para participar en esta obra. Con los recursos que usted nos anuncia y el salario ordinario de los municipios, podría tener tres Hermanos.
Tengo el honor de ser, Sr. Párroco, etc.

Edición: Crónicas Maristas V - Cartas del P. Champagnat - 1985 - Edelvives

fonte: Según la minuta, AFM, RCLA 1, p. 182, n.° 227.