21 de diciembre de 2011 AUSTRALIA

Maristas de Champagnat, Hermanos y Laicos

Nosotros, un grupo de Maristas de Champagnat, hermanos y laicos provenientes de Timor Este, de las Islas Salomón, de Bougainville, Papúa Nueva Guinea, Vanuatu, Fiji, Australia y Nueva Zelanda, nos reunimos en el Hermitage Mittagong del 22 al 27 de noviembre de 2011 con el fin de analizar juntos la vida y la misión maristas. Valoramos la presencia y participación de Agnes Reyes de la comunidad Ad Gentes de Bangkok, al igual que la del P. Bob Barber SM, Viceprovincial de los Padres Maristas de Australia. Todos veníamos de culturas diferentes y, como hermanos y laicos, nos escuchamos unos a otros, compartimos nuestros caminos de fe y nos enriquecemos con la experiencia de la vida marista y del Espíritu que vive en nosotros.

Al interactuar, nos dimos cuenta de que el Espíritu nos estaba llamando a llevar una relación más profunda con Dios y con los demás, a perseverar, aunque a veces todo pareciera una lucha. El perdón y la aceptación son fundamentales en nuestro caminar juntos.

Descubrimos que todos ocupamos un lugar en la misma mesa, en igualdad de presencia, de aceptación y servicio. Reconocimos la variedad de experiencias y recopilamos la sabiduría de todos los participantes, lo cual constituyó en sí un reto singular. Estamos llamados a compartir el don que cada uno es con los demás para así enriquecernos mutuamente. Estamos llamados a confiar en el Espíritu y en la acción de María en nuestras vidas.

Dios nos llama a servirle en nuestras relaciones con los demás, con los jóvenes, a aceptar la invitación de vivir una vida apostólica basada en la espiritualidad marista de Marcelino Champagnat. Esta invitación nos reta a explorar la espiritualidad marista para que profundicemos en nuestra fe, en comunión con los demás. Estamos llamados a hacer que la vida de Cristo nazca en la vida de los jóvenes y en cada uno de nosotros.

Esta experiencia ha reforzado nuestro compromiso con las relaciones significativas, que son cruciales en la expresión pasada, presente y futura de la vida y misión maristas. Estamos juntos en este camino construyendo nuestra comunidad a través de relaciones significativas. Creando y cultivando espacios compartidos para fomentar nuestra relación con Dios, cada uno de nosotros crece espiritualmente, comparte la vida y la misión.

Nuestra misión marista es la de responder a las necesidades de los jóvenes marginados. “Montagne” no es un incidente aislado. Nosotros, Maristas de Champagnat, estamos llamados a buscar nuestros “Montagne”, no solamente donde creamos encontrarlos, sino también en lugares inesperados.

La experiencia de formación compartida en Oceanía 2011, ha confirmado que la vida vocacional marista es un regalo de Dios al alcance de todos. Ha confirmado que nuestra inspiración por la vida marista nació y sigue naciendo de la realidad vivida en nuestras relaciones comunes. Dicha experiencia nos proporcionó un espacio para desarrollar opciones creativas que nos permitirán experimentar las diversas posibilidades de la vida marista en el futuro.

Respetamos, considerablemente, la interdependencia y complementariedad de todos los Maristas de la región y esperamos poder apoyarnos unos a otros con confianza y energía.

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