Carta de Marcelino – 335

Marcellin Champagnat

1840-04

Tal como había prometido al mismo comunicante en carta anterior (N.° 283), M. Champagnat prepara la fundación de la escuela de Tence. Habla de ello con el Superior del Seminario Mayor del Puy, que no es otro que el Sr. Auguste Péala, hermano del Párroco de Tence, probablemente con ocasión de un encuentro fortuito, pues no parece que haya viajado hasta allí. Según su firme promesa, y a pesar de su buena voluntad para realizar esta fundación, se encuentra ante una dificultad financiera que el Sr. Párroco, confiado en exceso, tal vez no ha sopesado suficientemente en su realidad concreta. El Padre, a quien no falta experiencia en la materia, le propone soluciones.

Sr. Párroco:

Hemos tenido ocasión de ver al Sr. Superior del Seminario Mayor del Puy y de hablarle de su colegio de usted. Nos ha dicho que el municipio permitía esperar una subvención de 600 fr., pero que, salvo este recurso, no disponía usted de más ingresos que las retribuciones mensuales. Mucho me temo que, en estas condiciones, su obra carezca de sólidos fundamentos. Puede ocurrir que el municipio se vuelva un día menos generoso y no aporte más que los doscientos francos exigidos por la ley. El número de los niños de pago puede también experimentar una considerable disminución y provocar un fuerte déficit en los ingresos. Por otra parte, la experiencia nos ha enseñado que los centros que se ven reducidos tan sólo a sus propios ingresos, o desaparecen o se sostienen con muchas dificultades.
Además, y por su numerosa población , se necesitan ya cuatro Her manos; ¿ y cómo sacar mil francos de las retribuciones de los alumnos? Para poder empezar con una base sólida, se necesitaría, además de los 600 fr. del municipio, poder contar con la ayuda de personas acomoda-das y caritativas para crear una renta anual de 600 fr. Con eso quedaría asegurado el sueldo de tres Hermanos y podría tener dos clases gratuitas, cosa esencial en todas las localidades con población numerosa. Sería fácil proveer al salario del cuarto Hermano con una clase de pago para los niños pudientes y los más adelantados. No veo otra manera de poder comenzar con garantías casi seguras de éxito.
Es cierto que el pequeño municipio de St-Julien de Molhesabate ha conseguido crear un ingreso de 1.000 fr. en favor de sus niños pobres , ¿se echará atrás el de Tence por 600 fr.?
Otra posible solución (no tan buena) sería adoptar un modelo parecido al de Craponne, donde el municipio se ha comprometido a pagar a cuatro Hermanos y recibir de los alumnos una retribución fija de 0,75 fr. para los principiantes y de 1,25 para los demás. El consejo ha firmado con nosotros unos acuerdos que podrían servir para su municipio, modificándolos según las costumbres y necesidades del lugar .
Me sabría muy mal tener que volverme atrás de la promesa que le hice, pero deseo que adopte las medidas oportunas para asegurar el éxito de su obra. Sería muy triste iniciarla ahora para verla muy pronto con problemas. Le hago estas reflexiones para prevenir disgustos.
Tengo el honor, etc.,

Champagnat

Edición: Crónicas Maristas V - Cartas del P. Champagnat - 1985 - Edelvives

fonte: Según la minuta, AFM, RCLA 1, pp.181-182, n.° 226.

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