3 de septiembre de 2020 CASA GENERAL

Memoria marista de santos, mártires y víctimas de la violencia

El H. Antonio Estaún ha elaborado un calendario religioso marista tradicional sobre los hermanos maristas fallecidos con fama de santidad por el ejercicio de sus virtudes o por haber sido víctimas de la violencia como consecuencia de su fidelidad a la fe. Algunas copias del libro han sido enviadas a las Unidades Administrativas en junio pasado. La obra está disponible solamente en Español. Si algún voluntario desea traducirla en su propria lengua, puede contactar con la oficina de comunicación.

Aquí presentamos la introducción de esta obra, disponible en PDF.


Este documento titulado Memoria marista de santos, mártires y víctimas de la violencia, elaborado por la Postulación general de los Hermanos Maristas, viene a complementar a partir de la fecha de su publicación el calendario religioso marista tradicional con la enumeración de los nombres de los hermanos maristas muertos con fama de santidad por el ejercicio de las virtudes o por haber sido víctimas de la violencia como consecuencia de su fidelidad a la fe.

En esta lista se pueden distinguir varios grupos de personas teniendo en cuenta como criterio de clasificación el estado del proceso canónico de su causa o bien, en caso de que no se haya iniciado, la no existencia del mismo. El proceso canónico se inicia con el reconocimiento oficial del culto público a la persona del Siervo de Dios primero como Venerable, después como Beato y el proceso concluye con el reconocimiento oficial del culto como Santo. El reconocimiento canónico de la santidad de un cristiano implica la oficialización de un culto litúrgico público y la inclusión de su nombre en el elenco de los santos y en el calendario litúrgico dedicando una fecha a la celebración de su fiesta con oficio propio.

En primer lugar, junto con Champagnat, ya canonizado, se cita a un grupo de hermanos que han adquirido fama de santidad en el Instituto y cuyo proceso de beatificación ha sido incoado, como son los hermanos François Rivat, Alfano Vaser y Basilio Rueda. El proceso canónico de declaración canónica de la fama de santidad, adquirida por la práctica de las virtudes cristianas de estos hermanos en grado heroico, ha transitado o está recorriendo en estos momentos diversas etapas que no vamos a señalar aquí.

El segundo grupo de este elenco lo constituyen los hermanos mártires que murieron víctimas de la violencia por su fidelidad a la fe. En este grupo incluimos el nombre de los 177 hermanos y dos laicos que ha registrado el Martirologio marista de España (1909-1939). Esta relación destaca los 113 hermanos maristas y 2 laicos reconocidos como mártires al ser proclamados Beatos, (47 en 2007 y 68 en 2013), y los que están reconocidos como Siervos de Dios por haberse iniciado el proceso de su causa de beatificación, pero que todavía no se ha concluido. Este es el caso del hermano Joché-Albert Ly, cuya causa se tramita por los padres Lazaristas junto con otros mártires de China; la del hermano Lycarión, el primer hermano que murió violentamente en España durante la Semana Trágica de Barcelona, cuya causa está introducida en Roma; o la del hermano Eusebio y 58 compañeros mártires que constituye el tercer grupo de hermanos de España cuya causa se está tramitando en Roma y que fueron muertos durante la persecución religiosa ocurrida en ese país durante los años 1936-1939 y que todavía no han sido beatificados.

A esta lista hay que añadir la causa del hermano Henri Vergès beatificado en Orán el 8 de diciembre de 2018. Esta causa es conocida como la de “los mártires de Argelia”, y está encabezada por Mn. Pierre Claverie, de la Orden de los Frailes Predicadores, Obispo de Orán, y 18 compañeros religiosos y religiosas, asesinados en odio a la fe, en Argelia, muertos entre 1994 y 1996 durante la guerra civil argelina.

