
Mi ?Perla? en Hermanos formadores para un mundo nuevo
A continuacion les ofrecemos el testimonio del H. Saul Placious de India (Provincia de Asia del Sur) quien actualmente participa en el programa “Hermanos formadores para un mundo nuevo” de lengua inglesa, en Manziana.
“Esta experiencia es vivir como religioso consagrado con profundos valores maristas; ser presencia, sencillez, espíritu de familia, amor por el trabajo y actitudes marianas, donde siento que mi vida está profundamente arraigada en el amor incondicional de Dios y en su misericordia”. Aquí en Manziana, he podido analizarme profundamente. Gracias al programa Hermanos formadores para un mundo nuevo, he logrado reflexionar sobre mí mismo para ser un hombre del “Hermitage”, ya que la estructura del Hermitage se refleja en mi vida cuando profundizo en mi espiritualidad marista y en mi vocación como hermano:
1. Reflexionando y descubriendo la invitación de Dios a nuestro caminar diario.
2. Vida comunitaria; viviendo como una familia tal y como lo hicieron los primeros cristianos.
3. Celo apostólico; analizando los signos de los tiempos y sirviendo al reino de Dios.
Cuando me contemplo a mí mismo y a nuestra institución desde Manziana, concluyo que la formación se ha convertido en una prioridad para todos y cada uno de nosotros. No sólo para las nuevas generaciones, sino también para aquellos que viven su propia vocación hoy como hermanos. Los otros hermanos que también participan en el programa, me invitan a descubrir el llamado del Señor en cada día de mi vida, lo que el Señor me pide que haga hoy en su reino y a vivir un rol profético para descubrir los signos de Dios en las realidades terrestres de hoy, y dar testimonio del carisma de nuestro Instituto. Para ser un formador para Hermanos en un mundo nuevo “quisiera ver el cambio en mí”, porque una vez lo vea actuando en mí y en mi alrededor, seré más consciente del espíritu de Dios en cada cosa y seré capaz de desarrollar un rol profético en mi vida.
El programa de hermanos para un mundo nuevo, fortalece mi vocación como marista y mi compromiso de ser religioso. Profundiza mi relación con el Señor y mi camino espiritual. Me siento listo a cambiar mis actitudes personales como ser humano. Siento que es un maravilloso tesoro para mi vida, es como la “perla” donde me siento vivo, donde vivo las experiencias del día a día, fortalecido por la gracia de Dios, quien me motiva a seguir tras las huellas de nuestro amado Fundador Marcelino Champagnat, inspirado por nuestra buena madre María, para ser un hermano del Reino de Dios junto a nuestros hermanos y hermanas en todo el mundo.
En nuestra comunidad internacional en Manziana, vivimos con gozo y alegría el compartir de nosotros mismos y el ayudarnos unos a otros con atención y amor fraterno. Vivimos la importancia del llamado a ser profetas y místicos en una dimensión contemplativa, de comunidad y de misión, a través de la reflexión y compartir de grupo. Es precioso escuchar y estar con nuestros hermanos en un camino, todos juntos, en el espíritu marista, gracias a este programa, presente y futuro de nuestro caminar marista.
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H. Saul Placious, India