El tercer grupo incluye los nombres de hermanos maristas que han muerto víctimas de la violencia presuntamente por ser fieles a su fe, aunque sus causas de beatificación no se hayan iniciado, pero su muerte heroica está testimoniada por la autoridad del Instituto. En este grupo de hermanos se encuentran Canisius Nyilinkindi, Christopher Mannion, Etienne Rwesa, Fabien Bisengimana, Gaspard Gatali y Joseph Rushigajiki, Moisés Cisneros, Miguel Ángel Isla, Servando Mayor, Julio Rodríguez, Fernando de la Fuente. También los hermanos franceses Jules Andre, Joseph Félicité, Joseph Marie Adon, Leon, Louis Maurice, Joseph Amphien, Prosper Victor, Marius muertos en China. A estos nombres hay que añadir el del postulante chino Pablo Chen, el del hermano Euloge (francés, muerto en Nueva Zelanda), y Hyacinthe (francés), John William, Augustinus y Donatus Joseph (australianos muertos en las Islas Salomón) de cuya muerte violenta se deja constancia a través de la autoridad del hermano Benito Arbués, Superior general del Instituto, en su circular Fidelidad a la misión en situaciones de crisis sociales (1998). Así mismo se incluyen los nombres de los hermanos Agustin Liu, Antoine Hsio, Marcellinus Yang, Ernest Chang, Marie Xavier Chang y Emile Chang, muertos en China de hambre, de frío o condenados a trabajos forzados en campos de trabajo de cuyo martirio silencioso da fe el hermano Laurence Tung On, Provincial de China, en carta dirigida al hermano Basilio Rueda, Superior general, el 8 de septiembre de 1979.

No se cita el nombre de hermanos muertos en los frentes de batalla, siendo ellos combatientes, excepto los de los Siervo de Dios H. Fidencio y H. Valero Paulino cuyas causas de beatificación se introdujeron en Roma en 1998 y los de tres hermanos australianos desaparecidos. Tampoco se recogen los nombres de hermanos víctimas de violencia por atraco, asalto, robo u otros motivos de violencia social.

Cada uno de los hermanos es nombrado por el nombre de religión seguido del nombre de pila con el apellido o los apellidos, la nación de origen, el año de nacimiento, el lugar y la fecha de su muerte, cuando se ha podido documentar. La costumbre de cambiar el nombre de pila por el nombre de religioso se dejó de usar a partir de la decisión del 15 Capítulo general (1959), razón por la cual los algunos nombres aparecen solamente con el nombre de familia.

Los nombres van precedidos de la identificación de su proceso, en caso de que esté iniciado, con los términos Beato, Venerable o Siervo de Dios. Los otros casos se citan precedidos de H. para los hermanos o de Sr. para los laicos.

El criterio cronológico que organiza sucesivamente el calendario hace referencia al día de la muerte de los protagonistas (dies natalis) según la costumbre de la Iglesia de celebrar el día del nacimiento a la vida de resurrección.

El calendario litúrgico de la Iglesia cuando beatifica o canoniza a un grupo de mártires identifica a los miembros del colectivo con el nombre de la persona más destacada del grupo por su liderazgo dentro del mismo seguida de la expresión “y compañeros mártires”. Esta praxis se suscita especialmente en los procesos llevados a cabo para demostrar la fama de santidad o de martirio tanto en su fase diocesana como romana y se explica por la complejidad que supone nombrar a cada uno de los protagonistas cada vez que se hace alusión al grupo entero. Pero con esta costumbre muy se corre el peligro de que los miembros del colectivo queden sumidos en el anonimato detrás de la expresión “compañeros mártires”. Es cierto que, al menos en el caso de nuestros hermanos, el hecho de morir juntos o víctimas de circunstancias similares nos ofrece un signo muy valioso: vivieron y, muchos de ellos, murieron juntos, en comunidad. Pero se corre el peligro de que al quedar los nombres englobados en el colectivo se pierda el valor del testimonio de la individualidad. Por eso, en esta “Memoria”, no se ha tenido en cuenta la agrupación circunstancial o pragmática, que se hizo para la beatificación, sino la fecha de la muerte de los protagonistas. Esta opción no supone ni pretende ninguna interferencia en la celebración litúrgica de los componentes del mismo grupo en la fecha señalada por el calendario litúrgico de la Iglesia universal.

Entremezcladas con la referencia a la peripecia de los hermanos se encuentran algunas noticias significativas relacionadas con los procesos de beatificación y canonización con la finalidad de mantener la memoria histórica del iter recorrido. Para diferenciarlas del resto del texto el tamaño de la letra es menor. El signo * indica la fecha del nacimiento y el signo + alude a la de la muerte.

Ofrecemos este recurso de animación para nuestras comunidades de hermanos y también para los laicos maristas como un fruto de la celebración del aniversario de los 200 años de fundación del Instituto, en honor de quienes nos precedieron con la entrega de su vida al Señor y la fidelidad al carisma marista, deseando que crezca cada día más y más el conocimiento y el aprecio hacia los maravillosos compañeros que se nos adelantaron en la casa del Padre.

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H. Antonio Martínez Estaún – Postulador general

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